No he tenido la posibilidad de verte en persona, caminando libremente por las calles de Santiago y regiones. Con esto no pongo en duda que lo has hecho, me consta por testimonios e imágenes que has participado activamente en movimientos sociales, y te has nutrido inteligentemente de la efervescencia generacional del Chile actual para ocupar un espacio que silenciosamente va creciendo día a día.
Más que analizar tus propuestas concretas, me interesa como ciudadano chileno que se debate entre votar o no, diseccionar tu imagen y el espíritu con que se empapan tus palabras. Primeramente, debo concederte la tremenda fortuna política que te reporta la propagación viral de tu mensaje en internet. A diferencia por ejemplo del MEO de hace 4 años – quien sigue haciéndonos creer que estar casado con alguien de TV, ser hijo de un mártir de la dictadura militar y tener un guardarropas tarantinesco que marque estilo es suficiente para candidatearse – has jugado hasta el momento tus cartas de forma magistral sin caer en la «farandulización» de tu imagen.
Tu fortuna – hasta donde sabemos y queremos darte el beneficio de la duda – no se manifiesta precisamente en metálico. Tampoco proviene de cuoteos políticos y genuflexiones ante “agendas” con tufillo ideológico trasnochado. Tu fortuna proviene, paradójicamente, de tu actual pobreza a la hora de encumbrarte en encuestas que no te quieren reconocer. Eres un paria, un outsider, un aparecido en política, y en caso alguno procuro menospreciarte con estas palabras; muy por el contrario, la respeto enormemente. En una época donde dioses y héroes yacen lastimosamente en panteones cubiertos de polvo a nivel mundial, es precisamente el anti-héroe aparecido, el Django vengador, el que se alza sino como defensor de las masas acríticas, al menos como la voz de una generación.
Y vaya que has sabido de forma magistrar apelar a la conciencia generacional: es cosa de ver los muchos cientos – sino miles – de jóvenes que podrían ser tus hijos escuchándote embelesados hablar por megáfono en Valparaíso hace menos de un mes, donde el que no participó puede darle like a tus diatribas y compartirla enredes sociales. Tu revelación, en definitiva, es la de un Anonymous que por un momento se saca la máscara, y da un nombre y un RUT, así tranquilo, sin tener que gritarlo a viva voz mientras es secuestrado por agentes represores y encerrado en la maleta de un auto sin patente para nunca más ser visto y oído.
Juegas con fuego, Marcel, y algo en tus palabras parece disfrutar esa situación. Conoces perfectamente la historia política de este país para saber que, por ejemplo, casos de magnicidio comprobado contra líderes políticos de opinión son raros en democracia– salvo el caso de Jaime Guzmán, en circunstancias particulares donde precisamente la democracia era protegida a más no poder. Sabes que no terminarás con el infausto destino de Jorge Eliecer Gaitán a mediados del s.XX en Colombia, o el de Luis Donaldo Colosio en el México de principios de los 90. Ello no quita, con todo, que tengas las agallas suficientes para arriesgar algún «chanchullo» que te quieran armar para desprestigiarte los mismos que denuncias. La pregunta del millón es si estás preparado para hacerles frente, ora como candidato, ora como eventual Presidente de la República.
En una reciente entrevista a un medio local – a propósito de la amenaza que haces de vuelta contra empresarios extranjeros opinando absurdamente del ser chileno– has puesto como ejemplos a seguir a Martin Luther King, Gandhi, Teresa de Calcuta y … Allende. Los tres primeros ejemplos que das – algo trillados– corresponden a grandes defensores de la lucha pacífica por la unidad y la libertad de sus respectivos pueblos. Los dos primeros terminaron mártires, asesinados por fanáticos que no supieron ver su mensaje más allá del color y/o el credo.
El cuarto personaje que nombras Marcel no es precisamente un referente de unidad nacional en nuestra historia reciente: Salvador Allende, guste o no, es una figura conflictiva y que por siempre levantará ronchas en este país tan bipolar y extremista en sus apreciaciones de la realidad. Incluso si cambiaras a Allende por Balmaceda como imagen -y así convocas a repensar un poco más nuestro destino nacional sin“casarte” con ideologías que flaco favor te hacen a la hora de presentarte en sociedad – terminarás dando el ejemplo de otro que terminó mal.
Creo representar a más de alguien cuando te conmino hoy, Marcel, a que nos hagas saber con quién concretamente – i.e.personas individualizadas - piensas formar futuro gabinete, cómo planeas efectivamente llevar a cabo tus propuestas más allá de la denuncia, y en definitiva, tus estrategias para sortear el difícil boicot político y quizá económico que te van a hacer las tiendas políticas tradicionales representadas en el Congreso y el empresariado.
Queremos sinceramente creer que tu aporte es sincero, optimista y de largo aliento para esta nación que se está repensando desde sus bases sicosociales. Queremos también dar fe que tu crítica al sistema es momentánea, y que comenzarás a construir luego de tanta destrucción verbal.
Creo representar a más de alguien cuando te conmino hoy, Marcel, a que nos hagas saber con quién concretamente – i.e. personas individualizadas – piensas formar futuro gabinete, cómo planeas efectivamente llevar a cabo tus propuestas más allá de la denuncia, y en definitiva, tus estrategias para sortear el difícil boicot político y quizá económico que te van a hacer las tiendas políticas tradicionales representadas en el Congreso y el empresariado.
Porque tú más que nadie sabes que no te la vas a llevar “pelada” por parte de esos sectores dominantes, te pedimos mayor definición antes de llegar a los debates, sobre como enfrentarás a esos gigantes molinos armado sólo con una lanza impetuosa y los desordenados vítores de miles que se congregarán para verte.
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ajonetto
Janella, por «gigantes molinos» me refiero no al voto independiente que pueda crecer día a día de cara a primarias y debates presidenciales, sino justamente a los conglomerados de poder en política y empresa que engañan con su imagen a los votantes, y que por un lado seducen a los que se atreven a ser enfrentados, para mandarlos muy lejos de un golpe cuando se les toca muy de cerca.
janella.lamberti
Don Alberto; el pais esta cansado de ser manejado –por imposicion- por una elite que no ha sido capaz de defender los intereses nacionales, permanentes, por encima de los suyos propios o los de entidades extranjeras. 40 años con el modelo economico -que todavia nos mantiene en el subdesarrollo- nos hace pensar que esta elite no quiere para Chile un futuro en serio, sino seguir asegurándole cómodos ingresos a una casta. También los hombres de negocios se quedaron pegados en la ideología fácil del libre mercado desregulado que les impide aceptar la evidencia: Chile es y seguirá siendo un país chico, lleno de pobres, al que apenas le alcanza para ser desvalijado. Necesitamos gente nueva, esos que no usan la etica de la banda de los ladrones para gobernar.
ajonetto
Janella, todo lo que dices es correcto, en cuanto al fondo de la cuestión que tan acertada y firmemente el sr. Marcel Claude a denunciado públicamente en medios de comunicación, y que sostienen su sorprendente y aún «en veremos» campaña presidencial.
Nadie hoy podría decir que no es sano que este tipo de candidaturas independientes, fuertemente comprometidas con un discurso de revisión de todo el modelo económico – y por extensión, político desde sus bases de representación constitucional – salgan al ruedo. Es más, el sr. Claude parece sincero al hacernos saber en todo momento que su candidatura no es testimonial, ni que busca acomodarse en la repartija mezquina de algún puestecillo en el Congreso o en el mundo diplomático.
Marcel Claude parece sincero y querríamos creerle en todo momento, la intención de esta carta abierta no es la denuncia, ni la amenaza – como algunos lectores no familiarizados con el género de «carta abierta» que deja preguntas y lecturas entre líneas de mensajes presuponen – sino una franca, derecha interpelación al Sr. Claude de mostrar sus cartas, pues de nuevo, queremos creer que no es un «bluff» y que ya viene siendo hora, por mucho que queden aún 6 meses de campaña, que exista mayor transparencia respecto a quienes conforman su equipo, y como pretende en la práctica llevar sus tan ambiciosos – pero necesarios – cambios para este país.
Saludos!
vktfg
Que texto. Casi pudiera leerse como una amenaza.
¿a que le teme la concertación? ¿tanto miedo da que se desarme el tinglado binominal que han puesto tanto esfuerzo culposo en defender?.
Maximiliano Pacheco
Coincido, es una amenaza … preocupante de un Licenciado en Historia y Magister (c) en Ciencia Politica, mencion RR.II., PUC
ajonetto
Señores «VKTG» y «MAXIMILIANO PACHECO»:
Puedo concederles que esta carta abierta, escrita en la pasión del efervescente momento en que se encuentra nuestro país hoy, tiene un tono algo agresivo y encarador. De la misma forma como el Sr. Claude adopta este tono confrontacional a la hora de denunciar los vicios del actual sistema económico y político que nos rige, de igual forma utilizo esta fuerza para encararlo a mayor definición más allá de sus muy acertadas y originales críticas.
Dicho esto, y aceptando que un texto que pueda dejar ciertas ambigüedades y lecturas entre líneas, acompañado de un tono discursivo «de frente» pero siempre sincero – he dado mi nombre y no me he escondido en seudónimos para ejercer mi derecho a la libre expresión – no recuerdo en momento alguno llamar ABIERTAMENTE A LA VIOLENCIA en contra de la integridad física del sr. Claude.
Muy por el contrario, mi intención es que se terminen este país las amenazas contra el que piensa diferente y, dando su nombre, alza la voz con firmeza para decir lo que siente. Pese a toda la agresión contenida y el recuerdo amargo de la violencia que se desata cada cierto tiempo en el ethos chileno que en nada debe enorgullecer a ciudadano alguno, deben existir los espacios para recordar que, por ejemplo, en Chile la violencia política contra personajes públicos es puntual y no extendida como en otros países de nuestra región.
La cuestión de fondo en esta carta es conminar a una mayor claridad tras tanta denuncia y polémica por parte del sr. Claude, quien ya se encumbra con referentes del pasado y llama abiertamente a expulsar personajes poderosos en este país que, merecido o no, no dejarán tan fácil que Marcel se salga con la suya.
Sólo se busca aquí adelantarse a posibles boicots que puedan hacerle a la candidatura de Marcel, y despertar la posibilidad de discutir críticamente a nivel masivo los pormenores de su discurso.
Dicho esto y para terminar, creo que todo tipo de descalificación personal hacia Marcel Claude – invito a que se me exponga claramente en qué momento de la carta se le OFENDE ABIERTAMENTE – mi persona o cualquier otro comentarista en este espacio está de más.
Saludos
eugenio.quintana.ar
No pretendo contestar en nombre de Marcel, lo hago en mi nombre, del apoyo que le otorgo a su candidatura y mas que nada a lo que ha logrado encarnar.
En lo personal @MarcelClaude, es decir: para mi, no necesita ser mas que imagen un holograma y desde luego se que es mucho mas que eso.
Y explico la razón de mis humildes pretensiones :
No existe la izquierda.
Si la pregunta es que es lo que respalda a la izquierda- una verdadera izquierda: la expresión política y orgánica de los trabajadores-
La respuesta es nada, pues no existe.
La izquierda hoy es un conjunto muy fluido e informe en marchas tuits y posts.
Si me preguntas cuales son los ministros, los diputados y parlamentarios de nuestro futuro gobierno, mi respuesta es la misma: no existen, pero están naciendo, precisamente en ese fluido de marchas y tuits y posts, como lo es también esta cara abierta. y te digo que debemos cuidarlos, pues no tenemos nada mas.
Es muy poco optimista esto que describo? como consuelo puedo decirte que los planos que trazan los enemigos esos, esos si que son pesimistas.
Les aseguro que desde mis mas viejas militancias en los 80as, nunca había estado tan contento sobre menos datos concretos !
ajonetto
Estimado Eugenio:
Que gusto me da ver que comiences asumiendo que contestarás a tu nombre personal y no escondido en seudónimos dando tu opinión sincera, me enorgullece ver que en este país estamos comenzando a hablar las cosas de frente, y aprendiendo a hacer polémica constructiva sin caer en la descalificación y la amenaza mal entendida.
Por qué en esta carta me concentro en la imagen más que en las propuestas de Marcel? Simplemente porque hoy es la imagen lo que vende, guste o no. Pueden haber propuestas de lo más originales e interesantes – hay otros candidatos independientes buscando lo mismo que nuestro aludido – pero queda en el inconsciente del votante, de cara a la urna, la imagen, el recuerdo de quien durante todos estos meses nos convenció de no anular el voto e ir a cumplir con el deber cívico democrático.
Hablar de izquierdas y derechas en este país ya cansa a mucha gente, sobre todo a aquellos que no nacieron ni en la época de la UP ni de la dictadura. Hoy, una masa considerable de gente haciendo cosas por mejorar este país y refundarlo desde las bases ni siquiera nació para el plebiscito, y te puedo asegurar que lo que menos quieren es seguir escuchando la falacia de que vivimos aún en Guerra Fría, un escenario tan ridículo como sesgado que solo ha beneficiado a la clase política en su conjunto, a nadie más.
Marcel aparece en un momento crítico de nuestra sociedad, donde los mismos medios masivos de comunicación siguen mostrando que, si no se adscribe una candidatura a un lado u otro de este espúreo combate ideológico falaz, se es un promotor del anarquismo destructor. Qué mentira más grande!
Y algo parece asomar que, detrás de la abierta Ley del Hielo que le están haciendo a Marcel, se esconde un cierto temor al movimiento que se está armando alrededor suyo. Entusiasma y anima mucho ver esto que está pasando; pero asimismo plantea un sinnúmero de interrogantes que vale la pena discutir.
No diría que es poco optimista lo que escribes; es más, creo que es un optimismo sólido, pero a la vez disperso, y lo comparto. Hay en el aire una gran expectativa de cambios, pero sin derroteros de cómo se aplicarán en la práctica estos cambios tan profundos y «radicales», podemos ahogarnos en la pura denuncia y una gran decepción de no saber como llevarlos adelante.
Lo que dices al final sobre «unca había estado tan contento sobre menos datos concretos» corrobora justamente esta ardiente incertidumbre que, esperamos, comience a mostrar concreción antes de los debates. No podemos seguir esperando a través de promesas y denuncias.
Saludos!
Ramón Luis Sepúlveda Marabolí
Si bien no comparto las apreciaciones realizadas en esta carta. Coincido que en un régimen presidencialista republicano se requiere necesariamente tener representación bicameral. Sin dicha representación, cualquier ley de cuorum calificado muere sin el consenso necesario.
Esa es mi gran duda… Como Marcel lo pretende conseguir. Me gustan sus ideas.. Me gusta su posición… pero en lo concreto, como mi voto asegura que ocurrirán los cambios «estructurales» que son necesarios… pero no menos resistidos por quienes hoy tienen el poder de decidir
ajonetto
Ramón, gracias por tu excelente respuesta, reconozco se me fue en la pasión del momento a la hora de escribir esta carta algo tan fundamental como lo que apuntas:
CÓMO CONSEGUIRÁ MARCEL EL QUORUM PARA LLEVAR A CABO SUS CAMBIOS, INCLUIDO EL LLAMADO A ASAMBLEA CONSTITUYENTE?
Esto tiene que quedar absolutamente claro por parte de él y su gente antes de ir a las urnas.
Saludos
Danilo
En respuesta al autor de este artículo:
Conceptos tales como LEYES DE QUORUM CALIFICADO, APOYO PARA HACER LAS REFORMAS, CONSENSO BICAMERAL, tienen un estrato común: Constitución Política de la República de 1980. Todos los proyectos de Claude, todos los cambios necesarios, evidentemente pueden ser frenados en el contexto de la actual Constitución, entonces, justamente por eso, lo primero que un eventual gobierno suyo -de todos- hará -como él mismo lo dice– será el llamado a un PLEBISCITO NO VINCULANTE para determinar si se realiza o no una asamblea constituyente, pues como deberías saber, el plebiscito constitucional está limitado y circunscrito a un proyecto de reforma constitucional insistido por el parlamento y consultado por el presidente a la ciudadanía (cuestión que se hizo evidentemente para evitar una eventual asamblea constituyente) lo cual no tiene repercusión en este tema. En conclusión, te explico que no se necesita el uso de los conceptos del inicio del comentario para llevar los cambios, no se necesita un consenso del parlamento para llamar a este tipo de plebiscito, ya que será la gente, el pueblo, el que con su decisión a través de un plebiscito no vinculante tome las riendas del asunto, por fuera de la Constitución, para cambiarla, para crear una nueva, incluso sin el apoyo del parlamento. Como última reflexión no subestimes la capacidad de entendimiento de los adherentes a este candidato, los cuales tienen claro que dentro del marco constitucional los cambios que propone Claude serán frenados, pero son los mismos los que tienen la confianza de que la fuerza de un pueblo organizado está por sobre toda institución y por sobre toda ley y constitución.
Saludos.
Hernán Díaz
Porqué la crítica gratuita a ME-O, que tiene que ver sus trajes y tener una señora televisiva? resentido y absurdo tu comentario, te quedas en la forma ( y bien infantil ) más que en el fondo. Por otra parte mi voto está entre Claude y el ya citado ME-O.
ajonetto
Sr. Hernán Díaz:
El señor ME-O prometió no ser un «Cura de Catapilco» en las pasadas elecciones presidenciales, y sedujo a muchos que votaron por él, para abandonarlos arteramente dando sus votos a Frei, luego de despellejar a la Concertación.
No se ha visto aún al señor ME-O atreviéndose a ensuciar su tan estilosa estampa con agua de los «guanacos» acompañando a los movimientos sociales en la calle.
Lo de «resentido», en fin, no resiste mayor réplica. Tratar de «resentido», «roto», «comeguaguas» o cuanto otro epíteto a quien da una opinión es cosa del pasado. No confundir por lo demás «resentido» con «sentido».
Saludos
Rodolfo Lauterbach
Gracias @AlbertoJOnetto por tu notable contribución al pensar de nuestro querido Chile. Somos afortunados de presenciar una pseudo-democracia que es mucho más democrática que aquellas de los países más poderosos que se jactan en su historia de haber desarrollado los principios de un gobierno del pueblo y para el pueblo.
En todo caso dividirnos entre derecha e izquierda es bien retrógrado ya que existen al menos dos dimensiones en política con las cuales medir una posición en el tablero. Por un lado existe la libertad económica (desde el capitalismo al marxismo) pero ademas existe la libertad en el actuar individual (desde el derecho a manifestarse hasta el derecho a abortar). Ambas visiones no se pueden echar en un mismo saco porque por ejemplo uno pudiere preferir una extensa libertad económica y a la vez una gran libertad personal. Esta última opción no existe en nuestra política ya que tiene parte de la derecha y parte de la izquierda.
Ya que son al menos 2 dimensiones, necesitamos al menos 4 coaliciones para representarlas. Nuevamente el sistema binominal esta obsoleto y dejo de prestar utilidad.
Suerte a los candidatos en sus campañas!! Pero eso si tengan mucho cuidado que hay mucha gente investigando para encontrarles un lado obscuro que salir a publicar en los medios. El periodismo hoy es el principal pilar de la democracia asique es necesario protegerlo con la inteligencia de todos nosotros.
ajonetto
Estimado Rodolfo:
Gracias por tu respuesta, comparto plenamente lo retrógrado que es seguir PENSANDO CHILE de forma tan bidimensional, no pudieron ver que, en un país donde no existe ESTE u OESTE, sí existe un mar infinito de posibilidades a un lado, y alturas titánicas hacia el otro.
Pensar este país tridimensionalmente pasa por reconocer y afrontar ALTURAS Y PROFUNDIDADES.
Me recordó mucho tu respuesta ese gran anti-poema de Nicanor Parra contenido en las prédicas del Cristo de Elqui, que pueden perfectamente adscribirse a la candidatura de Marcel Claude:
«GELATINOSO
ingenuo
marxistoide
tres epítetos mal intencionados
que me cuelga la prensa reaccionaria
a pesar de saber perfectamente
cómo
cuándo
y adónde me aprieta el zapato
basta con observar mi vestimenta
para ver que no soy blanco ni rojo
sino tirado para el ultravioleta
que es el color de Nuestro Señor Jesucristo»
Saludos!
Yordanka Apostolovski
Más allá de las concordancias que tengo con M. Claude , creo que no ataca un gran problema como el binominal. Según mi parecer es mucho más válido el voto directo y no un sistema con porcentajes en las cámaras dependiendo el nivel de representatividad (lo que Claude desea instaurar)
Saludos
ajonetto
Completamente de acuerdo Yordanka, es necesario equilibrar denuncia con un mapa de ruta de medidas concretas, sólidas y realistas, sobre todo cuando Marcel ya se «echó al bolsillo» a gente con mucho, pero mucho poder a menos de 6 meses de las elecciones.
Saludos!
CabradelCerro
Yordanka,
Por favor informese antes de opinar. Se nota que no ha puesto atención a las propuesta de la candidatura presidencial de Todos a la Moneda. Cuando se habla de Asamblea Constituyente DE REPRESENTACIÓN DIRECTA se habla de cambiar la Carta Fundamental completa, es decir eliminar la Constitución de la dictadura y establecer una Constitución realmente democrática y con participación y representación de la diversidad cultural en Chile, por consecuencia lógica el sistema electoral se cambiaría por completo, pues no es posible haciendo reformas a un sistema binominal perteneciente a la actual constitución, se logre una verdadera democracia (claro que no faltan algunos que creen que la democracia actual, herencia de una dictadura, puede ser mejorada mediante reformas como a mi parecer se equivoca el PC por ejemplo con sus gritos «Ninguna democracia se puede negociar, sin terminar primero con el Binominal», eso es una estrategia electoral mediocre)
Yordanka Apostolovski
CabradelCerro
Mi opinión va bajo la base de las declaraciones de M. Claude dadas en una entrevista en CNN Chile.
Te dejo el link http://www.youtube.com/watch?v=vApa5pFgZss
(Minuto 15 aproximadamente)
Saludos
Gonzalo Silva V.
Alberto,
Quizás este no es el espacio, ni mucho menos el lugar en la contingencia, para plantear mi observación como la pretendo plantear. Me sitúo desde el ciudadano que perdió la esperanza en la política y de forma más violenta aun, en los políticos. Soy “joven”, tengo posición y opinión, conozco los ires y venires históricos que nos han dejado donde y como estamos, mas desde la inocencia generada por mi desinterés en la realidad política actual pura no puedo estar más de acuerdo contigo.
Quiero creer en un personaje (y si, digo personaje porque es una construcción que debe y tiene que cumplir un cierto rol) que no solo diga cosas bonitas, sino que las haga y que se comprometa a ellas. Quiero creer en un personaje que pueda asumir responsabilidades reales, asumiendo los alcances reales de su poder respecto al cargo. Quiero creer en un personaje que de una vez por todas ejerza la política como ejercicio libre y autónomo, no amarrado a coaliciones con intereses internos, sino a una coalición global con intereses externos, para todos, desde todos y con todos.
¿De dónde viene el ciudadano candidato? No me interesa. Me interesa a dónde quiere ir, cómo quiere llegar y con quienes quiere hacerlo. ¿Conocer sus referentes? Si, puede ser interesante, pero más me interesa saber a quién no quiere parecerse o, directamente, contra quien está. La lucha por la unidad y la libertad, curiosamente son argumentos políticos tan vagos y genéricos que pueden atribuírseles a cualquier “personaje”, sea de izquierda, derecha, de arriba o de abajo. “La unidad y la libertad” es de unos y no de otros, es libertad impuesta, es unidad a medias. Quiero ver a un personaje que logre generar interés en el discurso. Quiero un personaje que se deje de hablar del “gobierno anterior”, como si esto fuera un concurso de Miss Política, donde la que viene a contestar una pregunta mal planteada responde con lo último que dijo la Miss que acababa de pasar por la pasarela.
Más allá del análisis estadístico y de los valores éticos y morales que puedan darse en la decisión de participación, exclusión o alejamiento de lo político, debo decir que hoy no existe ese personaje. Hoy nadie me convence. No significa que hoy no crea, que hoy no sepa o que hoy no me guste. Significa, simplemente que hoy ningún contendiente ha sabido hablar, ha sabido respetar ni mucho menos considerar el valor de quienes, en algún momento, creímos en la teleserie (porque es lejana, porque no está presente, y porque rompe el tiempo y el espacio para contar una historia archiconocida sin tiempo y que se puede imponer en cualquier televisor) que pensamos podría llevarnos a pensar(nos) en un país propio.
Chile no es nuestro, no lo construimos, solo lo usamos. Chile es una construcción utilitarista, particularmente para la política, con ese impulso verborreico de la unidad, de ser todos parte de. Magallanes no fue y no se siente parte de, el pueblo Mapuche tampoco lo siente así, los empresarios menos aun. Hablemos de forma clara, eso es lo que pedimos quienes somos de ese % que las instituciones gustan de poner nombres curiosos.
Alberto, si entiendo bien esta es tu petición, este es tu llamado, esta es tu puesta en el tapete y es honesta. Es lo que creo debiese pedirse como base para quien ostente un puesto público de tal magnitud, es lo que debiese darse de base para quien busque involucrarse en la novela. Es lo que todos, como principio básico de participación deberíamos exigir y escuchar, con respeto, con altura de miras y con capacidad de distinguir claramente entre un diálogo y una discusión. Lamentablemente a quienes se los pedimos parece aún no logran entender. No quiero hablar de Claude, ni de cualquier otro presidenciable, quiero hablar de nosotros como receptores, reproductores y vividores de lo que queremos llamar «vida política nacional».
ajonetto
Estimado Gonzalo:
Primero debo reconocer que tu extensa, bien articulada e interesante respuesta tiene mucho más de “carta abierta” que la mía. Te has tomado el tiempo de exponer pausada y abiertamente más que tu sentir, un “zeitgeist” que comparto en el fondo.
En un momento histórico global de gran escepticismo, agonía de los dogmas y descrédito generalizado de las instituciones, todavía quedamos muchos que queremos CREER EN ALGUIEN de forma simple, transparente y optimista. Y lo primero que nos entra a la vista es la imagen de ese alguien, de ese otro que quiere representarnos. Es por ello que nos hemos concentrado en esta carta en la imagen, más que en discurso.
Dices que nadie te convence, y tienes sobradas razones para argumentar tal posición. No te sientes representado ni por personas ni por proyectos, pero estás por otro lado todo el tiempo PENSANDO CHILE. “Pensar Chile” es un ejercicio maravilloso y más necesario que nunca, y por ningún motivo podemos permitir que se lo adjudiquen personajes con “agendas” siniestras; PENSAR CHILE es un deber patriótico – mucho más que salir con un fusil a cazar enemigos – y un compromiso con uno mismo como chileno.
Dices también que “Chile no es nuestro, que no lo construimos, sólo lo usamos”. Ahí discrepo radicalmente contigo. Chile es nuestro y tenemos una obligación con él. Chile es nuestro no por haber nacido acá; Chile más que la angosta y larga franja de tierra, es una isla en medio de nuestro cerebro y alma.
Esta “carta abierta” – ejercicio de polémica que busca interpelar a una figura pública a través de sentar preguntas que diluciden críticamente una candidatura como la de Marcel – no busca otra cosa que ampliar el diálogo y la participación en este PENSAR CHILE, y creo que de todas las cosas que promete y denuncia este candidato, es la que más me entusiasma y me llama a, por ejemplo, aportar con este grano de arena.
Saludos!
Asot
Buen comentario.
Me atrevo a vaticinar que el mundo avanza hacia la anarquía, y en ese contexto el propio futuro presidente Claude ha de marchar con los descamisados a la búsqueda de la justicia social y de la sociedad «más inclusiva», tal como lo hizo ayer 21 de mayo a la hora en que conocíamos al Chile «maravilloso» de que nos ha hablado Longueira.
Chile, sus 4000 y tantos km de largo por su ancho es maravilloso. Lamentablemente no hemos tenido la capacidad de armar comunidad para que lo sea para la mayoría de los chilenos.
Esa tarea parece eterna.
ajonetto
Alejandro, el mundo no avanza hacia la anarquía por las personas, la anarquía ya está instalada en la feroz competencia y codicia de empresas y Estados. El concierto internacional dejó ya de basarse en ideales, y la Realpolitik ya está más instaurada que nunca: la ONU hoy es un chiste que nadie respeta (prueba de ello es que su Secretario General, siendo coreano, no es capaz de poner un punto final a lo que sucede con su nación).
La «Justicia Social» como concepto ideal es maravilloso, pero en la práctica causa tirria en los pocos que no quieren un mayor reparto equitativo de la torta, y frustración y desamparo en la gran mayoría que no puede influir como individuo endeudado con el sistema. Estamos viviendo una época que, sin embargo, de a poco muestra señales de que la soberanía popular puede darse, sin caer en dogmatismos ideológicos ni religiosos: la Primavera Árabe y los movimientos de «Occupy» e «Indignados» en EE.UU. y España (respectivamente) son un excelente ejemplo de ello.
Y en Chile están pasando cosas, los mismos chilenos en el extranjero lo saben y están atentos a ello. Es por ello que se necesita su opinión, su visión, ese es el verdadero deber patriótico de todo chileno bien nacido viviendo en el exterior; incluso mucho más que su simple voto.
Saludos
Gonzalo Silva V.
Alberto:
Ciertamente este ejercicio comunicacional implica, casi ontológicamente, el “pensar Chile”. Quizás fui básico en mi exposición; no me refiero a dejar de pensar Chile desde el desánimo o el desinterés, me refiero más bien a dejar de “hablar de Chile” y comenzar, como muy bien dices a “pensar Chile”. Chile como concepto no es nuestro. Chile como “cultura” no es nuestro. Insisto, Chile no es nuestro, pero si podemos usarlo y usarlo tan bien que podemos incluso, a través de la más pura práctica ciudadana, moldearlo para que sea un poco más de aquellos que nunca lo sintieron propio y un poco menos de aquellos que solo lo usan en nombre. La interpelación que expones tiene más voces de las que imaginas; la del político, la del estudiante, la del indeciso, la mía, la del desilusionado. Y creo esa es la virtud que buscamos en el “personaje” (que si bien es persona también es institución, también es sentido y también es ilusión), la capacidad de expresar, de contemplar y de actuar desde la multiplicidad de voces que componen el coro que llamamos nación.
“Pensar Chile” implica necesariamente “hacer Chile” y esto, estimado interpelador, es lo que haces con tu carta abierta. Carta tanto más abierta y tanto más sincera que muchas de las miles de cartas prediseñadas de los ciudadanos presidenciables. Tú, ahora, acá y con todos los que participamos estamos “haciendo Chile”. La responsabilidad entonces de quién firme el documento que dará legitimidad a esta necesidad poiética es la que se tiene que develar para con nosotros, los que pese a todo queremos motivarnos, queremos volver a creer y queremos que ese “personaje” vuelva en gloria y majestad, casi como héroe, esta vez no a rescatar el amor ni a salvar al pueblo, sino simplemente a ser uno más de nosotros personificado en una posición de liderazgo, responsabilidad y proactividad con nosotros, para nosotros y para todos.
ajonetto
“Pensar Chile” implica necesariamente “hacer Chile” – toda la razón, pero primero pensamos y luego actuamos; si nos comportamos al revés, caemos en la impulsividad manchada de sangre en el peor de los casos, o en la mediocridad cortoplacista en el mejor de ellos.
Saludos
MAXIMILIANO PACHECO
Debes mejorar tu redaccion,
Darío Montero
Me parece que tu carta abierta, Beto, está escrita desde un miedo que todos compartimos en mayor o menor medida frente a los grupos poderosos en Chile y su histórico comportamiento autoritario y disuasivo (golpismo, asesinato, tortura, cesarismo presidencial, decretos-leyes, partido binominal, manipulación de los medios de prensa, etc.). El problema es que este miedo, si bien objetivamente asentado en nuestra memoria histórica, lleva muchas veces a adoptar (por reacción) posturas de pseudo-realismo político y a planteamientos corroidos por la duda como, por ejemplo: “si estás preparado para hacerles frente, ora como candidato, ora como eventual Presidente de la República.” Pero en tu carta tu vas incluso más alla, cuando calificas el camino recorrido hasta el día de hoy de Marcel Claude como “destrucción verbal” y mera “denuncia”, como un discurso meramente negativo, como una crítica sin propuestas. Cómo es posible que este candidato no haya anunciado todavía con quién va a gobernar! …y otros datos semejantes. En corto: a Marcel le criticas dos cosas: falta de realismo politico y generalidad/vacuidad en su discurso. Esto me parece increible. Marcel es para mí el candidato –lejos- con más ideas/propuestas concretas (ideas con mayúscula, no dogmas respaldados por estadísticas manipuladas) que hay. Basta escucharlo hablar sobre el sistema de pensiones que piensa crear, salud, educación, recursos naturales, sus ideas sobre cómo cambiar el sistema tributario, etc y luego compararlo con el discurso de sus competidores, para convencerse de esto. Y luego: su realismo. Hay un candidato más realista que Marcel? Casi todo lo que dice está respaldado por un 80% de aprobación ciudadana, pues su candidature es una proyección política de los movimeintos sociales. Su estrategia realista comienza con el llamado a un plebiscito para la creación de una asamblea constituyente con miras una nueva constitución política. (Quién se va a oponer a este llamado con un 80% de aprobación ciudadana?). Obviamente ahi se juega mucho, quizas todo; pero él sabe que es la única manera ‘realista’ de hacerlo.(Si ya tiene listo el gabinete no me quita el sueno en este momento).
El problema que asusta o debería asustar es, entonces, unicamente el del boicot politico (en el congreso) y económico (del empresariado). Es decir: el boicot (lobbistico-economico-militar) de lo no-político sobre “lo politico”; el nudo central de la historia de nuestro país. Pero –tu sabes- ellos siempre van a estar ahi. Yo no veo que exista, dentro de la lógica democrática, otra manera que la de Marcel y su realismo democrático, por ponerle un nombre. Su piedra de apoyo es la soberanía popular y el poder constituyente. Y si bien la historia nos infunde pesimismo, no querría yo resignarme a pensar que esta es y sera siempre una batalla entre poderosos-sensatos y débiles-tontos, entre “gigantes molinos” y la lanza impetuosa de un flacuchento Don Quijote.
ajonetto
Estimado Darío:
Gracias por tu particular y comprometida visión respecto a esta carta, que lo que más busca es la divergencia constructiva, en vez de un mero panegírico o por el contrario un chaqueteo malsano.
Si lees no sólo la carta en sí, sino las respuestas dadas a varios de los que postean acá, verás que me explayo más en reconocer que Marcel no es sólo «destrucción verbal» ni «mera denuncia».
Reconozco y alabo su desplante, conocimiento y olfato acabado de la realidad nacional actual y su valentía. Qué difícil es hallar hoy a un político valiente capaz de plantarse de frente sin MIEDO a ser atacado. Con lo poco que tienen para ofrecer los políticos contemporáneos en el mundo entero, la hombría de suyo es una virtud rara, pero reconozcámoslo, no puede ser la única virtud para llegar a ser Presidente y refundar una nación.
Me dices que le critico a Marcel «falta de realismo político». Me hago cargo 100% de esa afirmación implícita: mientras no presente desde ya planes de implementación detrás de una teoría, no es en esencia realista. Es un hecho innegable esa situación. No podemos exigirle hechos por cuanto no ha sido elegido, pero sí debemos pedir que nos transparente a su gente – es obvio que el tipo NO ESTÁ SOLO – el origen de su presupuesto de campaña, y la forma como lidiará con los poderosísimos enemigos que se está granjeando… o acaso crees que de salir Presidente Marcel, Paulmann se va a ir tranquilito de vuelta a Alemania y rematar la torre Cencosud? Seamos REALISTAS.
«Vacuidad en su discurso»? No recuerdo haber dicho que su discurso era banal. Sí me parece poco aterrizado; no que esté en las nubes, pero flota bastante sobre el suelo, y desde 3 o 4 metros sobre la superficie está tirando «bombas» a poderosos enemigos del suelo que lo van a querer bajar seguro. Vuelvo entonces al tema del realismo con el asunto.
Para finalizar, es bueno que especulemos respecto al eventual «boicot político» que se le hará. Eso VA A SUCEDER. No porque lo desee a título personal, es que si se sigue encumbrando como outsider de las encuestas y gana terreno con su discurso «de que se vayan todos», esos «todos» no se van a ir tan fácil. Hay $$$ de por medio, y en este mundo dejado de la mano de Dios es el dinero omnipresente señor y amo.
Saludos!
Mónica Arriagada
«Queremos sinceramente creer que tu aporte es sincero». Excelente frase. Eso representa lo que hace rato he venido sintiendo. Lo que dice Marcel suena maravilloso, pero necesito creerle, y no sé por qué, me cuesta. Supongo debo esforzarme más y practicar la fe.
ajonetto
Gracias Mónica, somos varios los que sentimos lo mismo. Siempre fue la intención fundamental de esta carta presentar lo que tan simplemente tu planteas.
Saludos!
Armando Hernandez
Apreciado Alberto:
Te escribo porque no me gusta que se juegue con la buena fe de las personas. El tipo es inteligente y está aprovechando su modo populista de ver las cosas, de forma de entusiasmar a la «gallá»
Toda su vida a aprovechado su inteligencia para allegar recursos para su uso personal al mas puro estilo de un tal Aucamán ese el que es supuesto líder de las comunidades mapuches.
Lo mejor que puede hacer es conocer la verdad y esta pasa por el Green Peace y Terram desde fue echado sin aviso previo por unos asuntos digamos de contabilidades que no calzaron en su auditoria. para muestra un botón.
En tiempo como este donde no aparece un líder serio, asomarán cientos de tipo como este inteligentes que nos van a dorar la píldora como cualquier populista de baja estofa.
No se deje engañar con su discurso porque no sale de la voluntad de hacer reformas solo como Piñera desea ser Presidente para aprovecharse eso es todo.
Vea las cosas por la razón y no por la emoción Es usted, un hombre estudioso según los títulos que tiene, debería investigar mas.
Atentos saludos.
ajonetto
Estimado Armando:
Gracias por su respuesta franca y abierta a la discusión. Efectivamente Marcel Claude – hablo a título personal – es un populista y comparto en su apreciación. En esencia, un «populista» es aquel que hace un rayado de cancha entre «el pueblo» y «las élites», sentado sobre un liderazgo carismático y abogando por reformismo de base al apelar a un movimiento de masas.
Dicho esto, en Chile efectivamente causa escozor el término «pueblo». Inmediatamente lo asociamos a marxismo, a lucha de clases con olor a violencia, a retroceso. Asimismo, nuestra cultura política toma al «populismo» como un sinónimo cerrado de «demagogia». Cuánto de demagogia tiene una propuesta populista queda a consideración de cada caso.
Lo que yo al menos entiendo de «demagogia» – un término eminentemente negativo – implica apelar de forma siniestra a emociones, prejuicios e ignorancia de las masas poco o mal educadas para conseguir poder político.Personalmente no veo una actitud demagoga en Marcel Claude: muy por el contrario, él todo el tiempo está buscando apelar a la inteligencia de los chilenos, no a su estupidez chauvinista (que vaya que sobra en nuestro trato con peruanos y pueblos autóctonos!).
Cuánto de engaño o de veracidad está detrás de sus propuestas, no me cabe a mí en ningún caso juzgarlo. Es solo Marcel y su equipo de trabajo – insisto, ya viene siendo hora que sepamos con quién está trabajando para llevar a cabo sus reformas – quienes saben cuánto de lo que se promete llegará efectivamente a cumplirse o no. Me preocupa sí hasta qué punto la tiene(n) clara referente a implementaciones, eventuales consensos con grupos políticos de divergencia (el tipo TENDRÁ QUE NEGOCIAR) y en fin, planes «B» en caso de que no salga a pedir de boca todo lo que ofrece.
Reconozco que sé muy poco de la vida anterior del sr. Claude, pero me propuse quedarme con su imagen, y no explayarme demasiado en su background o propuestas específicas. Que viene a «dorar la píldora», personalmente no lo creo, se ve serio, comprometido y digámoslo con todas sus letras, el tipo tiene pelotas. No cualquiera se planta a decir las cosas que dice sin temer a represalias (mal entendidas por varios en esta carta como un llamado a la amenaza).
Para finalizar, acepto el que ud. llame a la razón por sobre la emoción. Debe haber un equilibrio entre ambas cosas antes de ir a votar. Porque la emoción Marcel ya supo despertarla de forma bastante inteligente, esperamos que la razón sea igualmente satisfecha en la práctica más que en el bonito discurso. Y que por favor, no lleguemos a la fuerza. Flaco favor nos hace como país hoy seguir pensando de forma tan maniquea como nuestro lema nacional.
Saludos!
Armando Hernandez
Apreciado Alberto:
Puchas te agradezco tu comentario y sobretodo esto de discutir sanamente, sin dejarse llevar por lo que odias «la violencia».
Pero una cosa es razonar y otra querer tener la razón ¿estamos?
«Lo que yo al menos entiendo de “demagogia” – un término eminentemente negativo – implica apelar de forma siniestra a emociones, prejuicios e ignorancia de las masas poco o mal educadas para conseguir poder político.Personalmente no veo una actitud demagoga en Marcel Claude:»
Tu párrafo me da la razón.
1.- Es justamente eso lo que hace Claude y es inteligente para disimular sus propósitos.
2.- Esto se reflejan en su modo de actuar en el medio empresarial y comercial, sin corrección y ética.
3.- Donde encuentro que estamos cerca es que efectivamente con estos enjuagues políticos que nos tienen hasta la coronilla, NO APARECEN LOS VERDADEROS LIDERES, esos personajes sanos de espíritu y sin grandes ambiciones personales ( ejem: caso del presidente de Uruguay) y por eso cualquier pelafustan que aparece y hable bonito, lo siguen como la panacea a nuestros problemas.
4.- Creo que para la elección después de la que viene puede aparecer la persona que deseamos y estas son muchas.
Saludos amigo.
ajonetto
Estimado Armando:
Una vez más, gracias por mantener esta discusión viva. Brevemente en referencia a los puntos que expones, donde justificas la supuesta demagogia de Marcel Claude:
1) «Es justamente eso lo que hace Claude y es inteligente para disimular sus propósitos.» –> Haciendo una metáfora con el poker, Marcel Claude aún no muestra sus cartas, pero se intuye que tiene un juego fuerte. De estar solo «bluffeando», va a ser tal la decepción y descrédito que se llevará el proyecto que presenta, que inexorablemente cavará para siempre su tumba política. Yo «le pago por ver», pero no me iría «all in» con su voto si las elecciones fueran mañana.
2) Si entiendo bien este punto, sería bueno que se transparentasen sus orígenes y gastos de campaña, incluido los sponsors económicos que la estén sustentando. No existe candidatura alguna de largo aliento en país alguno, sobre todo de la envergadura de una presidencial, que se sustente sólo con «donaciones benéficas».
3) Marcel está demostrando ser un líder de masas, guste o no su postura, y en eso se diferencia radicalmente del resto de los independientes – hay algunos por ahí que francamente dan pena, parecen verdaderos «mendigos políticos. Y el tipo está en la calle todo el tiempo, levantando vocaciones ciudadanas, y no sólo «poniendo la manito» para que alguien se apiade de su derrotero político. Démosle al menos esa virtud a Claude.
4) Creo que no habrá que esperar para el 2018 para tener un líder de verdad: si es Marcel Claude u otro, eso queda en el talento político de cada uno por sortear los avatares de la actualidad y llevarse el «pozo final» que es el sillón presidencial.
Saludos!
Gonzalo Tapia Quezada
Alberto,
Si Allende divide es porque la historia la hicieron los vencedores, tal como sucede hoy día. La gente, el pueblo, tu y yo, no escribimos la historia en este país. Somos los olvidados, los que sólo nos recuerdan cuando hay que darles el voto (y con ello la vida), pero no importamos en las grandes políticas ni en las magníficas decisiones gubernamentales. Comparto tus dudas, que pueden convertirse en temores, pero prefiero esas dudas, esos temores, prefiero ese cambio, ese discurso de una nueva constitución, de un nuevo país, a seguir condenado a la miseria en la que hoy vivimos. Quiero creer que cambiaremos este sistema aterrador y que daremos paso a una sociedad digna para todos. Y espero que ese gabinete que te urge conocer, no sea con los mismos que hoy nos denostan, que hoy dicen que no sacamos nada con marchar o con los que gobiernan para las trasnacionales. Son sueños o anhelos, lo sé, pero si dejamos de soñar o de luchar por ideales, nadie lo hará por nosotros. Un saludo.
ajonetto
Estimado Gonzalo:
Gracias por tu respuesta. Da para mucho discutir los pros y los contras del gobierno de Allende, y creo que este no es el momento para hacerlo, te invito a que nos concentremos siempre en Claude. Me referiré de todas formas de forma breve a Allende.
Sólo recordar que más que el gobierno de Allende, fue el gobierno de la UP, y dejando consideraciones ideológicas de quién es el real responsable de la caída de ese experimento socialista en Chile – que ojo, no fue el primero, pues se tiende a olvidar la experiencia de la República Socialista del ’32 que, aunque corta, tuvo interesantes críticas al sistema mercantilista azotado por la crisis mundial del ’29 – muchos grupos dentro de la UP son responsables de su disgregación.
Preocupa que Marcel ponga como ejemplo a Allende por cuanto compromete su candidatura a tener que cumplir un rol de mediador entre tantos sentires diversos – Allende en este sentido no dio «el ancho» para calmar al MIR y al PS de Altamirano – en vez de abocarse de lleno a aunar voluntades más allá del espectro que lo siga.
Lo que más necesita este país es unidad, no una recreación de la UP. Simplemente UNIDAD. Nos han lavado el cerebro Concertación y Alianza por casi 25 años que seguimos viviendo en la Guerra Fría, que esto es fascismo vs. comunismo, y vaya que cada extremo rasga vestiduras a la hora de defender sus sesgadas visiones de «Libertad».
Allende, guste o no, es una figura conflictiva y no el mejor referente de unidad en este país. Balmaceda en OOPP y desarrollo, y Pedro Aguirre Cerda en educación, me parecen mejores referentes en que todos podemos depositar más voluntades: es cosa de leer un poco sus discursos para ver que nos está hablando cosas mucho más contingentes que el mismo Allende, sin un sesgo ideológico a estas alturas del s. XXI algo trasnochado.
Hablo siempre a título personal, haciéndome cargo de mi visión, y dispuesto a debatir de forma respetuosa, para beneficio de seguir pensando en el Chile que TODOS queremos.
Saludos
joaquín iglesias
Quien perdió la capacidad de soñar no esta realmente vivo, solo habita en el tiempo sin palpitar, sin trascender. Es de agradecer que existan soñadores, como ayer lo fue Allende y como hoy lo es Claude, que fabrican sueños posibles de patrias nuevas, contenedoras y justas.
Decir que allende no dio el ancho me parece al menos temerario.
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ajonetto
Sr. Iglesias:
Todo lo que usted dice en su primer párrafo es inspirador y optimista, y estoy de acuerdo con que Marcel convoca de esa forma a construir un nuevo país a través de sus palabras.
Respecto a su segundo párrafo, favor atenerse al contexto donde hago tal afirmación, que queda bastante claro y acotado. Ser temerario, por último, no tiene nada de malo, si se argumenta con razón justificada, basándose en hechos. Su candidato es temerario y ud. lo celebra por ello, por qué no deja que otros chilenos tengamos igualmente tal libertad de dar nuestra visión de la realidad?
Saludos
@Gonhaloo
Debo decir qu me parece una carta abierta espectacular, que invita a aterrizar las demandas, ideas y consignas de Marcel Claude.
Personalmente ubico a Claude desde hace unos años cuando lei su Manifiesto EcoSocialista
y es el candidato con el que me siento mas cercano.
El problema que veo es el siguiente:
Que hacemos, cada uno de nosotros en el diario vivir para subvertir este orden social, en lo practico, en lo concreto, en lo real y cotidiano, durante un año que estudie Sociologia en la UdeC conoci a muchos con discursos impecables y retoricas dantescas, pero pobres en la praxis.
Yo me pregunto, esperaremos a que Claude se levante como candidato y venga todo el posible boicot mencionado en la carta
O generaremos una sociedad distinta desde la base, la base del dia a dia de un buen vivir, de una sana convivencia y cooperacion, eso no pasa por el presidente de turno, dado que necesita una base consciente en la que sustentarse.
El mejor gobierno es el que no necesita gobernar, o algo asi es el dicho, perdonen mi falta de prolijidad, pero mi punto es que pasa por un esfuerzo individual y de conciencia de como nos comportamos con el projimo y cuanto estamos dispuestos a sacrificar por el bienestar del projimo.
Saludos
ajonetto
Estimado:
Gracias por tu respuesta; efectivamente diste en el clavo, la palabra es ATERRIZAR. No criticar por criticar, sino esperar concreción y menos dispersión.
Las preguntas que formulas respecto a nuestro espacio de acción como individuos para cambiar el sistema, sobre todo si ya salimos de la universidad y tenemos que abocarnos de lleno al mundo laboral y familiar, pasa necesariamente por participar del proceso electoral. Te confieso que hasta hace poco pensaba no ir a votar, o votar nulo – por pura «pica» al sistema – pero ya que ha salido esta candidatura, vale la pena hacer el esfuerzo, por último para ver qué tanto se puede confiar en el voto, como experimento de una «revolución en libertad y democracia».
Eso de que «el mejor gobierno es el que no necesita gobernar» me suena extraño eso sí, me recordó a Ramón Barros Luco, aquel perezoso presidente de la República Parlamentaria, quien afirmaba que «no hay sino dos clases de problemas en política: los que se resuelven solos y los que no tienen solución». Discrepo entonces, aquí es necesario un gobierno activo, comprometido con la soberanía popular e innovador; pero que no por convocar a tantos pensamientos disímiles tenga que caer en una especie de moderador de foro en vez de su rol como ejecutivo.
Saludos
janella.lamberti
Los «gigantes molinos» representan el 39% del universo electoral.