De acuerdo a la Fundación Oxfam en su informe Premiar el trabajo, no la riqueza (2018):
“En 2017, el número de personas cuyas fortunas superan los mil millones alcanzó su máximo histórico, con un nuevo milmillonario cada dos días. Este incremento podría haber terminado con la pobreza extrema en el mundo hasta siete veces. El 82% de la riqueza generada durante el último año fue a parar a manos del 1% más rico, mientras que la riqueza del 50% más pobre no aumentó lo más mínimo. La riqueza extrema de unos pocos se erige sobre el trabajo peligroso y mal remunerado de una mayoría”.
Además, el informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) Perspectivas sociales y del empleo en el mundo. Tendencias 2018, señala que cerca de 1.400 millones de trabajadores ocuparon un empleo vulnerable en 2017, y se prevé que otros 35 millones se sumen a ellos para 2019. En países en desarrollo, el empleo vulnerable afecta a tres de cada cuatro personas
América Latina es muy desigual desde la Colonia. Parte de las brechas actuales tienen su raíz en una larga historia de sociedades elitistas, con sistemas políticos poco democráticos y modelos económicos excluyentes. Los avances que se lograron a partir de 2000 sólo han compensado la profundización de la desigualdad en la década de 1980 y 1990 que llevó a que la región consiguiera el mote de la más desigual del planeta.
En Chile, los investigadores que escribieron el libro del PNUD Desiguales: orígenes, cambios y desafíos de la brecha social en Chile, elaboraron una base de datos con los colegios y universidades en donde estudiaron los ministros, diputados y senadores desde 1990 hasta mediados de 2016. Este análisis dio como resultado que estos cargos han estado dominados por un segmento pequeño de la población, es decir, el 50 y 60 por ciento de ellos se educaron en colegios particulares pagados (actualmente menos del 8 por ciento de la matrícula nacional).
El estudio además se refiere a que la posición socioeconómica de los padres es un determinante importante de la de su prole. Se analizaron los apellidos de más de ocho millones de adultos chilenos que egresaron de la enseñanza media entre 1960 y 1990, y los asociaron a sus oficios, títulos, sexo y edad, y buscaron los que tienen más representación porcentual en las profesiones más prestigiosas y mejor pagadas: médicos, abogados e ingenieros.
El resultado se tradujo en que en la esfera prestigiosa laboral, predominan los apellidos ligados a la antigua aristocracia castellano-vasca y otros que eran comunes en los inmigrantes que se incorporaron a la elite en el siglo XIX. En las antípodas, es decir, donde no hay ningún profesional de prestigio, casi todos los apellidos son de raigambre indígena
América Latina es muy desigual desde la Colonia. Parte de las brechas actuales tienen su raíz en una larga historia de sociedades elitistas, con sistemas políticos poco democráticos y modelos económicos excluyentes
Eduardo Matte Pérez, bisabuelo de Eliodoro Matte Larraín, sostuvo “Los dueños de Chile somos nosotros, los dueños del capital y del suelo; lo demás es masa influenciable y vendible; ella no pesa ni como opinión ni como prestigio”.
Para mayor abundamiento en cuanto a la sociedad segmentada, en general, y del Chile desigual, en particular, el informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), ¿Un elevador social descompuesto? Cómo promover la movilidad social (2018) afirma grosso modo que como la desigualdad en los ingresos aumentó desde la década de 1990, la movilidad social se estancó; eso significa que menos gente en la parte inferior de la escalera social ha podido ascender mientras los más ricos han mantenido sus grandes fortunas. Luego, considerando los actuales niveles de desigualdad y la movilidad intergeneracional de los ingresos, el niño de una familia pobre necesitaría en promedio por lo menos cinco generaciones para alcanzar un nivel medio de ingresos en los países de la OCDE.
Asimismo, dicho informe señala que en naciones con alta movilidad social y baja desigualdad, los nacidos en familias de bajos ingresos tardarían entre tres y cuatro generaciones en acercarse al ingreso medio de la sociedad. En tanto, los nacidos en Estados de baja movilidad social y alta desigualdad, podrían requerir hasta once generaciones.
En el caso particular de Chile, la movilidad social ascendente tarda en promedio la friolera de seis generaciones, es decir, 180 años aproximadamente.
Para concluir, reproduciré las palabras del economista Marco Kremerman, tomadas de una columna que escribí hace algunos meses “Los dueños de Chile siempre ganan. Mientras tanto, en el mismo país, el “modelo” está arrojando que 8 de cada 10 trabajadores gana menos de $500.000 líquidos y, de las personas mayores de 18 años de edad, 81% están endeudadas. Entre ellas, 4,3 millones ni siquiera pueden pagar sus deudas”.
Los contenidos publicados en elquintopoder.cl son de exclusiva responsabilidad de sus respectivos autores.
Te invitamos a conocer nuestras Reglas de Comunidad
Jorge Molina Araneda
Concuerdo con usted Marta. Saludos.
Gerardo Huidobro
Por regla general, cada uno de los intersticios de la sociedad está arbitrariamente segmentado. Aún no puedo observar alguna salida plausible para tan injustas situaciones. Felicitaciones por la columna.
Jorge Molina Araneda
Gerardo, uno de los puntales más importantes en estas lides es la batalla cultural, una de cuyas manifestaciones más significativas es la calidad educativa; desde la familia, pasando por la esfera preescolar hasta universitaria; en todos los centros educacionales del país. Algo es algo, pero lo primero es tener a un pueblo educado para que se percate y tome cartas en asuntos injustos y arbitrarios con conocimiento de causa; además de poder aspirar a un buen futuro profesional y laboral, y así ayudar al progreso familiar.
Muchas gracias por su comentario.
Álex Fernández
He aquí más explicaciones del porqué Chile es una sociedad tan desigual y excluyente. El llamado es a rebelarse contra estas situaciones. Gracias por este tipo de columnas, nos abren aún más los ojos.
Jorge Molina Araneda
Muchas gracias por su comentario Álex. Un abrazo.
Alejandra Zúñiga
Concentración económica más la injusticia de la cuna: combinación que envenena cada día más a Chile. Las protestas han sido la catarsis de la gente.
Jorge Molina Araneda
Alejandra, comparto plenamente su visión. La molestia se expresa y canaliza de diversas maneras. Gracias por su comentario.
Ximena Jara
En otras palabras, sin abundante dinero ni estatus la gran mayoría de la ciudadanía está condenada a recibir las sobras que la oligarquía deja en su camino. Buena columna, triste nuestra realidad.
Jorge Molina Araneda
Ximena, su comentario es un buen epítome de nuestra historia. Muchas gracias por el mismo.
Edgardo Ríos
La columna expone lo que realmente es Chile, un país segregado donde vales por tu nombre y tu fortuna bancaria.
Jorge Molina Araneda
Edgardo, muchas gracias por su comentario.
Andrés Moreno Ibarra
180 años aproximadamente tarda la movilidad social ascendente; no es el fiel reflejo de la copia feliz del Edén, sino de la vetusta estructura social y económica que nos rige. A veces, cuando se leen estos datos tan demoledores, dan ganas de tirar la toalla y rendirse. Uno también se pregunta si sirve o no de algo la meritocracia. Excelente columna. Saludos.
Jorge Molina Araneda
Andrés, la meritocracia aunque no es masiva en Chile de algo sirve, de lo contrario los niveles de pobreza e indigencia serían estratosféricos. No obstante, estamos aún a mucha distancia de alcanzar una sociedad meritocrática, inclusiva, participativa y más igualitaria.
Muchas gracias por sus palabras y comentarios.
Javi-Al
El problema radica en la fuentes, si se considera a Oxfam una fuente válida, es un error garrafal, hace poco declaraba el éxito contra la desigualdad en Venezuela, claro, ahora son todos pobres menos quienes la dirigen. Como esa organización hay muchas otras que propugnan ideologías obsoletas, son grupos de propaganda y cualquiera lo sabe. Hay que tener confianza, las democracias, sobre todos las occidentales con sus tiras y aflojas entre demócratas de izquierdas y derechas hacen lo humanamente posible por salir de la pobreza, y algo hemos avanzado, Chile es prueba de ello.
Jorge Molina Araneda
Javier; por lo tanto las fundaciones ligadas al pensamiento de derecha, tipo Libertad y Desarrollo, carecen de ideología y, por ende, son las únicas que registran y difunden datos confiables y creíbles?
Por otro lado, si es que pudo leer mínimamente bien esta columna, se citan fuentes como la OIT, un libro del Programa de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas y un informe de la OCDE; luego, si usted también le resta credibilidad a dichos informes y textos tengo toda la sospecha que su intención es solo minar de manera oscurantista los datos aportados.
Contraargumentar es más que escribir simples y llanas palabras, es rebatir con datos y estadísticas y con un pensamiento y escritura coherentes lo aquí escrito y, por el tenor de su prosa y su falta absoluta de fundamentos, veo que ese punto no es su fuerte.
Felipe Jorquera
Esta era la sospecha que muchas personas teníamos y que gracias a los datos aportados en este artículo nos la confirman. Una verdad de desigualdad, concentración económica y rechazo a la inclusión. Lamentable el país que las élites han forjado a lo largo de nuestra historia.
Jorge Molina Araneda
Así es Felipe, esa es la realidad de nuestro Chile. Muchas gracias por su comentario.
Francisco Henríquez
Parafraseando a Los Prisioneros, este es el baile de los que sobran. Buena columna.
Jorge Molina Araneda
Francisco, prácticamente es lo mismo. Muchas gracias por su aporte musical y su comentario.
ffrias9
La desigualdad ataca en todo el mundo y es el producto natural del modelo económico imperante, la razones son simples, el modelo dice que el Capital es más importante que el trabajo, por lo tanto el objetivo es dar utilidades, siempre crecientes a sus inversionistas y aquí entra la otra variable, la de bajar los costos de producción y la mano de obra es la que sufre, con unos sueldos que se mantienen a raya por décadas, en cambio paralelamente las utilidades suben, beneficiando al 1% más rico. Por ejemplo: en los años 80 un alto ejecutivo de un banco ganaba entre 30 y 40 veces más que el empleado promedio, en cambio hoy la diferencia supera con creces la 200 y 400 veces, incluso puede llegar a 1.000 veces.
La desigualdad es buena, siempre y cuando se mantenga dentro de limites razonables (que el empleado promedio no se sienta abusado), pero puede destruir una sociedad si es llevada a extremos, algo que el 1% más rico no quiere o no puede ver por su avaricia.
Saludos
Jorge Molina Araneda
El sociólogo Carlos Ruiz Encina, en su libro «De nuevo la sociedad», planteó que la dicotomía Estado-Mercado ya no existe; ahora, producto de la reacción y manifestación sociales contra las arbitrariedades del modelo económico, la pugna es más aguda y atañe principalmente a la Democracia vs. Mercado.
No obstante la observación anterior, como siempre, agradezco su comentario tan concienzudo y oportuno don Fernando; muchísimas gracias por el mismo. Un abrazo.
María Huerta
En otras palabras, para paliar los 180 años de promedio de movilidad social ascendente, una persona de clase baja y media debiese confiar en el esfuerzo, inteligencia y mérito académico de sus hijos e hijas para abordar el ascensor socioeconómico o que el destino le entregue una sorpresa, cual sería ganar un juego de azar.
Jorge Molina Araneda
María, olvidó agregar la educación, disciplina y filosofía del esfuerzo que los padres deben inculcar a su descendencia. En lo referente a los juegos de azar… Sí, es una posibilidad, compleja pero posible.
Además, no hay que olvidar que se debe bregar por mayores exigencias a la hora de estudiar pedagogía, como exigir mayores puntajes en la PSU, cambiar la malla curricular y las exigencias en las universidades que imparten esta carrera, mejorar exponencialmente los sueldos de los pedagogos, especialmente de los mejores, capacitarlos de manera continua y gratuita en sus menciones y/o especialidades de asignaturas y un largo etcétera.
Muchas gracias por su comentario.
Víctor Jara
La información entregada en esta columna puede generar dos cosas, desazón e inactividad ante tan demoledora realidad, o invitarnos a reaccionar como sociedad ante tamaña desigualdad. Es necesario recordar que sociedades tan divididas, en todos los aspectos cotidianos, provocan fuerte inestabilidad.
Jorge Molina Araneda
Víctor, espero generar la segunda opción que usted señala. Concuerdo con usted en que las sociedades fuertemente desiguales generan inestabilidad social. Gracias por su comentario.
Andrea Bravo
Este tipo de situación coyuntural es un llamado a la acción. Qué país puede tener paz social si no es inclusivo. Saludos.
Jorge Molina Araneda
Comparto plenamente su opinión Andrea. Gracias por su comentario. Saludos.
Pablo Figueroa
Entonces surge la pregunta si los hijos de las clases no dominantes tienen o tendrán algún futuro de esplendor en este país. A luz de la lectura de esta columna todo indicaría que no. Qué pena lo que se nos ha hecho a las personas comunes y corrientes, que somos aquellas que no figuramos en los rankings de fortunas top y que siempre hemos sido los postergados. Muy buena columna.
Jorge Molina Araneda
Con esfuerzo y perseverancia personal y familiar, aunque sea muy difícil, pueden tener un buen futuro profesional. Sin embargo, la idea es que eso sea extensivo a todos los no privilegiados. Muchas gracias por su comentario, Pablo.
ffrias9
Chile entre los 10 países más desiguales del planeta
Jorge Molina Araneda
Muy agradecido por la información don Fernando. Un abrazo.
Gabriel Riveros
Desde antes de la independencia nacional la gran mayoría del país ha vivido sojuzgada por la minoría plutocrática y poderosa. Han pasado centurias y aún vemos el mismo desolador panorama, y aun así los sectores políticos acomodaticios al sistema hablan del orden y hacen llamados a la calma. Nos aburrimos de la postergación, eso es lo que
le cuesta tanto entender a la clase política. Saludos.
Jorge Molina Araneda
Gabriel, yo creo que la clase política sabe respecto de la frustración de los postergados y, obviamente, lo único que les queda, si no ceden a las demandas populares, es llamar a la calma -aunque suene risible- ante el temor de que las masas ciudadanas se vuelvan inmanejables.
Excelente su comentario. Saludos.
rolandosaldias@zoho.com
Toda esta queja es ignorancia pura. Es lloriqueo de ignorantes. De ovejitas que las esquilan una y otra vez. De vaquitas que les sacan y les sacan leche. Eso somos nosotros. Tan ignorantes, que nunca dejamos el diagnóstico. Lo repetimos una y otra vez de cientos de maneras, en todos lados, pero, solución no aparece, o bien no se quiere que aparezca, porque incluso hay personas, creo yo, que viven de esta crítica, de este análisis interminable, recibiendo un sueldo por ello de una u otra manera…
Si tú les señalas la solución, será una pérdida de tiempo. Ellos viven de la crítica. Les pagan por investigar la inequidad del sistema, no para solucionarla, jajajaja….
Pedírsela a personas que han gobernado el país, por otro lado, ha sido totalmente inútil. La mayoría de nuestros presidentes han sido manipulables y vendidos. No tenían la capacidad para solucionar el problema, y si conocieron la solución, no tuvieron la inteligencia para llevarla a cabo. Simplemente están limitados porque no se les ha dado que resuelvan el problema, tal vez por la forma en que se han vendido, tal como Bachelet se vendió a la ONU y trajo el aborto a Chile y la anticoncepción infantil, para hacerle el negocio a las farmaceúticas, que pagaban su reguleque sueldo de US$22.000 mensuales en la ONU…
¿Piñera lo va a arreglar?. Ni aún sabiendo cómo hacerlo, lo haría, porque pertenence al sistema, lo mismo que los senadores y diputados, logrando sus «grandes acuerdos nacionales», jajaja.
Jorge Molina Araneda
Rolando, veo que su comentario es una mezcolanza casi interminable de tópicos misceláneos, como el aborto, que en nada tienen relación con el meollo planteado en esta columna.
Además, hay una serie de conjeturas respecto de la posibilidad de que determinados gobernantes conozcan la salida a esta grave situación que aqueja a nuestros conciudadanos. Lamentablemente si usted esperaba otra cosa, como las que usted esgrime, el quid de lo manifestado en mi texto no se encarga de suposiciones simplonas y sin sustento, ya que en él encontrará datos estadísticos y empíricos de diversas instituciones de conocido prestigio internacional que se hacen eco de la segmentada e inequitativa situación pretérita y coyuntural de Chile.
Por otra parte, querámoslo o no, todos y cada uno de los habitantes de este país estamos inmersos en un determinado sistema político-económico, por ende, es más que obvio que la solución debe provenir de personas que están inmersas en dicho sistema o modelo.
Le recomiendo, si es que no le aburre abrir un libro, que lea y analice los trabajos de Kuznets, Schultz (1963), Becker (1964, 1967), Mincer (1974), Pickett y Wilkinson (2009), Acemoglu y Robinson (2012), y Piketty (2013), respecto del crecimiento e igualdad.
Después de eso podríamos sostener un diálogo más profundo y fluido, antes lo dudo… Jajajaja.
Victor
Fantastico tu comentario me queda claro, buen analisis, soy un tipo de 63 años y cuando era niño, todos por supuesto, ante una situacion dada alegabamos hasta por los codos, que esto, que esto otro.por que nos pasa esto……..en fin……….hasta que un dia llegó un maestro, en ese tiempo no eran profesores, eran maestros de por vida, nos enseñó que uno de los grandes derechos de los hombres era que siempre teniamos dos opciones . Derecho a alegar por cualquier situacion dada, pero por otro lado, derecho de proponer la solucion o soluciones a nuestros alegatos………¡¡¡¡¡ en tu informe, aparte de enumerar un monton de situaciones que nos aquejan como sociedad chilena, no veo por ningun lado que propongas soluciones a tus postulados……….¡¡¡¡ de todas maneras espero que tus soluciones no sean los famosos temas de populismos y recetas izquierdistas, ambas, trasnochadas por completo……estas de acuerdo conmigo……..???? Saludos….
Jorge Molina Araneda
Víctor, yo no actúo como profeta, pues mi columna da cuenta de situaciones inequitativas que afectan el diario vivir de una gran parte de la población; luego, a través de los datos aportados espero generar cierta conciencia para que la propia persona que lea logre crear su propio punto de vista y ética, tomando como génesis el análisis histórico y empírico aportado. Todas las columnas tienen una extensión determinada y un propósito.
Usted señala la clásica monserga de que las recetas de izquierda están trasnochadas, desconociendo abiertamente el malestar general mundial que hay contra las injusticias del modelo capitalista; además no sé a cuáles recetas se refiere: a la marxista, a la socialista, a la socialdemócrata?
El malestar subterráneo y explícito que aqueja a Chile, y al mundo, es por la interminable postergación que sufren las clases no oligárquicas, por lo tanto, puedo presumir que si usted está en desacuerdo con las recetas de izquierda, su vía de respuesta es continuar con medidas privatizadoras y desreguladoras, que si bien marcan excelentes cifras macroeconómicas, han concentrado la riqueza y los beneficios de toda índole en pocas manos.
La gente se cansó del verticalismo y de no ser escuchada, por algo las decisiones de grupos contestatarios al modelo son tomadas en asambleas, lo que a priori no asegura que sean correctas o erróneas, pero es un paso para darle voz a los que históricamente no la han tenido.
Lea a Piketty y a la dupla Acemoglu-Robinson.
rolandosaldias@zoho.com
Derecho a proponer una solución, significa compromiso de quien procura garantizar ese derecho, expresado en un lugar para hacerlo, donde todos vean la solución, si el problema ataña a todos. Y eso no existe. No es como reclamar por algo en particular como que el cartero no te tire la carta en cualquier parte. Puedes colocarle un buzón y colaboraste en la solución, pero, no es igual cuando el problema es económico y algo o alguien le quiere sacar una mascadita a la carnicería de don gato Estado, o a la de don gato mercado. Simplemente no te dejan. Tu solución no pasa. No va a ningún lado. No importa si le escribes a la Presidencia, al Congreso o al Senado. Es casi lo mismo, con la excepción que la Presidencia te responde para burlarse de ti… Tu solución pasa al agujero negro de la información que reciben y no la comparten. La gente no la ve y ojos que no la leen, son corazones que no se motivan a pedir tal o cual cosa específica, o más bien, a hacer por si mismos…
rolandosaldias@zoho.com
Estimado Sr. Molina:
Lo único simplón son sus comentatarios, aludiendo en un tonito académico a datos que sólo confirman lo que todos los chilenos entendemos, que hay cierta desigualdad económica. Eso ¿alguien no lo sabía?, jaja…
Ahora, yo hablo de soluciones. O de la solución. Si usted quiere desviar mi comentario hacia zonas donde le parezca que puede reirse de lo que digo, expréseme usted la solución entonces.
Ahora, si cree que es tanta la novedad de la información que usted presenta, y tan importante es, ¿dice usted que los gobiernos recientes no lo sabían?… Si son tan importantes los datos, ¿por qué no se los envía al Gobierno?, jajaja…
A lo mejor, ellos le responden con una solución… Nunca se sabe… ¿Ha leído las simplicidades y tonteras que responde la Presidencia cuando usted le habla de la solución?…
Pero, estimado profesor, académico o como guste que lo llamen, usted es el «teacher», así es que, ¿qué tal si me enseña la solución, o nos la muestra a todos?
Ahora, si usted no muestra una solución, ¿no es igual su discurso al de cientos de artículos como el suyo que he leído?… Todos dicen lo mismo. «Inequidad»… De hecho, todos los gobiernos lo han sabido, pero, no lo han arreglado.
Y a eso, Sr. Molina apuntaba mi comentario. Su artículo me tiene completamente sin cuidado, qué cosa pretende. Lo que digo de él, es que no soluciona nada….
¿Hay algo que no entienda?…
Jorge Molina Araneda
Le tiene sin cuidado mi artículo y son tres ocasiones en las que me ha escrito?… Si eso no es una paradoja, lo encuentro sumamente extraño.
Por otra parte, cada columna tiene su objetivo y meta, ergo, la mía es descriptiva y de denuncia. Como escribí a propósito de otro comentario, pretendo que cada lector (a), en base a los datos históricos y empíricos aportados, haga un análisis de lo escrito, extraiga sus propias conclusiones y forme su propia ética respecto a este tópico.
Además, si usted no pudo comprender lo que de forma literal le respondí hace unos días… Bueno, qué más puedo pedir.
Marta Muñoz
Este es el cuento de nunca acabar. Las situaciones como las descritas en esta columna son las que generan la rabia de las personas.