Estoy Indignado

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Alguien podrá dar validez a una Constitución, redactada entre cuatro paredes, “plebiscitada” bajo estado de sitio, con militares armados y de cara pintada, mesas constituidas por empleados municipales, con funcionarios votando hasta cuatro veces, como se ha reconocido, con un escrutinio tan fraudulento , que tuvieron que postergar por 2 años el Censo, para que no se notara tanto.

Estoy Indignado. Leí  la entrevista a Guillermo Tellier en el Diario La Tercera, en donde el actual Presidente del Partido Comunista, hacia algunos recuerdos de su vida en la clandestinidad durante la dictadura militar en Chile, y también reconocía que él  había visado (dio su visto bueno) tanto al atentado a Pinochet, como a la internación de armas, más conocida como carrizal bajo. No seré yo, quien vayaa defender a Tellier, es un líder bastante capaz, para defenderse sólo, pero sí estoy demasiado indignado como para callar, hoy no podría callar como lo tuvimos que hacer durante 17 años.

En el día de hoy muchos dirigentes políticos y del gobierno están haciendo declaraciones,acusando al  dirigente comunista de“reivindicar la lucha armada”, ¡qué cosa más terrible! Según los dichos de la ministra Pérez, los señores Larraín (ambos) Kast, y otros, a quienes en estas  líneas les quiero  recordar algunos hechos de la historia reciente de nuestro país:

Al 11 de septiembrede 1973, estaba plenamente vigente  la Constitución   de 1925, que entre otras cosa, otorgaba al Presidente de la República el carácter de generalísimo de las fuerzas armadas, y por lo tanto, éstas estaban subordinadas al poder civil; los omandantes en jefe  y el Director General de Carabineros, eran nombrados por el Presidente de la República.

Desde el momento  en que las fuerzas armadas, se sublevan contra el régimen democrático y legítimamente constituído, todo su actuar es ilegítimo; qué duda cabe, que el bombardeo a la Moneda fue un acto criminal y cobarde;  qué duda cabe que detuvieron, encarcelaron y torturaron a decenas de miles de compatriotas. Fui testigo, yo  lo ví,  el 17 de septiembre de 1973 (ya lo contaré en otra columna) unos 8 muertos maniatados y acribillados,  tirados sobre la avenida Macul , frente a la villa del mismo nombre, con overol de trabajo, algunos de Elecmetal , sé que mucha gente  vió esa escena por lo que debe haber más testigos.

Qué duda cabe, que se auto designaron  en cargos para los que nunca fueron electos, y mucho menos tenían las competencias para  desempeñarlos. Alguien podrá dar validez a una Constitución,  redactada entre cuatro paredes, “plebiscitada” bajo estado de sitio, con militares armados  y de cara pintada, mesas constituidas por empleados municipales, con funcionarios votando hasta cuatro veces, como se ha reconocido,  con un escrutinio tan fraudulento , que tuvieron que postergar por 2 años el Censo, para que no se notara tanto.

Por eso, estoy indignado, porque a 40 años de una de las mayores masacres que ha sufrido el pueblo de Chile, se critica a un dirigente cuando dice “sí, nosotros teníamos que defendernos”.

Les recuerdo a quienes tanto critican que el derecho a la legítima defensa, está contemplado en la mayoría de las legislaciones modernas;  les recuerdo además  que el marxismo,  tiene menos de 2 siglos de antigüedad, y mucho más jóvenes son las utopías comunistas, pero el  Tiranicidio, nace de la antigua Grecia, validado después por Santo Tomas de Aquino en su “Gobierno de lo Príncipes”, y un poco más  tarde  con la Independencia de Estados Unidos en aquella frase de Thomas Jefferson,  “ El árbol de la libertad  debe ser regado con la sangre de los patriotas y de los tiranos”.