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Los veinte mil soles y las manos

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En este sol que me ha ocurrido proponer hay tragedias y sufrimientos, pero señala que no hay tragedia alguna más poderosa que la celebración de las alegrías. Que, incluso, las tragedias tienen un modo de laberintos auto construidos y que sus sufrimientos, al final, son todos buscados. En la naturaleza, y de manera eminente, en este sol, la positividad señala el signo de todo lo efectivamente real.

Este sol, así, resulta definitivamente mejor que todo Nietzsche. Pues de allí proviene la fuente de toda voluntad de voluntades. Y lo habría curado: un Nietzsche más entregado a los baños de sol de Los Alpes, no habría enloquecido penosamente -o habría resistido mucho mejor esas negatividades. El poema …

Lo trágico consiste en un laberinto construido de negaciones

para nada en no poseer nada del destino propio

Pues nunca se lo ha poseído y siempre el destino ha sido puesto y sacado

Hay en cambio una imagen de inmortalidad que supera toda tragedia

Ese es personaje trágico porque no puede ver sol

No se trata de voluntad de poder sino de sol

Aunque tampoco de alguna voluntad

sino de recibir fuerza para imaginar decisiones tanto como para realizarlas

Que la diferencia no resulta lo más importante

La voluntad, lo que sea, ya ha sido puesta por algún sol

Ya sea este del cielo del mediodía u otro que puede venir en la estrella Andromeda

O ninguna estrella sino lo que atraviesa la estrella

si es que se necesita que haya estrella

Trágico es el que pone una sombra y se oculta en ella

El que necesita la violencia sobre sí mismo para sentirse algo

Como un artista de la fealdad en el sentido eterno

El que usa un lenguaje como si fuera el único

mientras solo hay las miríadas de signos

y ni siquiera necesitan traducirse unos a otros

Cada uno dice todo lo que tiene que decir sin ayuda

pues estas palabras, infinitas, apenas llenan más que

los infinitos sonidos, las luces y los colores

para no hablar del arte de los olores

de las comidas

Oh, voluntad que puede en tan poco tiempo

y que llegará a la muerte cantando con Goethe: ¡más luz!

El espíritu de sacrificio vivido como tristeza

Ha dominado eras y eras

Y son demasiados los que gozan al sentirse limitados

Los que celebran meros dolores

La alegría no es una especie de alegría

Sino la puerta de entrada a todas las alegrías que caben en tus manos

Y tus pies

Y en los veinte mil soles

No es necesario ningún esfuerzo para obtener

Algún agrado en los abismos

Pues la visión de ellos ya es suficiente grandeza

Profundidad y cosa terrible estremecimiento de la Naturaleza

Y mientras más vida se nos escurra como arena entre los dedos

Mejor dejar los dedos dejar de querer contenerla

Que escurra porque la arena que cae cae sostenida

Por la más extraña y poderosa gravedad

La metáfora de la arena y la mano, y el agarre

Bien poco interesan a las metáforas

de la gravedad de las fuerzas

Que es mejor como un sueño de abandonarse tan abajo como posible

Abre el puño

Deshacerte de la palabra autosuficiente

O de los procesos complejos de la decisión

Que las decisiones que se hacen casi solas ordenan

hasta las cosas imposibles

Trata de vivir en las altas montañas

Que son las cerca del sol

Pero si no puedes subir a ellas ve que de ellas

Están bajando los mensajeros cada día

Es la vida de Nietzsche pero sin ninguna de sus enfermedades

Y en vez de locuras hay allá nada más que muertes serenas

Nada hay demasiado grande sino quizá el sol

Y también de él podemos imaginar límites

O conformarnos con el sueño de un sol imposible ya de imaginar

 

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3 Comentarios

viveroscollyer

viveroscollyer

¿Què culpa tiene Nietzsche de que un aprendiz de poeta
chileno, màs de cien años despuès de su muerte, lo use y
abuse en un poema todo dedicado a un sol multiplicado?
Tal vez por mi afàn de celebraciòn, allì donde parece adecuado
hoy (siglo XXI) redescubrir la estrella de la Tierra como fuente
de toda voluntad de voluntades. O sea, de toda la vitalidad
que pueda ser producida y festejada en estos inmensos valles
(ya no de làgrimas), aunque rodeada de negatividades que
parecen querer dar cuenta de nuestra cultura global y digitalizada.
Pues no hay tragedia humana màs buscada como la de los esfuerzos
por reemplazar los momentos fundamentales de la Naturaleza.
Un poema apenas …, en estas carreteras modernas sobredimensionadas…

Natalia Pérez

Es un trabajo hermoso Fernando, felicidades y gracias por compartirlo!!

Fernando Viveros

gracias Natalia. Pues si, se trata de un sòlo sol y de veinte mil soles
y sin paradoja
Del sol sobre Santiago y del sol sobre Chiloè
De un sol al mediodìa (al amanecer, al atardecer), y viente mil
metàforas y alegorìas de sol
Los soles que son los granos de arena de una extensa playa
y el ùnico sol que calienta esas arenas, uno solo
Y entre los cinco dedos de la mano –dedos abiertos o empuñados–,
se escurren las infinitesimales arenas, las lùbricas aguas,
y los fotones de luz… Abrazo para ti-