Recientemente, los municipios de Antofagasta y Coquimbo han decidido instalar casuchas para perros que viven en la calle. Este hecho es de suma gravedad, porque normaliza la presencia de animales sin supervisión en el espacio público. Y más aún: resulta casi criminal, porque dichos animales transmiten enfermedades y muchas veces muerden a personas.
El deber de las autoridades comunales, es retirar a los perros vagos de las calles. Y este proceso debe realizarse evitándoles un sufrimiento innecesario a los animales: esa es la forma de respetar la “Ley Cholito”. Instalarle casuchas, además de afear el espacio público, mantiene el problema de salud y seguridad pública que significan los perros vagos. Y apunta en sentido totalmente contrario a lo que se entiende como tenencia responsable de mascotas.
Cabe señalar que la medida implementada por los municipios de Antofagasta y Coquimbo, va en línea con la postura más extrema y fanática del “animalismo”, que se opone a incluir la eutanasia de animales sanos como herramienta complementaria de la esterilización masiva de perros y educación de la población.
Resulta desconcertante (y preocupante) tal nivel de fundamentalismo de parte de autoridades comunales, porque prestigiosas instituciones de protección animal, reconocidas internacionalmente, como la Sociedad Mundial para la Protección de los Animales (WSPA por su siglas en inglés) en su publicación «Métodos de eutanasia para perros y gatos: comparación y recomendaciones» (Pág. 4, inicio segunda columna) declara respecto al tema: “la Sociedad Mundial para la Protección de los Animales acepta a disgusto la existencia de circunstancias en las que la eutanasia de animales saludables sea necesaria, por ejemplo en el caso de animales que no pueden ser reubicados en otros hogares, o para evitar el hacinamiento en refugios que comprometería el bienestar de los animales que se encuentran en ellos”. La WSPA “acepta a disgusto” la eutanasia de animales saludables. Pero la acepta. A diferencia de la injustificada intransigencia de grupos “animalistas” extremistas. Y de irresponsables alcaldes(as), que se dejan influenciar por esos fanáticos y no se asesoran con expertos.
Y tal como la WSPA, la eutanasia para control de población de perros vagos también es aceptada por la Sociedad Humanitaria de EE. UU. (HSUS por sus siglas en inglés) como se evidencia en sus «Pautas de la HSUS para la Operaciónde un Refugio de Animales» (Pág. 8: «Eutanasia del Exceso de Animales») Y, por supuesto, por la máxima autoridad mundial en sanidad animal, la OIE (equivalente animal de la OMS) en su «Código sanitario para los animales terrestres» (Art. 7.7.6 del Capítulo «Control de las poblaciones de perros vagabundos»)
El deber de las autoridades comunales, es retirar a los perros vagos de las calles. Y este proceso debe realizarse evitándoles un sufrimiento innecesario a los animales: esa es la forma de respetar la “Ley Cholito”
Pero Antofagasta y Coquimbo no son los únicos municipios negligentes frente al problema de los perros vagos: En Concepción, la alcaldía junto al SEREMI de salud, elaboraron un «Prococolo de control sanitario de perros vagos», que en su pág 9 ordena recoger a estos animales…¡Y devolverlos después a la calle si no logran ser adoptados! Se rehúsan a sacrificarlos, pese a que -como vimos más arriba- la propia WSPA acepta que les apliquen eutanasia a los perros o gatos sanos que no logran ser reubicados en un hogar. Y es tan absurda y miope su postura, que en la pág. 10 del mismo protocolo dice que se regirán por las recomendaciones de la WSPA para realizar eutanasias, pero sólo para sacrificar animales enfermos. Y adivinen de dónde sacan esas recomendaciones…¡De la publicación «Métodos de eutanasia para perros y gatos: comparación y recomendaciones», donde la misma WSPA declara aceptar la eutanasia de animales sanos. Increíble el nivel de ignorancia y tozudez de nuestras autoridades.
Finalmente, sólo resta recordar a lo(a)s alcaldes(as) que no debe haber perros sueltos en el espacio público. Y que es su deber retirarlos. Unos podrán ser adoptados. Y los que no, deben ser sacrificados. De todas formas, tendrán mejor suerte y trato que otros animales que también son plaga.
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Jeanette
No estoy en desacuerdo con lo expresado en este artículo , cada día la gente abandona sin remordimiento a perros en la calle por qué más de alguien le dará comida y agua pero sin querer ninguna RESPONSABILIDAD con el animal ,por qué en la calle no es de nadie pero todos lo vemos bonito !.. los perros vagos son peligrosos y todos los organismos se pasan la pelota y nadie se hace cargo …. A mi no me agrada salir a una plaza o parque con los hijos y tener temor por que andan perros callejeros ,sobre todo después que dos perros vagos mordieron a mi hija en una plaza y las lesiones que le dejaron en la pierna no fueron menores ,gracias a Dios llegamos a tiempo para ayudarla ,ella andaba en su bici y ambos perros la atacaron .