Mareas de Éter: Seis Cantos desde el Núcleo

Inspirados en seis canciones de Rush,
estos versos no buscan traducir,
sino reflejar el pulso profundo
de una música que piensa, que sueña,que besa,
que resiste y viaja entre mundos.

I. Naturaleza Segunda
(Inspirado en “Second Nature” – Rush)

No todo se rige por leyes duras,
ni por acero ni por estructuras.
Hay una fuerza que no se enseña,
que brota sola, limpia, sin seña.

No nace del cálculo exacto,
ni de un frío y lógico pacto.
Surge del alma que se conmueve,
del gesto simple que nada debe.

Es esa voz que en medio del ruido
habla suave, sin ser oído.
Una ética sin contrato,
una verdad sin formato.

Porque no todo se impone o aprende,
algunas cosas el corazón comprende.
Como ayudar sin ser llamado,
como creer sin ser guiado.

Esta es la ley no escrita del viento,
el impulso noble del sentimiento.

La segunda naturaleza que alienta
cuando la razón se ausenta.
Es la chispa que en la sombra arde,
el principio que nunca es tarde.

Y aunque el mundo insista en su dureza,
persistirá nuestra segunda naturaleza.

II. Punto de Entrada
(Inspirado en “Prime Mover” – Rush)

Todo parte en un instante breve,
cuando el deseo se atreve.

Un pensamiento que se desliza,
una idea que electriza.

No hay destino sin movimiento,
ni universo sin intento.

Todo impulso crea su huella,
cada acto enciende una estrella.

Somos chispa, somos motor,
creadores del interior.

La causa y efecto se entrelazan,
las dudas bailan, las certezas abrazan.
Y en ese cruce de energía pura,
nace la voluntad más segura.

El punto de entrada no es visto,
es sentido, es previsto.

Y aunque el cosmos sea incierto,
nos lanzamos a lo abierto.

Porque vivir es mover,
es dudar y luego creer.

III. El Forjador
(Inspirado en “Tom Sawyer” – Rush)

Libre de dogma, de forma impuesta,
con la mente viva y la idea honesta.

El forjador de su propio ser,
no sigue al mundo, lo hace arder.

No es rebelde por ego o ruido,
sino por no aceptar lo podrido.

Su ley es clara, sin apariencias,
no busca dioses ni obediencias.

Tiene cicatrices que no muestra,
y una visión que siempre se adiestra.

Tan solo avanza entre las ruinas.

Donde otros ven poder o gloria,
él busca tan solo su historia.

Y en su mirada hay desafío,
no contra el mundo, sino su vacío.
Porque el que piensa y no se rinde,
nunca cae, solo se extingue.

Un viaje lírico inspirado en seis canciones de Rush, donde la música se convierte en pensamiento, resistencia y alma. Una segunda naturaleza que alienta cuando la razón se ausenta

IV. Bravura Frágil
(Inspirado en “Bravado” – Rush)

No por caer hemos perdido,
ni por llorar hemos cedido.

La bravura no es invencible,
es callada, es invisible.

Es seguir cuando todo se hunde,
cuando el alma ya no responde.

Es amar sin ser amado,
creer aún traicionado.

Las derrotas son medallas
de los que no doblan las vallas.

Y si el corazón se rompe,
que sea amando, sin derroche.

La dignidad no se enmienda.

Y en su fracaso más temido,
nace el coraje no rendido.

V. Los Ritos Invisibles
(Inspirado en “Mystic Rhythms” – Rush)

Bajo cielos que no hablan,
donde el tiempo es un suspiro,
se ocultan ritos que atrapan
al alma en su giro y tiro.

Son pulsos, sombras, y contrarias
corrientes de antiguos rumores.

El viento lleva en sus dedos
secretos que nadie nombra.

Hay un ritmo que no cesa,
un latido bajo la piel,
que danza con la naturaleza,
con el fuego y con la miel.

Ritos que no son visibles,
pero quiebran el acero,
tocan fibras irreversibles
del corazón y su aguacero.

Es la vida en su misterio,
el pulso eterno y sutil.

Solo el alma que se abra,
y en su abrazo se encomienda.

VI. El Eco del Olvido
(Inspirado en “Red Sector A” – Rush)

En sombras donde el tiempo muere,
donde la voz del viento hiere,
late un eco, frío y sordo,
de un pasado roto y hondo.

Pasillos que el miedo habita,
donde la esperanza palpita.
Gritos mudos, almas presas,
bailan en cruel tristeza.

La lucha entre frío y alma,
la resistencia que no calma.

Promesas de un mundo nuevo,
que renace desde el duelo.

No es solo sombra ni olvido,
es fuego en el corazón herido.

La memoria es la armadura,
la voz que rompe la penumbra.

Vive el grito que no calla,
que la dignidad no falla.

De aquellos que en la oscuridad,
sembraron la libertad.

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Zarko Pinkas-Ramírez.

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