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Pasolini, aquí y ahora

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Han pasado cincuenta años desde la noche en que Pier Paolo Pasolini fue asesinado en Ostia, Roma, y su figura no se apaga. Vuelve cada cierto tiempo –no solo por la fascinación de su biografía y su trágico fin– sino porque sus preguntas siguen abiertas. En un mundo donde la política parece rendida al cálculo y la cultura a lo inmediato y a los likes, Pasolini continúa interpelando a la humanidadSu obra, atravesada por la contradicción y el coraje, habla del poder, del amor sin distinción, de la inocencia y del lenguaje como campo de batalla.

Fue poeta, novelista, cineasta y pensador, pero sobre todo un inconforme. No aceptó las certezas de nadie: ni las del partido comunista, ni las de la Iglesia, ni las de la burguesía que lo observaba entre el escándalo y la admiración. Desafió a todos porque pensaba por sí mismo y no se refugió en la comodidad de las etiquetas. Quiso mirar la realidad en su crudeza, sin cosmética, con el mismo respeto hacia un muchacho de las borgate (poblaciones) romanas que hacia las grandes historias del Evangelio y de la antigua Grecia. Por eso su pensamiento, aunque nacido en la Italia de posguerra, conserva una vigencia incómoda más allá de su país.

Pasolini hablaba de un “nuevo fascismo”, no el de las camisas negras italianas, sino el del consumo ciego, el de los medios que moldean las conciencias bajo la ilusión de libertad, el de la violencia cotidiana de las personas comunes. Medio siglo más tarde, esa advertencia suena con preocupante vigencia. Las pantallas que hoy colonizan nuestra atención cumplen esa función de uniformar opiniones, de eliminar las diferencias, de transformar la vida en espectáculo. Frente a eso, su llamado era simple y radical: resistir desde la cultura, desde la palabra, desde la mirada que sale del rebaño.

Su fuerza no está solo en las ideas, también está en la belleza y en las cimas de su arte. Ragazzi di vita, su primera novela, fue un golpe en la literatura italiana, mostraba la vida de los marginados sin folclor ni moralina. Esos muchachos pobres, descarados y vitales fueron su primer manifiesto político donde la humanidad no estaba en los discursos, sino en las calles de la pobreza. Fue prolífica su obra dramatúrgica y poética, en la que destaca Las cenizas de Gramsci y La religión de mi tiempo. De esta última recojo unos pocos versos que hablan de su mirada poética y existencial:

Para ser poetas se necesita mucho tiempo:

horas y horas de soledad son necesarias

para formar algo que es fuerza, abandono,

vicio, libertad, para darle forma al caos.

Pasolini continúa interpelando a la humanidad. Su obra, atravesada por la contradicción y el coraje, habla del poder, del amor sin distinción, de la inocencia y del lenguaje como campo de batalla

Luego vino el cine, ese territorio donde Pasolini llevó su visión hasta el límite. El evangelio según San Mateo es quizás la película más pura que se haya hecho sobre Cristo, que cautivó a creyentes (l’Osservatore Romano la alabó como “una de las más bellas jamás rodada sobre la vida de Jesús”), a espectadores ateos o agnósticos (el suscrito). Filmada con rostros anónimos, sin música complaciente, sin el artificio de las grandes producciones hollywoodenses, fue un sincero acto de amor al predicador judío. En otra película, Teorema, un visitante misterioso desordena a una familia burguesa hasta dejarla desnuda ante su propia hipocresía. También son notables sus obras inspiradas en los mitos griegos, Edipo Rey, Medea, o su trilogía erótica arrancada de los clásicos El Decamerón, Cuentos de Canterburry y Las mil y una noches.

En toda esta amplia obra, Pasolini muestra no concebir el arte como ornamento, sino como una forma de conocimiento, a menudo crítico. De este modo, su cine y su literatura nacen de una misma necesidad: comprender qué está pasando con el alma humana en una sociedad que se moderniza, pero se vacía. Por eso su obra no envejece, porque la pregunta por el sentido de nuestra vida no prescribe.

Rechazó la violencia, aunque la vida se la devolviera de modo trágico. Su asesinato en 1975 es una metáfora amarga de lo que denunció: una sociedad que expulsa al que no encaja. Pero su legado no es el martirio, sino la libertad. La libertad de mirar, de disentir, de no obedecer a los dogmas del presente.

Quizás esa sea la clave para leerlo hoy desde este lado del mundo. Chile también vive entre promesas de modernidad y fracturas que no cierran. Aquí también el consumo irracional se confunde con progreso, la violencia se normaliza y la cultura es tratada como un adorno prescindible. En ese contexto, Pasolini ofrece una brújula ética, la cual recuerda que la cultura no es entretenimiento, sino conciencia y belleza al mismo tiempo; que la libertad no se mide por la cantidad de opciones, sino por la capacidad (que debe ser protegida) de pensar por cuenta propia.

Volver a Pasolini –leerlo, verlo, discutirlo– no es un ejercicio de nostalgia “europeísta”. Es un acto de autonomía personal. Sus películas y sus poemas siguen hablando de lo que somos: seres contradictorios que buscan sentido en medio del estruendo moderno. Redescubrirlo, recorriendo su obra, es también redescubrirnos o, al menos, vernos de otra manera.

Para quienes deseen acercarse a su obra, recomiendo empezar por la novela ya citada Una vida violenta (Ragazzi di vita) y Escritos corsarios, una recopilación de sus artículos. En el cine, El evangelio según San Mateo y Teorema (ambas en YouTube) son un buen punto de partida para apreciar a uno de los mejores cineastas modernos. En estos tiempos, leerlo y apreciar su arte es el mejor homenaje a su figura para mantener viva la pregunta que él dejó abierta: ¿Qué hemos hecho con nuestra capacidad de mirar, de sentir, de decir que no? Pasolini, el incómodo insurgente, seguirá hablándonos.

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1 Comentario

Hdhdud

Eso hago yo, digo que no, no al zurderío empobrecedor y endeudador del Estado fan de subir sueldos e impuestos; no, porque cansaron, dejaron al pobre solo, a veces en un pasillo de hospital, esperando, y otros esperando una casa, o una mano que tomara la de un niño que necesitaba seguridad…

A unos abuelitos los asaltó la delincuencia boriciana creciente por fronteras abiertas y pactos con narco terroristas internacionales… A otra la descuartizaron…

Y digo no con toda la fuerza y voluntad que me nace para decirles que no, que nunca más a ustedes, zurdos, rezurdos y recontrazurdos de la gran chingada…

Digo no a sus asesinatos, no a sus incendios, a sus robos de computadores, a sus imposición de jueces zurdos, rezurdos y recontrazurdos, que liberan al delincuente y persiguen al Carabinero…

No a su sexualización de la niñez, no a la diversidad de género en la niñez que pasa sobre la voluntad de los padres a veces para castrar a niños, hormonizarlos o lo que sea, afectando su vida para siempre, proyectos que demandan terroristas sociales de la ONU o la chuchoca que sea, ya que les sirven, así como sirven a grupos como los de la puebla de los santeros de las llanuras y las selvas, dirigidas por narco terroristas asesinos y torturadores y desaparecedores de personas que han financiado campañas de políticos, ladronas y desfalcadores como la expresidenta de Argentina, don petrito y otros, para que la izquierda llegue al poder, y lo haga incendiando lo que halle a su paso; derrocando cuando pueda, vendiendo cuchufletas populistas en campañas electorales, y empobreciendo a la nación donde esa izquierda llegue a gobernar, para imponer una Constitución a su medida, a la medida de los incendios que han hecho y a la medida del desfalco al Estado que quieran ejecutar…

Para hacer mella en la casa de las negras zurdas no se necesita mucho, solo repasar sus hechos que han dejado como estela dolor y llanto, desesperación y pobreza, asesinatos y robos, injusticias que no son dignas de gobernantes preocupados de su nación y su gente…

La gente de izquierda da esa vergüenza que da BORIC en la ONU cuando los asistentes abandonan la sala antes de que él comience su discurso porque es irrelevante escucharlo, o porque da vergüenza también oír como pretende lavar sus fallas en el país, o más bien esa vergüenza de ver cómo las intenta tapar hablando de política internacional, … y lo que dice no pesa nada, a menos que sea otro mal que acarrea para Chile…

Y la globalista Jarita, arte puro de la izquierda, que no duda es hablar de aumentos de sueldos mínimos que financiaría en un Estado al que ayudó a desfalcar y que no tiene un peso y el año que viene tiene que pagar 50 mil millones de dólares en deuda, haciendo más deuda claro, pero, más cara esta vez… Con la Jarita nunca sabríamos cuántos más empleados contrataría el Estado para crear el ministerio a la ayuda ministerial donde acomodar a otros de sus peoncitos a los que les llegó la hora del derecho adquirido de ser una nueva sanguijuelita del Estado… Chupa, sanguijuelita, extrae, succiona, quema, roba, miente, asesina, viola, entrega a los Ojeda que son enemigos del narcoterrrrrassseessssnnnn, cosa que nos lleva a concluir que el tal boricito es un perrito faldero del santeromaduro que va a buscar el palito por lo que recibe un estímulo para sus campañas tal vez, o quizá para que alguien más haya incendiado Chile…

Entonces, por esto y mil razones más, no a los marditosroedores y a sus roeduras que roen roiendo lo que roen cuando roan,,, o roban…

Marditosroedores, me gustaba cómo lo decía ese gato que perseguía ratones en la tele cuando procuraba defender su derecho a ser el guardián del lugar donde se guardaba el queso, que alimentaría a la familia, y que no debían llevarse lo roedores para no dejar sin alimento a la familia, esa misma familia que la izquierda siempre se esmera en dejar sin comida barata, sin combustible barato, sin electricidad barata, y se esmera en destruirla moralmente, en deformarla, en transgenerizarla, porque a ellos les gusta lo transgénero, y dedican mucho dinero a mostrar su cultura transgenerizadora de la mente, con actos culturales donde unos drogadictos con aspectos de drogados y ebrios y a media raja flaca pelada por andar en calzoncillos, pelo largo y tatuajes, hacen alguna clase de baile gutural a las estrellas y a las razones de la sin razón, siendo una muestra más de lo que es la izquierda zurda, rezurda y recontrazurda…

Luego, la derecha que ama a la izquierda con la que quiere hacer acuerdos para adorar a sus mismos ídolos, se convierte en una con ellos, por eso, o son de derecha izquierda zurda rezurda o recontrazurda, o son libertarios, libertarios de ustedes zurdos, libertarios de sus ideas estúpidas, de su desvergüenza por la forma en que desfalcaron al Estado, dejando asesinados en las calles, listas de esperas, casas quemadas sin reconstruir y niños abandonados…

Don boricito lo cambió todo, en miles de años nunca, nunca habíamos tenido a un presidente más saco e’ güeas que él, y lo único que nos pone felices a los chilenos de corazón es que su gobierno del cartel de las fundaciones está próximo a terminar, mientras con valentía les decimos a los rezurdeques desfalcadores y empobrecedores que vayan a peinar huevos con sus tonteras, háganse una pensión de gracia y abandonen la vida política, o digan por cuánto dinero nunca más vuelven a la política nacional, porque una cosa es que ustedes quieran recibir una tajada gratis —por derecho adquirido contra el Estado, como falso exonerado político por políticos corruptos— llegando al poder para lograrlo, y otra muy distinta sería si los chilenos les pagamos a los zurdos una pensión de gracia para que abandonen el país, o se alejen de la vida política, porque el dinero que eso demandaría podría provenir de los mismos lugares donde ha provenido y otros mejorando la acción económica nacional, pero, sin ocasionar la destrucción y miseria que ocasiona la izquierda cuando llega al Estado a gobernar y a tomar el derecho a ser una sanguijuelita del Estado…

Así es que estimados zurditos, consideren mis palabras, si lo conversan entre ustedes y pueden hacer un acuerdo amplio, como un gran acuerdo nacional por el bien de Chile, con quienes desean que Chile sea un solo equipo, podrán plantear un proyecto de Ley al Congreso en el que los zurdos se comprometen a desaparecer de la vida política nacional, a cambio de lo que el Estado les pagará una pensión de gracia de por vida… Aunque a alguno le resulte gracioso o insultante esto, puedo apostar a que esto que digo es más barato para el país y menos dañino para el país, y mejor para el país, que dejar abierta la posibilidad de que alguna vez otro pelotudo de izquierda llegue a gobernar…

Al final los 500 mil empleados sanguijuelitas que apitutó la izquierda desfalcadora en el Estado que reparte a su gran familia comunista en la proporción que cada uno necesita, tendría cada uno su pensión de gracia para siempre, solo que fuera del Estado, es decir, se llevan el mismo daño que harían con su sueldo reajustado por IPC y multiplicado todo por 0,5 o por 0,1 o 0,01, pero, liberando a los chilenos de que sus manos estén sobre la decisión de ningún otro peso más, porque hay pesos que se suman y no llegan de mejor forma donde el país y su gente los necesita porque alguien de izquierda los transfuga, o los bonifica, o los fundaciona, o los proculturiza, o los transgeneriza, boricionando el Presupuesto Nacional…

No queremos más la pobreza que crea la izquierda, ni queremos sus mentiras, ni sus dioses narcos, ni que incendien Chile, ni que cometan terrorismo en toda la patria…

Así es que zurditos de miéchica consideren ser un pensionado del Estado si jamás nadie nunca de ustedes vuelve a tocar un sillón político… Así se ahorrarían el desgaste de estar mintiendo y escondiendo sus cuchufletas y podrían drogarse y emborracharse todo el día sin temor a que les vaya a faltar dinero para seguirlo haciendo por el resto de su vida…