Acabo de leer que se ha inaugurado en Las Vegas el Museo de la Mafia. Y no he podido evitar pensar que deberían guardar un espacio para los ex directivos de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), que la han llevado a la ruina. Aunque en los 40.000 metros cuadrados del Museo Nacional de la Delincuencia Organizada también hay sitio para los políticos que durante años lo han permitido. Y que siguen haciéndolo.
La comisión de investigación de la CAM ha concluido. El silencio de sus responsables ha sido el protagonista con la excepción de su ex directora general, María Dolores Amorós, millonaria, al igual que sus colegas, tras años de servicio en la entidad financiera. Chula y con una desvergüenza que todavía no me explico, señaló que su cargo apenas tenía competencias. Y que las decisiones las tomaba el comité de dirección. Amorós percibía 593.000 euros al año, más bonus, más plan de pensiones, más paga de beneficios, más incentivos, más todo lo que quiso ponerse, porque nunca fue suficiente.
La avaricia ha hecho que los directivos se crean sus propias mentiras, como ha demostrado con descaro la única que se ha atrevido a hablar en el parlamento valenciano. Su desfachatez alcanzó máximos cuando se quejó del trabajo que le había dado el FROB en los últimos meses antes de su despido, pidiéndole informes sobre el estado financiero de la entidad. Otro personaje sin ocupación concreta pero con muchos beneficios ha sido Modesto Crespo, presidente de CAM. Propuesto por Francisco Camps, afirmó sin rubor que no tenía ni idea de finanzas, y que su cargo era institucional. Crespo se llevó solo en dietas más de 640.000 euros en dos años.
Sigan haciendo cuentas, porque todos estamos pagando las pérdidas de más de 1.011 millones de euros que los dirigentes de la CAM ocasionaron y ocultaron para obtener prebendas, según el Banco de España. Razón por la que están siendo investigados por la Audiencia Nacional. Todos cobraron indemnizaciones millonarias, y se repartieron su parte correspondiente de los 294.774 millones de euros de falsos beneficios que declararon en el año 2010.
Amorós no se cortó ni un pelo y recordó a los diputados que había recurrido su despido, que incluía una pensión vitalicia, y que la magistrada Paz Fernández Muñoz, declaró procedente.
Dejo aquí un párrafo de la sentencia: “Impidió que la entidad pudiera conocer su verdadera situación financiera, suministrándole un conocimiento absolutamente falso de su situación, intencionadamente originada, y evitó que adoptase las decisiones oportunas para reducir o mitigar el impacto de las pérdidas de la compañía, que han conducido a la intervención del Banco de España, con las consecuencias que ello ha provocado en la imagen de la entidad, en los clientes que tenían en ella sus depósitos y en la sociedad en general, dado que es dato esencial y no puede olvidarse, ha sido necesario la intervención del FROB suministrándole inicialmente 3.000 millones de euros, más una aportación adicional de 2.800 millones de euros”.
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Foto: El País
Comentarios
23 de mayo
Es una poca verguenza que personajillos como estos esten al frente de «presuntamente» instituciones legales. Mientras al resto d e ciudadanos españoles nos recortan sin previo aviso el salario, nos desprenden e inhabilitan los convenios colectivos, se mofan de nuestros derechos….ellos con total impunidad tienen la osadía de plantar cara a la opinión pública…¿¿¿DONDE ESTAN LAS CONSULTORAS AUDITORAS, DONDE ESTAN LOS RESPONSABLES DEL BANCO CENTRAL, DONDE ESTAN LOS POLITICUCHOS QUE DEBÍAN DE VELAR POR LAS BUENAS PRACTICAS Y LA ECONOMÍA YA INSOSTENIBLE??? y DONDE ESTA LA JUSTICIA EN ESTA ESPAÑA QUE YA NO TIENE NI PANDERETA PARA TOCAR……
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28 de mayo
¡Excelente artículo!… lo que está sucediendo en España, y en concreto en la Comunidad Valenciana, se escapa a toda lógica y, lo más peligroso y triste, a toda ética.
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