Durante la pandemia, me tocó buscar qué hacer para no perder la razón. En esos días de la cuarentena, fuimos impulsados a buscar opciones de distracción. La mayoría nos pegamos a las redes sociales para buscar pasar ratos de ocio y terminamos encontrando la epidemia de desinformación. Puedo definir este periodo como punto de un antes y después de fenómeno que dio el inicio de la destrucción total de lo poco que quedaba de cultura en esta sociedad globalizada.
Fue ahí que antivacunas, terraplanistas y conspiranoicos iniciaron su ofensiva de la mano de la extrema derecha. Enemigos de la ciencia y del desarrollo intelectual, estas estructuras de trolles, bots, cuentas de noticias e influencers atiborraron las redes sociales de mentiras las cuales con el miedo mezclado con el pánico, envenenó la mente de millones de personas.
Solo aquellos con un nivel evolutivo superior y con la capacidad de la curiosidad por saber más pudieron resistir tantas mentiras. La ignorancia fue peor que el Covid-19 y al final de cuenta ayudo al eje del mal: Rusia, China e Irán a cimentar las acciones que llevarían a cabo más adelante como la invasión a Ucrania, el ataque terrorista a Israel de Hamas, esbirros de los islamistas iraníes, y la expansión económica china, pero no la invasión a Taiwán.
Después de presentar este entorno y de un año de sobrevivir a la peste. Pude realizar un viaje a los Estados Unidos para visitar a un amigo peruano. Dentro de esa estadía, pude ver su nuevo hobby que era coleccionar vinilos y ver su tocadiscos comprado durante el encierro que vivió. Y así, después de ver una buena oferta, compré uno y más por el aburrimiento y búsqueda de entretenimiento, me deslice a coleccionar vinilos.
¿Vale la pena? Sí, pero si eres un autocrítico y ansioso podrías tener problemas con lo que trae comprar y mantener en perfectos estados los discos.
En mi experiencia, buscaba tener colección basada en la música que tenía en casetes durante mi adolescencia. Los primeros vinilos los adquirí en una tienda de discos usados en Los Ángeles fueron de Asia, The Cars y uno nuevo de The Smiths. La mala elección fue comprar un tocadiscos marca Crosley pues dañan los vinilos por su mala calidad.
Puedo asegurar, que en el área de coleccionista primerizo de discos, la elección del aparato es vital. Un tocadiscos por un precio bajo va a dañar los vinilos. Los usados pueden soportar una aguja de mala calidad y un movimiento no uniforme del plato en la base del tornameza como pasa con Crosley y Vitrola en su diseño vintage. Un nuevo termina dañado y hasta inservible.
En esencia, tener discos es para escapara de nuestro aburrimiento y volver a ser jóvenes disfrutando de buena música en la soledad existencial
Pero lo que si puede ser un dolor de cabeza, es la facilidad con lo que se pueden doblar, rayar o saltar. Esto es una pesadilla constante. Un ejemplo fue un disco nuevo de Pet Shop Boys , el cual se dobló sin saber la razón exacta. Pudo ser el calor, estar mal almacenado o la calidad del vinilo. Por alguna razón, los discos nuevos parecen ser más fáciles de dañar. En aquellos tiempos,los discos de mi casa, pasaban unos sobre otros, les caí polvo y aunque eran guardados en sus fundas no recuerdo que hubiera que tener todo una variedad de implementos y ritual para su mantenimiento lo que hace algo estresante este hobby.
La sensación de tener un disco en las manos y la belleza de su diseño es algo que realmente no se puede sustituir por nada. La música – cuando es arte- nos puede liberar de esos entornos opresivos en que vivimos. Nos permite desarrollar nuestra mente y, en el caso de los discos de vinilo, nos da la oportunidad de apreciar la música desde su concepto artístico. Esto no lo entienden las generaciones que se creen que saben todo. Ellos nacieron envueltos entre una falsa e inculta realidad de la era digital y saturados de música de calidad de retrete. Por eso los vinilos han regresado y todas las bandas están reeditando sus álbumes, buscando salir de este entorno involucionado.
Yo ya casi completé toda los vinilos de mis bandas y cantantes favoritos que van desde salsa hasta postpunk y creo que no pasaré a otros niveles de los más fanáticos que poseen más de 4000 vinilos. Considero que la música es para disfrutarla y no tenerla apiñada. La frontera entre un coleccionista y un acaparador puede ser muy delgada.
Mi consejo es que entres al mundo de los vinilos si te gusta la música y tienes algo de tiempo para disfrutarla y darle mantenimiento a tu colección. Los vinilos pueden oscilar entre $10.00 dólares usados hasta $50.00 nuevos. La mejor plataforma para comprarlos usados pero con buena calidad es Discogs y ahí el precio puede subir por el envío. La inversión en tocadiscos debe ser arriba de $150.00 con su respectivo contrapeso y antideslizante. Puedes buscar en YouTube videos que te pueden dar consejos más específicos de cual es mejor que otro.
En esencia, tener discos es para escapara de nuestro aburrimiento y volver a ser jóvenes disfrutando de buena música en la soledad existencial.
Los contenidos publicados en elquintopoder.cl son de exclusiva responsabilidad de sus respectivos autores.
Te invitamos a conocer nuestras Reglas de Comunidad
Envozpropia
La música es un bálsamo para el alma en tiempos de caos. Nos traslada a lugares donde fuimos muy felices y momentos significativos de nuestra vida. Disfruta tu hobbie y gracias por los consejos! Enhorabuena!
Ivette Maria Fuentes Cortez
Excelente, coleccionando y disfrutando, sin caer en acaparamientos obsesivos. Felicidades Zarko.
N Tapia
muy buen relato, comparto la misma aficion! en hora buena, buenos consejos!!