En unos años más, Chile habrá alcanzado un ingreso promedio por habitante cercano a los 20 mil dólares: ¿nos convertirá eso en un país desarrollado? Es importante no confundir desarrollo con crecimiento económico y comprender que la evidencia internacional demuestra que cuando se llega a esa cota de ingreso por habitante, la clave para lograr mayor bienestar para la población es mejorar la distribución del ingreso más que el crecimiento de la economía.
Es necesario definir hoy qué tipo de sociedad queremos construir en Chile durante los próximos veinte años, y abordar ahora, los cambios necesarios para sentar las bases de ese futuro. Esa tarea nadie la hará por nosotros.
Debemos dar un salto cualitativo y de largo plazo, definiendo políticas de Estado en un conjunto de materias. Hoy, los dirigentes y políticos no pueden hacerlo solos. Hay que abrirse a la ciudadanía. La sociedad tiene que ser convocada y escuchada para acordar, más allá de las diferencias políticas, un conjunto de temas que expresan los grandes desafíos del futuro.
Es el momento de cambiar de mirada. Chile tendrá que enfrentar al menos siete desafíos en los próximos veinte años, y para ello requiere de la suma de todos y de una ética social que sea la base de un gran pacto fiscal que sea capaz de disminuir las desigualdades generadas por el mercado. Estos desafíos son:
1) Democracia 2.0
2) De la gradualidad a la revolución en educación
3) Avanzar a una sociedad de garantías y obligaciones
4) Chile nodo y las mejores ciudades para vivir
5) La población como motor del desarrollo
6) Crecer quebrando la tendencia en la distribución de ingreso
Es el momento de cambiar de mirada. Chile tendrá que enfrentar al menos siete desafíos en los próximos veinte años, y para ello requiere de la suma de todos y de una ética social que sea la base de un gran pacto fiscal que sea capaz de disminuir las desigualdades generadas por el mercado
7) Chile, potencia en energías renovables
Compartimos a través de esta entrada, una propuesta sobre estos desafíos, que se irá completando y enriqueciendo en la medida en que más personas participen. Es un documento en proceso de discusión, para pensarlo y debatirlo con todos y cada uno de los chilenos y chilenas. Esperamos que estas ideas sirvan para iniciar un debate.
Debemos trabajar en torno a la red y crear asimismo nuevas redes, pero también estar disponibles para compartir y discutir en debates presenciales a lo largo de todo Chile. Porque el gran hilo conductor que cruza estos siete desafíos es de qué manera Chile empieza a mirarse y a ser visto desde cada una de sus regiones. Es indispensable, entonces, que cada uno de estos desafíos esté atravesado por la mirada regional y se haga cargo de nuestra diversidad social y cultural.
Los invitamos, entonces, a discutir, participar, criticar y aportar en torno a esta propuesta. El Chile del 2030 nos pertenece a todos y entre todos lo debemos construir.
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Foto: Chile en colores – Voj / Licencia CC
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vbachelet
Lo fácil sería marcar distancia con el documento de Ricardo Lagos. Fácil porque hoy es popular denostar y culpar a toda autoridad de los gobiernos de la Concertación por todos los males que nos aquejan hoy, incluyendo la instalación de la derecha en plenitud en el aparato estatal, sin contrapeso en su poderío.
Fácil también sería hacer una crítica desde la izquierda a su visión de país, ya que la matriz intelectual desde donde desarrolla y levanta su propuesta no es precisamente desde los “clásicos”, como quizás hubiese hecho yo, partiendo desde un análisis de la contradicción principal y secundarias, para entonces desprender las tareas del momento.
Pero en esta “revisión por pares postpublicación” voy a evitar entrar en ese camino ya que tengo la sensación de que Ricardo Lagos está haciendo una contribución a la causa que tenemos muchos en Chile de buscar una solución a la gran contradicción que aqueja nuestro país, cual es la profunda desigualdad que lo cruza, cuya raíz principal se encuentra en la enorme concentración de poder y capital político y social en manos de muy pocos, y en desmedro de las grandes mayorías de concuidadanos que terminan completamente excluidos de los beneficios de un modelo de desarrollo que los deja mirando desde fuera aquello que pudo ser y no fue.
Vamos a la crítica.
Lagos plantea desde el inicio de su documento que Chile está en la senda de llegar a ser un país desarrollado, y que ello está próximo a ocurrir, digamos dentro de un período de años expresados en 1 o 2 dígitos. Lagos se refiere a esto como algo bueno. ¡Quién pudiera no estar de acuerdo! Y nos ofrece una comparación en algunos indicadores como esperanza de vida e índice de felicidad, mostrando que países con desarrollo y riqueza bien distribuidos tienen mejores resultados. Es sugerente esta descripción porque nos ilusiona inmediatamente con la idea de que no falta mucho para vivir más y mejor. Pero luego nos señala algo sabido: sólo los países más iguales pueden demostrar los beneficios señalados; los desiguales empeoran en sus resultados, aún cuando tengan elevados per capita.
El llamado a hacer de Chile una sociedad más igualitaria es un buen llamado. Es correcto. Es ética y políticamente fundado. Permite llegar a un público amplio, no politizado, y convocarlo a buscar los caminos colectivos para producir los clivajes necesarios para la construcción de un nuevo contrato social en Chile.
El año pasado yo preparé una presentación sobre el tema de salud que di en varias partes, inicialmente en la FENPRUSS a invitación de su presidente Claudio González, llamada “Una Cuestión Previa y 10 Preguntas”. Al igual que Lagos, mi cuestión previa era la desigualdad, cómo esta se expresa en mi sector, el sector salud. Digo esto porque concuerdo con la aproximación de Lagos en orden a que cualquier propuesta de soñar Chile con hoja en blanco pasa por haber borrado el fondo actual que ennegrece el panorama: la desigualdad. Una vez que nos hacemos cargo políticamente de esta realidad, con honestidad y claridad intelectual, es que podemos plantearnos las preguntas de cómo construir algo mejor.
Luego él señala algunas cuestiones que dicen relación con lo que se ha hecho en estos últimos 20 años. Algunas aparecen de color rosa, y otras permiten entrever grises.
Primero, la pésima distribución del ingreso en Chile ha sido parcialmente amortiguada por una agresiva política social de subsidios medianamente focalizados. Esto es lo que hizo la Concertación. Esto es lo que sigue haciendo este gobierno de derecha. Pero Lagos señala correctamente que ya no es posible seguir transitando por ese camino que, en buenas cuentas, es una manera de dar una aspirina frente a un cuadro febril (la exclusión social y económica de las mayorías) cuyo diagnóstico de base no es un resfrío común si no que un cuadro séptico de pronóstico claramente reservado y de alta letalidad. Entonces, ¿combatimos este desastre de desequilibrio de poder entre los que tienen y los que no tienen con políticas de parche, impuestos específicos, confianza en el chorreo que nunca llega, más cárceles y más penas, vouchers, bonos y concesiones sociales que sólo transfieren preciosos recursos fiscales hacia proveedores subsidiados de bienes públicos interesados en el lucro? ¿O avanzamos con decisión hacia algo que incluso planteara el candidato Enríquez-Ominami como eje de su programa electoral, un nuevo pacto fiscal como dice Ricardo Lagos con claridad en su documento?
Claramente el tema impositivo en Chile es uno de los temas de fondo. Sí, debemos hacer una reforma tributaria profunda. Debemos avanzar hacia un sistema de tributación basado probablemente en impuestos generales que cierre la escapatoria legal que tienen los ricos para pagar impuestos proporcionalmente risibles. Exceptuando los ingresos fiscales por concepto de royalties y cobre, Chile recauda principalmente por el 17% de impuesto a empresas y por IVA. La estructura impositiva chilena es esencialmente regresiva. Esto tiene que cambiar.
El otro tema de fondo que nos presenta Lagos, aunque con pocos párrafos de dedicación, es el del sistema binominal. Ciertamente no es posible construir una sociedad más democrática si no se reforma este sistema perverso que distorsiona la voluntad popular. Es una tarea fundamental que no puede seguir siendo eludida por las fuerzas políticas de la oposición.
No sé si yo hubiese planteado los siete desafíos que menciona Lagos. Yo siempre he pensado en el concepto de las cinco reformas; dos reformas transversales (la política y la tributaria) y tres sectoriales (educación, salud y previsión). Pero es refrescante leer su sueño de país y nos da una orientación de que podríamos construir una sociedad solidaria en vez de competitiva, amable en vez de amargada, amigable con su entorno en vez de depredadora. Se nota la huella que deja en Lagos su cargo de “Capitán Planeta” como cariñosamente se le dice y se agradece que uno de los nuestros se haya empapado en profundidad en una ideología verde y de economía sustentable.
Pero en todo esto uno termina la lectura con una dosis de escepticismo no menor. Todo muy bien, pero ¿cómo lo hacemos? ¿Basta sólo con plantear la visión de país? ¿El ideal de un mundo mejor? Eso nos lleva a la crítica a los utópicos, y Lagos no es un utópico, por lo que supongo que el documento de hoy es un inicio para la discusión y que él mejor que nadie sabe que esto se debe concretar en una acción política.
Y aquí surge el nudo de fondo. Cómo nos hacemos cargo de la tremenda injusticia de distribución del poder político y cultural que existe en nuestro país, donde todos los dados están cargados por la sobrerrepresentación económica, cultural y política que tienen instituciones tan variadas como las familias más ricas organizadas en holdings de sociedades de inversión, la Iglesia Católica con un entramado conservador que llega capilarmente a todos los rincones de la sociedad borrando muchas veces en las conciencias de las personas la separación hace décadas establecida entre Estado e Iglesia, la UDI con su exagerado y grosero control vía 40 diputados instalados espuriamente gracias al sistema binominal en uno de los poderes del Estado, el sometimiento escandaloso de todos los medios nacionales establecidos – particularmente la televisión abierta – a la ideología dominante, y la instalación en la cultura colectiva de que el camino a la sobrevivencia de cada uno de nosotros es a costa de los demás y no en concierto con los demás. ¿Cómo lo hacemos para revertir tal desgracia?
La invitación entonces, en este pensamiento colectivo, es a buscar cursos de acción. Plantearse como lo hace Lagos en este documento, que debemos luchar juntos por instalar en Chile un Estado de Bienestar basado en los derechos y en la defensa social de bienes públicos es hoy una idea revolucionaria, porque los intereses que se tocan con una transformación de este tipo son gigantescos.
Pero el camino estará plagado de buenas intenciones. Ahora hay que seguir el esfuerzo de Lagos, que se dio el tiempo de pensar y de escribir, y trazar la ruta. Dicho sea de paso, no le tengamos miedo a la movilización social, ya que sólo esta logrará destrabar las contradicciones que aquejan nuestro querido Chile. Eso es hacer política.
Vivienne Bachelet Norelli
PD: Yo siempre he recordado a Ricardo Lagos por dos cosas en particular. Su programa de las 900 escuelas más pobres cuando fue ministro de educación; y la Reforma AUGE cuando fue presidente. Curiosamente en su documento menciona ambas. Sólo un dato freak.
esilvau
A todas luces su documento representa un honesto esfuerzo por tirar una flecha hacia el futuro y llevarnos a reflexionar sobre como debiera ser un país justo y bueno. Cada uno de los puntos que aborda tiene robusto fundamento académico por lo que funciona bien si el mundo fuera determinado solo a partir de lo conocido y de lo evaluado.
Su análisis tiene la mirada del estadista letrado que mira desde la colina, con todos los instrumentos que tiene construye modelo bastante lineales que le dan algo así como la tranquilidad de decir : «Nosotros los que nacimos para gobernarlos, tenemos razón», confiados en que la ciudadanía nuevamente depositará esa codiciada «confianza pública» en ustedes o en usted en particular, con la comodidad, y por que no decirlo, con ese letargo que lo ha hecho hasta ahora, firmando un cheque en blanco para que la casta política se haga cargo de su destino. En ese contexto su documento funciona todo lo bien que un ciudadano adormecido pudiera esperar: «Papá gobierno, nuevamente ha pensado por mí y solucionará lo que haya que solucionar».
Le invito a erosionar sus soluciones con la integración de mecanismos que le permitan contaminar su solución académica con participación ciudadana. Pero para eso hay que educar: la magia aparente de tener ciudadanos a un clic de distancia es menos esperanzadora de lo que aparenta, pues los más vulnerables siguen siendo excluido de esta nueva plaza de la democracia y si hay algo en que usted focaliza su discurso es precisamente en como generar condiciones para que los excluidos dejen de serlo.
Le invito también a complementar ese párrafo en el cual dice que «tenemos que escucharlos», pues Presidente el mar y las canciones se escuchan: con la gente se trabaja, se discute, se reflexiona, se construye.
Sabe Presidente?, yo trabajé en el sector público 5 años, tuve la suerte de diseñar la política pública que implementó la Red de Telecentros delPprograma Quiero Mi Barrio, que puso telecentros en 200 barrios vulnerables con el objetivo que la gente se apropiara de la TIC y tuviera por primera vez en la historia, la capacidad de trabajar en red: 200 barrios de gente que comparte experiencias y reflexiona en línea para superar las problemáticas que le aquejan. También tienen la posibilidad de levantar contenido local acción básica para poner en la red noticias que hablen de lo que pasa en su barrio, más allá de lo que los medios cubren poniendo una lupa solo sobre los hechos lamentables.
Al igual que usted para diseñar dicha política, desde la arrogancia de mi banquillo de experto me leí todo lo que fundamentara o avalara el sentido y los objetivos a instalar. Hasta que llegue a un texto de Boaventura Santos de Souza y lo que leí por primear vez encontré que verdaderamente tenía sentido: aprendí lo que era la justicia cognitiva, que no es otra cosa que pasearme por lo barrios en donde vivían las personas destinatarias de la política pública y ponerme aprender de ellos, sin venderle mi solución, sin sacarle mis gráficos, sin refregarle mi formación, ni mi cargo, sin pedirle pleitesía al gobierno de turno, aun cuando fuera MI Gobierno, sin esperar que voten por mi partido en las elecciones próximas.
La justicia cognitiva es abrir la discusión con la humildad suficiente para reconocer que el «otro» que parece frágil, que no ha pasado por la universidad muchas veces, pueda derribar con dos frases, el paper del señor con PH.D.
Es hablar con la gente como lo hacíamos antes en dictadura , cuando nadie iba con calculadora a una reunión en el punto donde tenía que revertir la baja votación del partido en la elección anterior, porque no se podía acceder al poder , porque todos eramos de cierta manera más iguales.
Yo he tenido, al igual que usted, la suerte de tener una formación bastante sólida, de esas que en apariencia nos hacen comprar un buen paquete accionario de «la verdad», pero sabe? esa verdad es mucho más VERDAD cuando se construye entre todos. Lo que más sé de telecentro me lo han enseñado los operadores de telecentros que viene en nuestros barrios y sus dirigente, he aprendido más que de los libros y los paper que he tenido que leer.
Siempre es un golpe al ego descubrir que no teníamos razón, pero sabe? es una alivio inmenso saber que hay millones de chilenos silenciosos que conocen miles de maneras de superar lo que nosotros llamamos condiciones de vulnerabilidad» y ellos llaman » su vida». Trabajar con la gente no es un perdida de protagonismo, porque ese protagonismo al que tanto espera quien quiere ser aclamado por la ciudadanía se puede alcanzar siendo el que más trabaja con ellos y ellas, pro sin pedirle en lo inmediato solo el voto necesariamente, para olvidarlos a los dos días de haber asegurado un sillón.
Como líder nacional, que tiene la capacidad de influir en su clase política tiene un gran desafío. Ese desafío no es el de conquistar la Moneda otra vez: su desafío es volver a creer en la gente y estar dispuesto a trabajar con ellos/as antes, durante y después de un proceso eleccionario.
Las TIC nos permiten tener a las personas metaforicamente a un clic de distancia y eso cambia gravitatemente la democracia de los noventa a la compararla con la del 2011, pero uno debe volver a creer en la gente, debe reconocer que las necesita y trabajar con ellas, para que sea verdad aquello que usted declara como «construir el nosotros».
Le invito Presidente a conocer la Red de Telecentros del programa Quiero Mi barrio, que funciona a pedsar de que la actual administración ha retrasado en un año la incorporación de la metodología de trabajo que le asegura sustentabilidad. Una red que fue reconocida en los E-India Awards 2010 como una de las mejores iniciativas del mundo como modelo de telecentros comunitarios y que la Subtel pidió que nos bajáramos del concurso.
Una Red que es claro reflejo de una nueva manera de hacer ciudadanía, de generar espacio y que en la actualidad solo sobrevive gracias a que aquellos que usted dice que «hay que escucharlos» se han tomado la política pública y la han impregnado de sus sentido, la han hecho de ellos y de ellas. Le invito a conocerla, a defenderla, le invito a hacer lo mismo que yo hice, a aprender de ellos.
dsepulveda-vtr.net
Particuarmente en dos de los puntos indicados por usted, «Chile nodo y las mejores ciudades para vivir» y «Chile, potencia en energías renovables», es necesario avanzar en la gran tarea pendiente de un ordenamiento y gestión racional de nuetro territorio, en la cual no solo no se ha avanzado, sino que incluso hemos retrocedido en los últimos años. Las energías renovables no van ser una alternativa económicamente comeptitiva si continuamos subsidiando por la via del daño ambiental a plantas contaminantes como Castilla o Campiche. Si le exigieramos a las plantas termoeléctricas (especialmente a las de carbón) que almacenen sus emsiones, el aumento de costos posiblemente fortalezca la alternativa de energías renovables. Pero para eso, tenemos que tener claro cuales son los estándares ambientales que vamos a exigir, o cual es el marco de daño ambiental máximo que vamos a tolerar en pos del crecimiento económico y el bienestar. Y también tendremos que saber qué zonas del territorio vamos a considerar más vulnerables o requieren un tratamiento particular. Con respecto a las ciudades, ni hablar, la tendencia ha sido fortalecer la regulación urbanística que no discrimina realidaes urbano-territoriales diversas, dirigida desde un escritorio de Santiago, reduciendo las facultades de planificación local y dejando a los organismos que deben cautelar el bien común con las manos atadas para dar mayor espacio al mercado. Un plan regulador prácticamente no tiene facultades para establecer medidas de protección eficaces frente a un tsunami por ejemplo, no puede regular la arquitectura ni los estándres de construccion y las pocas facultades que podría tener, como generación de vías y zonas de utilidad pública, tienen fecha de expiración y si en dicho período no se realizan expropiaciones respectivas, caducan oara siempre.
Hoy más que nunca se hace necesaria una reforma sustantiva a la planificación urbana-territorial, revisándola desde sus principios básicos. Ella se sustentó inicialmente en la visión neoliberal ya autioritaria de la dictadura y, si bien en los 20 años siguientes se democratizaron y descentralizaron procedimientos, en la misma medida se le restó facultades a los instrumentos locales y regionales y se limitó el ámbito de acción del Estado tras la presión de garantizar crecimiento económico. Es necesario revisar desde las facultades del Estado a limitar la libre disposición de la propiedad, hasta las metodologías de planificación y gestión de nuestras ciudades, pasando por las compensaciones a las partes involucradas, por los instrumentos de planificación, por la incorporación ciudadana en la discusión urbana-territorial, por la gestión del patrimonio (cultural y ambiental) etc. Yo siempre digo que esa era la gran tarea implicita en la convocatoria que Usted hizo al país el 21.05.2000 cuando habló de las reforma a las ciudades, y que los miembros de su gobierno -del cual yo tambien formé parte- no fuimos capaces de recoger la convocatoria presidencial para llevar a cabo,..es cierto, hicimos otras cosas, también necesarias. pero a estas alturas la postergación de esa tarea central ya no da para más.
alvaroneira
Quisiera partir agradeciendo la posibilidad de pensar Chile más allá de la contingencia y perspectivas de corto aliento. Así también, por refrescar con ideas y sin sensacionalismos el debate público, apuntando a la convergencia ciudadana sin sesgos ni limitaciones.
Resulta sumamente honesto posicionar al Estado como principal responsable de conciliar desarrollo, crecimiento y bienestar social, desde una perspectiva en que este coloso no es la exclusividad de la autoridad de turno, sino el compromiso férreo de una sociedad que apuesta a la sustentabilidad de la misma, profundizando y consolidando su democracia, rectificando su historia, y por sobre todo, dialogar abiertamente acerca del país que estamos construyendo y queremos.
No puedo si no remontarme a las voluntades políticas para sumergirnos a compartir las diferentes visiones, en particular acerca de lo que parece trascendental, lo que no hace referencia al tamaño del Estado, sino sobre su rol en la provisión de bienes públicos. Para ello es indispensable la modificación de la carga tributaria actual. Constando que aquí el tema no es ideológico, sino estratégico.
Puntualizando en la política, en su calidad, quisiera asentar la alarmante preocupación acerca del sistema electoral y su ingeniería, en cuanto la composición geográfica de distritos y circunscripciones, algo que igualmente no se condice con las realidades socio-demográficas existentes, estrechando y limitando la voluntad ciudadana. Valoro de sobremanera el hecho de que la política vuelva a ser el centro, desde la institucionalidad hasta sus actores, primando la ética pública y los interés colectivos.
alberto
Ricardo Lagos propone generar una discusión ciudadana con un documento escrito desde supuestos doblemente autoritarios. Primero, asume como certeza el acto de fe neoliberal del chorreo. La desigualdad sería un problema una vez que Chile alcanzara un umbral de acumulación expresado en el ingreso per cápita de los 20 mil dólares. Es decir, Chile ha sido conducido por una senda de crecimiento económico sin desarrollo social y luego de avanzar en ese camino debiera transitar, también, el de la redistribución. Nada muy distinto a lo que planteara Hernán Buchi en 1989. Al mismo tiempo, Lagos plantea que la democracia chilena es imperfecta es tanto los partidos han tendido a cerrarse en si mismos, en torno al Congreso y al Gobierno. La modernización democrática, sugiere, consistiría en que estas instituciones comiencen a escuchar más a la gente. Lavándose los oídos, pasaríamos de lo que la Derecha denominó en 1990 la “partidocracia”.
Desde esta doble lógica, sin embargo, Lagos hace algunas propuestas interesantes. Nada que no aparezca en los programas de Gobierno de la Concertación desde hace veintitantos años: agregar valor a las importaciones, mejorar calidad de la educación, asegurar mayores prestaciones de salud, impulsar las energías renovables, aumentar la participación ciudadana. Construir, concluye, construyendo “una sociedad mejor basada en los valores de la justicia, la solidaridad, la libertad, la democracia. Para lograr una vida mejor y más digna para todos los chilenos y chilenas¨. Ni Aylwin ni Piñera lo habrían dicho mejor. El ejemplo para esa construcción, escribe Lagos, sería la movilización social de fines de los 80s pero, ahora, ¨debemos conectar con” las organizaciones de la sociedad civil y a ellas “explicar por qué Chile necesita dar este paso”. Rescatar una épica perdida, llevar la buena nueva (la vieja buena, más bien) a una sociedad civil que no sabe que debe volver, como en 1989 y 1990, a delegar su soberanía en representantes que se llaman a la modestia.
El documento de Lagos puede ser un aporte para que Quinto Poder aumente su alcance como plataforma para la discusión. Ello es positivo, la plataforma es ampliamente democrática y se requieren puntos de encuentro para un debate que escape a la dispersión de los esfuerzos y a su instrumentalización por instituciones escasamente representativas. En términos económicos, políticos y sociales, sin embargo, el documento de Lagos muestra que desde marzo del 2000 no ha aprendido mucho. La noche en que Lagos asumió, luego de ganar por escaso margen a Joaquín Lavín, salió al balcón de La Moneda a saludar a una concurrencia que estaba allí más por curiosidad en una presidencia socialista que por confianza en su Gobierno. El grito de la multitud pedía unánime “Juicio a Pinochet”, quien había regresado a Chile gracias a las gestiones del Presidente Frei y su Canciller José Miguel Insulza. Éste pasaría esa noche del 11 de marzo de la Secretaría General de la Presidencia al Ministerio del Interior. La respuesta de Lagos, quien ganó gracias a los votos de la izquierda extraparlamentaria, fue “hemos escuchado el mensaje del pueblo”. Algo que volvió a repetir su hijo, ante la derrota de Frei frente a Piñera: “hemos escuchado el mensaje del electorado”. Como si estos mensajes trajeron las claves para la salvación de su coalición política, Lagos papá plantea que ahora si, con humildad, la gran tarea de los políticos profesionales -podemos suponer- es ser modestos y “abrirse a los ciudadanos”.
Entonces, como ahora, las señas de que un mensaje de transformación, de justicia y participación social ha sido “escuchado” desde las alturas del poder parece más que dudoso: siguen suponiendo que tienen alguna razón, cuando cada vez representan a menos chilenos y chilenas, para ser soberbios. Y enviar, recauchadas en cifras actualizadas, viejas propuestas de buena voluntad que, cuando han sido gobierno, se han materializado privilegiando los dos supuestos fundamentales que Lagos E. mantiene intactos: que la democratización económica es asunto del futuro y que es posible disociar crecimiento e igualdad, y que la democratización es tarea de partidos e instituciones del Estado. Desde esos supuestos, es improbable que la Concertación aprenda a leer los misteriosos mensajes ciudadanos. Y tampoco es muy importante. Lo relevante es que sean los chilenos y las chilenas las que aprendan a escuchar estos mensajes que caen Olimpo, reconocer el eco de viejas promesas, y confiar nuevamente en las capacidades transformadoras de sus propias organizaciones, proyectos y demandas –como hicieron tantas veces antes, a veces en beneficio ajeno.
claudio-zuniga
Cito a Erika SIlva, quien también comenta esta publicación «Su análisis tiene la mirada del estadista letrado que mira desde la colina», me hace recordar «el principe» de Maquiavello. Resulta muy distinto estar abajo donde se vive las planificaciones de quienes administran nuestra soberanía, quien tiene que sudar para sobrevivir mira con ojos cautelosos cualquier idea de cambio de quien es parte de la cúpula política de la sociedad.
Y pareciera que nadie recordara que la Constitución Política actual es una herencia de la dictadura militar, aquella que tanto dolor causó a nuestro pueblo. Para que todo cambio o pretensión de tal sea efectiva debemos comenzar por redactar una nueva constitución, es la base para poder soñar con una sociedad más «igualitaria» y transparente, para que la idea de crecimiento económico se acerque a la de desarrollo económico, no se puede pretender una ciudadanía activa si sus cimientos son estructucturas añejas que incentivan la continuidad de injusticias sociales y de intereses empresariales monopólicos.
Ahora bien, la construcción de una sociedad más justa, de una nueva constitución o de cualquier proyecto que nos concierna a todos, nos debe al mismo tiempo considerar a todos en cada paso de su creación, si se pretende una sociedad más justa esa sociedad debe ser hecha por todos aquellos que la integran, basta ya de pensamientos arcaicos como que los proyectos políticos deban ser dirigidos por un grupo de «elegidos» o «intelectuales» que piensen por nosotros, basta ya que la participaciòn ciudadana se reduzca a un voto, una o «Democracia 2.0″ comos se señala en el texto, que es para todos los casos una Democracia verdadera debe en primer lugar darle voz y poder a cada ciudadano de este país para que su voluntad se transforme en voluntad soberana, en que la » cosa pública» no quede como una utopía, sino que podamos vivirla y desarrollarla de manera tal que todo el país sienta que no es una quimera la idea de construir una sociedad justa.
kangrejoman
yo también quiero un país desarrollado,
pero desarrollado del corazón y de la mente
pavermi
En pocas palabras. Danilo tiene razon,
jorge1812
Luego de leer el texto Chile 2030, hay varias conclusiones previas –como primera apreciación- que se pueden establecer en términos generales.
El primer y más importante desafío político y ciudadano es democrático institucional. Sin eso, el resto es discusión fútil, porque todo está relacionado con el tema democrático en cuanto contra pesos al poder político y corporativo, tan claramente asociados. En eso concuerdo con Lagos, aunque él también fue parte de esa asociación en su momento.
Se necesita distribuir el poder político, no concentrarlo en los partidos, el gobierno de turno y sus caudillos impuestos a dedo. Se debe descentralizar el poder. La toma de decisiones políticas y económicas debe competer a los ciudadanos, en sus comunas, sus ciudades y regiones.
Por eso, un factor determinante es el fortalecimiento de las instituciones democráticas, y eso no es sólo rol de los partidos políticos sino de los ciudadanos.
Porque algo que no menciona Ricardo Lagos en su escrito, es que las propias élites políticas -aquellos que toman decisiones desde los partidos- son un factor de la desigualdad política y económica. Aunque se digan igualitaristas.
Porque la dura realidad es que: mientras aquellos que deben tomar decisiones de orden político, a nivel central y local, sigan estableciendo privilegios de todo tipo para sí mismos, es difícil avanzar en cualquiera de los temas propuestos o evitar la imposición de intereses particulares gracias al lobby político-corporativo, por sobre derechos de otros ciudadanos comunes sin poder real.
Por lo mismo, mientras no se constituya un sistema electoral altamente competitivo que incluya: la elección de gobernadores e intendentes; la posibilidad de remover a los malos gobernantes; que impida cupos garantizados para coaliciones y arreglos entre élites como trueques descarados, no tiene ningún sentido establecer un voto obligatorio amparado en inscripción automática.
Ese voto obligatorio, sin evitar los malos anteriores, convertirá a los ciudadanos comunes, en prisioneros de las élites político-corporativas reinantes, y fortalecerá aún más la partidocracia imperante, que seguirá compitiendo con los intereses ciudadanos.
Debemos ser lo suficientemente honestos para distinguir una democracia efectiva de una pseudo democracia. Chile tiene los elementos para desarrollar lo primero, recursos de acción, crecientes valores de autoexpresión y una base mínima de instituciones democráticas. Falta la voluntad política de las élites de los ciudadanos.
Porque el deber del ciudadano es proteger la democracia desde sus diversas instituciones, no a las élites políticas. Si las élites representantes son mediocres o se alejan de sus representados, el deber del ciudadano es no votar por éstas, y propiciar nuevos liderazgos más allá de los partidos incluso. El voto es un instrumento democrático no un deber democrático.
Para ese proceso, se necesitan nuevos liderazgos más allá de élites tradicionales y ciudadanos más autónomos, independientes, con valores de auto expresión (léase Christian Welzel y Ronald Inglehar), dispuestos a exigirle al poder, y no simples feligreses de líderes y caudillos políticos. La tarea es compleja en ese sentido.
Es claro que en el texto falta el Cómo…
Para responderlo, lo primero que se debe hacer es propiciar y fortalecer más instituciones democráticas y a la vez ampliar el debate más allá de partidos políticos y los caudillos de turno…Son los ciudadanos los llamados a responder al cómo, mediante el diálogo democrático, que es la base de la política.
Saludos
gonzalo-araya
Cuando conducía a mi trabajo escuché a Ricardo Lagos en la Cooperativa hablar sobre su documento, que me parece un esfuerzo muy interesante por tratar de elevar la discusión y debate sobre el futuro, discusión que prácticamente no existe, y dejar de lado la cosa pequeña que no nos lleva a ningún lugar.
Buen esfuerzo, pues son pocos los políticos que tienen una mirada global como el ex Presidente Lagos. La mayoría se preocupa más de su parcela de poder y el corto plazo es su meta.
Lagos nos propone varios puntos interesantes y que requieren una mirada más profunda. No es más que un punto de partida que debe ser tomado por expertos y desarrollado con mayor profundidad. Pero es un gran aporte, que nos hace pensar qué queremos para el futuro de nuestro país.
Mis respetos y felicitaciones a su autor.
es-asi-nomas
Estimado Don Ricardo:
6 de los siete puntos que usted menciona, fueron los que me indujeron a creer, hace 21 años atrás, que podríamos llegar a concretarlos en un plazo esperanzador con el triunfo del NO. El tema de las energías renovables era un planteamiento incipiente en esa época y por eso no lo incluyo.
El sistema binominal es el salvavidas de plomo que han tenido nuestros sueños de equidad en todo ámbito de cosas. La casta política, y perdone este adjetivo que molesta a muchos pero no encuentro otra definición, se ha sentido absolutamente segura de su propia continuidad alternando parientes y amigos como es de conocimiento público. Esta seguridad ha hecho perder el punto de referencia, talvez en un principio involuntariamente, del sentido real de una democracia. Los ha instalado en la comodidad sosegada de la arrogancia propia de los dueños del poder.
La voz de las urnas ha sido tomada como un mero requisito para cumplir la ley. Con el egoísta fin de aliviar la conciencia de los elegidos al cumplir lo que la constitución exige y punto.
Si un político dependiera realmente del voto uno a uno no cabe duda que la entrega a sus votantes sería efectiva.
Es el binominal el primer cambio urgente que hay que hacer con miras al futuro.
Sueño Don Ricardo con que usted nos convoque a una marcha pacífica para constituir una Asamblea Popular, única alternativa que tenemos para abolir esa acequia que huele mal y que nos separa de una correcta equidad. Sueño que la Señora Bachelet también oiga su convocatoria. Así como yo acudí para elegir a ambos como mis Presidentes.
chilenoblack
Estimado Presidente
los 140 caracteres de twitter han desarrollado mi capacidad de escribir poco pero muy directo.
Digo esto porque para acoger la nueva mirada 2.0 que usted manifiesta, es necesario ponerse a tono y mis antecesores en comentarios no lo comprenden aun.
Muy en concreto extraño en sus ideas, el que urge poner a Chile en el «barrio» pero no como el niño distinto de la clase sino que como unos que convoca y atrae. Nuestra integración regional es nula y las malas experiencias pasadas parecen reforzar esta actitud. Veo en ello un error que urge resolver.
Para esto hay que entender y acoger a nuestros vecinos Sudamericanos. No bastan abrazos.
Nuestra sociedad y sus lideres debemos caminar en este sentido segun creo
rlagos
Bienvenidos todos los comentarios, incluso aquellos que no me dejan parado ninguno de los pocos pelos que me quedan.
Me gustaría que esta conversación siguiera durante el fin de semana y el próximo tiempo. El lunes espero poder responder a algunos de sus aportes.
En una primera lectura, me parece importante coincidir en que le falta el cómo a este documento, pero reitero que es una propuesta en construcción y esa pregunta es parte de lo que debemos pensar colectivamente.
Rescato el muy interesante concepto de justicia cognitiva: la equidad parte por reconocer al otro en su realidad. En la misma línea, coincido que no debe ser la burocracia la que debe definir las regulaciones de las ciudades, sino cada urbe en forma autónoma.
Y me excuso anticipadamente si alguien cree que he defendido alguna vez el “chorreo” –acto de fe neoliberal. Está lejos de mi pensamiento económico.
lgutierz
Estimado Ricardo, concuerdo plenamente con el documento y el aporte de los comentaristas; pero para mi lo mas importante, es sin duda verlo en este espacio respondiendo, me da la sensacion de escuchar al pueblo. Le envios saludos desde Concepcion.
esilvau
Presidente, acompáñeme a conocer la Red de Telecentros del Programa Quiero Mi Barriio, estoy segura que proyectos como este, con un apoyo real de la autoridad, pueden transformara a nuestro país.
socialdemocrata
Don Ricardo
tendremos que esperar hasta el 2030?.
Voy a ser super franco y sincero y espero que eso no se confrunda con falta de respeto.
Los 4 gobiernos de la concertación fueron «cobardes» y se preocuparon mas de cogobernar con la derecha que de hacer los cambios radicales y estructurales que nos permitieran a los chilenos como sociedad sentirnos orgullosos de sus gobernantes.
Sr Lagos, muchos de los cambios expresados en su documento los podría haber hecho en su mandato.Gracias a que usted en particular y la concertación en general nunca se atrevieron a dar el paso definitivo hacia una sociedad mas justa y de verdad solidaria, ahora tendremos que esperar hasta el 2030, si es que la derecha se lo permite.
madscientist
Don Ricardo:
Me he registrado con el unico proposito de razonar sobre su paper. Me han parecido muy interesante las propuestas de como lograr que Chile llegue al desarrollo en un futuro no muy lejano, sin embargo, surgen interrogantes, por ejemplo; dentro del paper no se ha comentado nada sobre el combustible que potencia los cambios propuestos, me refiero a la forma de ser del chileno.
Me parece muy importante cambiar la manera de ser y actuar de los chilenos si es que queremos lograr ser reconocidos como un pais desarrollado, en muchas ocasiones hemos escuchado el termino «es la raza la mala», al caracterizar situaciones como por ejemplo los saqueos con Plasma incluido post terremoto, o los «desmalezamientos» de la Refineria en Con Con por alla back in the nineties…
El punto es el siguiente: Si realmente queremos generar un progreso sostenido, tenemos que dejar de tener esa actitud de que la ocasion hace al ladron. Esta actitud existe en todos los estratos sociales, ya sea desde un simple hurto en una oficina, hasta un «robo legal» mediante intereses excesivos y clausulas abusivas de las grandes empresas y monopolios o de aquellas asignaciones politicas de escaso o nulo valor agregado financiadas por los contribuyentes.
Entiendo que la mentalidad del chileno podria cambiar, si es que el estado provee las condiciones necesarias para que asi sea, no obstante, me parece razonable pensar que en la actualidad, cualquier medida orientada a elevar los impuestos a las utilidades de las empresas, desafortunadamente podrian terminar con un alza encubierta de los respectivos precios a los consumidores quienes en el fondo, estariamos financiando el asunto
Bueno, ojala podamos leer su opinion respecto a estas interrogantes en un futuro post/paper/tweet/etc
Thanks!
Alejandro.
pd: si, los acentos los omiti de forma intencional 😛
felipeolivares
Las formas para llegar al máximo del crecimiento económico, no será el paso para los cambios sociales necesarios para alcanzar el desarrollo económico, sino que perpetuara las prácticas desiguales de la hegemonía política, social y económica, a la que pertenece el señor Lagos y que tanto protegió en su gobierno.
Para poder tener la moral pública para indicar los parámetros de un nuevo Chile en las próximas décadas, hay que predicar con el ejemplo.
Saludos a las y los posteadores
sigridps
no he leído el texto todavía, pero me alegra ver que al menos hay interés en la gente en participar, opinar, debatir y disentir. Espero que los señores concertacionistas se suban pronto al carro de la nueva ciudadanía y por supuesto, nosotros los ciudadanos nos tomemos, ocupemos y respetemos los espacios que hemos ido creando poco a poco. Luego cuando lea in extenso compartiré algunas opiniones, especialmente respecto a los pueblos indígenas, pues tengo la impresión que no aparecen ni siquiera nombrados.
rlagos
Efectivamente, Sigrid, en un documento de este tipo, que presentan grandes líneas generales, es muy difícil entrar en el detalle de cada uno de los temas planteados. Ese es el caso de la mención que se hace respecto a aceptar la diversidad cultural de nuestro país, asumiendo a nuestros pueblos originarios como parte fundamental de la riqueza de nuestra población. Te invito a que compartas tus propuestas una vez hayas leído el documento. Sin duda, ayudarán a enriquecerlo.
xideral
Muy de acuerdo con el Sr Lagos. Solo discrepo en el tema del incentivo a la natalidad. Creo que bien ud sabe que el planeta, y nuestro territorio no «debe» ser poblado por seres humanos. somos un todo con el ecosistema y no es nuestro deber llenarlo con ciudades. La inmigracion de paises vecinos es una alternativa. No ahoguemos mas nuestro planeta con politicas demograficas. Desde Londres.
rlagos
Visto desde Chile, por nuestro tamaño y nuestra baja densidad de habitantes por kilómetro cuadrado, el tema poblacional es relevante y es necesario revisar nuestra situación y tener una política definida en la materia.
luismarco
Señor Presidente:
Junto con valorar su contribución a elevar y orientar el debate político, resulta particularmente destacable su preocupación por convocar, en forma amplia y abierta, a que participemos en esta discusión. Este es un hecho inhabitual en nuestra clase política y, por lo tanto, un buen indicio de cambio.
El documento que Ud. presenta recoge varios tópicos presentes en la preocupación de la Concertación desde hace tiempo, como es la necesidad de reformar el Sistema Binominal, la búsqueda de una mayor equidad en la distribución del ingreso o la urgencia de elevar el nivel de la educación. A estos temas se agregan otros de factura más reciente, como es la inquietud por la contribución de Chile en los esfuerzos por contener el cambio climático o el avance hacia una sociedad de garantías y obligaciones.
En este comentario quiero centrarme en algunos aspectos políticos que me parecen dignos de considerar, sobre todo en aquello de propender hacia una “Democracia 2.0”. En primer lugar, creo que centrar el problema en el Sistema Binominal es real pero insuficiente. La crisis de la política en Chile, manifestada por la baja identificación de la ciudadanía con las coaliciones vigentes, no sólo está relacionada con un problema de representación, sino también y muy centralmente, con la “praxis” política. Al respecto cabe preguntar: ¿es sano para la democracia que existan alcaldes, senadores o diputados que estén por cumplir más de veinte años en sus cargos?. Muchos de los abogaron por la “alternancia” en el poder parecieran calzar con aquello de “ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio”.
Cuando se plantea la inscripción automática y el voto obligatorio es una forma de señalar al ciudadano una obligación cívica, pero a la clase política no se le hace ningún requerimiento. Desde hace mucho se ha discutido la forma de frenar el traspaso de algunas autoridades al ámbito privado, especialmente en aquellas áreas sujetas a regulación; actualmente el tema es inverso porque muchos ejecutivos de empresas han pasado a incidir, desde cargos gubernamentales, en sectores regulados. En definitiva, como han señalado muchos analistas, el estándar ético ha decaído. La relación del sector público y privado parece ser un elemento esencial en la percepción de la calidad de la política y, por ende, de la democracia.
Como se ve es poco probable que el sistema binominal sea el único culpable de la mala evaluación que recae sobre los políticos. Hay mucho de prácticas y de vacíos en el sistema que toleran toda clase de vicios. Un ejemplo de ello es la manera antidemocrática como se designan los cupos parlamentarios que quedan vacantes o cómo se sustituye un alcalde. La gente está cansada de las maquinarias y de los arreglos tras bambalinas que tuercen la voluntad del electorado. ¿Cómo se condice la exigencia al ciudadano para que cumpla con sus obligaciones cívicas, si los partidos asumen sus espacios de poder como un derecho adquirido y administrable?.
En otro plano, la consideración sobre la influencia de las redes sociales en la política me parece que apunta a una mayor interacción en el trato con la ciudadanía, pero no creo que esto implique necesariamente una mayor horizontalidad entre representantes y representados. El tema permite muchas lecturas, pero habría que analizar si la brecha digital se ha revertido lo suficiente como para valorar la representatividad de las redes. La influencia objetiva que éstas puedan tener en temas puntuales no necesariamente se puede extrapolar a la política en general. Es una cuestión emergente y, por lo mismo, de gran interés.
rlagos
Coincido contigo, Luis. El sistema binominal es una parte de la ecuación. En otras oportunidades he planteado la necesidad de una modificación más profunda en nuestro sistema político.
marco-rodriguez
la importancia del tema Ambiental. Creo que uno de los pilares mas importantes en un munod desarrollado es el tema mabiental, y que se liga al tema energetico y al tema de nuestras ciudades. No tomaria independencia en esto, los paises deben tener posturas claras frente a esto, sobretodo dada la progresiva densificacion de todo tipo, no solo de personas, sino de tierras caminos, plantaciones, granjas, cultivos, etc.
Ademas en temas de educacion creo si el tema no es mayor conocimiento, sino saber como se incentiva ese mayor conocimiento, no debemos convertirnos en seres robotizados en el aprnedizaje sino que debemos aprovechar nuestras fortalezas culturales , nuestra imaginacion , Chile es un pais de poetas, nos hemos preguntado ¿porque?, ese el camino en la educacion , no una educacion impositiva sino bajo una diferente concecpion comunicativa que permita el desarrollo no solo intelctual sino emocinal e intuitivo.
lm
¿QUIEN QUIERE VIVIR EN UN PAIS DESARROLLADO..? Es la pregunta que le hago Don RICARDO LAGOS, pues Usted en una entrevista que dio a Ramón Ulloa en CNN Chile, dijo algo así como que….. los Chilenos deberíamos “estar contentos” porque vamos a ser un “País desarrollado”….. algo parecido a cuando se refirió a las Autopistas Concesionadas, cuando se ventilaban los casos : MOP-GATE , Sobresueldos y Coimas.
A mí al menos, no me han consultado si quiero que Chile sea un “País desarrollado”. ¿Entonces quienes son los que quieren ….y porque?, Cuáles serían las ventajas que yo obtendría en esta movida, versus las desventajas?
Viendo lo que sucede bastante seguido en los países desarrollados, como son: a) Guerras, b) destrucción de sus ecosistemas naturales, c) robotización de las personas, d) individualismos extremos, e)Inmediatez, f) mecanización de la mayor parte de las labores humanas, lo que produce seres humanos mecanizados y desmotivados, con índices de suicidios juveniles en aumento, g) “devoramiento” de terrenos agrícolas, por el avance de las ciudades con su “encementarlo todo”, h) atiborramiento de ondas electromagnéticas en el aire, i) inexistencia de noches (con los excesos de iluminación), j) engullimiento y DESPILFARRO de “Energía” para mantener las “comodidades” que debe tener un “País desarrollado”, lo que implica que NUNCA la energía producida va a ser SUFICIENTE, y por tal motivo, después de haber secado los pozos de petróleo, intervenido la mayoría de los causes de agua, deteriorado el paisaje con tanto sistema generador de energía, no quedaría más opción que apelar a la energía NUCLEAR, para así poder saciar esa “ NECESIDAD”…(.?.) de Energía, con los consabidos riesgos que con ella se corren (caso de la central nuclear de Sukyshima, Japón), por lo tanto………..¡¡NO A LA ENERGÍA NUCLEAR EN CHILE ¡! Y a sus desechos.
Creo que esto es una pequeña muestra de lo que nos esperaría si llagásemos a ser un…..” País desarrollado”.
Recuerdo que cuando éramos más subdesarrollados que ahora, teníamos tiempo para ir a Almorzar en nuestras casas. Esos almuerzos hechos con vegetales frescos, cosechados cercas de nuestros hogares y así compartíamos con nuestra familia y teníamos una mejor “Calidad de vida”.
También recuerdo el haber comido frutas y verduras en sus épocas de cosecha, por ejemplo, en Verano era el Choclo, Sandia o melón y con olores y sabores intensos, ya que no se guardaban por meses en Frigoríficos, ni se transportaban miles de kilómetros (derroche de energía), para darse estos “gustitos exóticos” que se pueden dar los “Países desarrollados”
En aquellos tiempos en que éramos más pobres (Subdesarrollados), eran casi desconocidas las Enfermedades; Crónicas, Cardiovasculares, Mentales, Canceres, etc., que se sufren en abundancia en los “países desarrollados” en la actualidad como; DIABETES y STRESS.
Viendo este pequeño resumen……¿es necesario SR: LAGOS, estar luchando por ser un País desarrollado?
¿Usted estaría dispuesto a someterse a todos estos peligros, riesgos, temores y calidad de vida….…. por el simple título de “País Desarrollado”?
Creo que sería indispensable que los Gobiernos, SR LAGOS, nos tomen el parecer a nosotros los ciudadanos, para determinar en qué tipo de País queremos vivir, junto con nuestros descendientes, y no traten de imponernos, sin argumentos de peso, que…….¡“TENEMOS que ser un País desarrollado”!…(?)
¿Quiénes ganan con que seamos un “País desarrollado”…………..los grandes Empresarios, las Transnacionales, los Terratenientes, los Especuladores, los Políticos, o……. nosotros, los “Ciudadanos de a pie”?
Espero se respuesta Señor Ricardo Lagos Escobar, Gracias
Luis Monasterio
rlagos
¿Quiénes ganan con un país más desarrollado? Especialmente los ciudadanos de a pie, en tanto gozarán de una mejor calidad de vida en un país que esté organizado de una manera más adecuada.
pipo-ramos
Tienes una visión bien nostalgica, pero concuerdo contigo, el desarrollo no es gratuito, se sacrifican cosas en el camino, para hacer fuego hay que quemar algo, sin embargo esas cosas que tu dices no tienen porque perderse si van el en el camino del desarrollo el cual no es lineal, no hay una sola forma de ser desarrollados, todo depende de como deseemos y pensemos este desarrollo, sino lo hacemos, efectivamente caeremos en la la copia barata siguiendo el mismo camino del resto de los países y cometiendo sus errores. Creo que esta es una invitación para pensar autónomamente, que es para mi la clave todo desarrollo, esto es decidir tu propio camino con independencia.
jfcardenas
Muy bien el señor Lagos haciendo propuestas que espero no se queden sólo en el papel.
Sobre el tema de las ERNC sólo me gustaría que se consideraran un par de cosas muy importantes:
El emplazamiento de los proyectos energéticos debe ser cuidadosamente estudiado, algo que hasta el día de hoy no se ha hecho y simplemente han primado los parámetros económicos para decidir la ubicación de un proyecto, sin embargo, es sumamente importante cuidar el entorno de los proyectos en favor de la comunidad y sus actividades. Las energías eólica y solar necesitan de una gran superficie para producir MW suficientes para hacer rentable un proyecto y por esa razón hay que escuchar a quienes viven o trabajan junto a estos emplazamientos.
El caso de hidroaysen es vergonzoso, no puede ser posible que por tener agua en abundancia en los ríos Baker y Pascua se decida inundar terrenos que son mucho más valiosos como están. Patagonia no se merece proyectos de los cuales no recibirá provecho alguno. Además no hay que olvidar que las cientos de hectáreas inundadas también generan gases por efecto de la descomposición de la materia orgánica.
Siempre es bueno proponer y escuchar lo que la ciudadanía tiene que decir, ojalá sea una lección aprendida por la concertación cuando vuelva a gobernar.
Saludos