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Belén y la educación sexual

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La educación sexual no ha sido un tema prioritario para el estado chileno. Existen iniciativas desde los años 60, que luego de ser suspendidas durante la dictadura, son retomadas en distintas modalidades a medida que se restituye la democracia. Los avances no han sido sistemáticos, ha existido falta de voluntad política y a momentos fuertes bloqueos de organismos conservadores como en el caso de las recordadas JOCAS.

Durante el gobierno de Sebastián Piñera el MINEDUC anuncia la creación de un portafolio de siete programas de educación sexual que se diferenciarían según un estatuto ideológico (laicos o religiosos), y que permitiría a las escuelas que lo desearan contratar al más apropiado según su proyecto educativo. La propuesta en sí era discutible, ¿Por qué el Estado financia programas católicos para escuelas públicas? ¿Porqué se promueven programas que contradicen la legislación chilena (por ejemplo al afirmar que la homosexualidad es enfermedad)? ¿Por qué el Estado opta por liberar la educación sexual al mercado en vez de desarrollar una política integrada? Y finalmente ¿porqué la selección de programas no consideró los desarrollos pedagógicos y científicos en este campo sino solamente el marco normativo al que adscriben cada programa?

Si el diseño original producía suspicacias, la puesta en marcha de esta “política” despejaría toda duda. El MINEDUC genera un pequeño fondo para que los establecimientos contraten un programa a su elección, pero la gestión de este fondo es tan deficitaria que obtiene una ejecución presupuestaria menor al 25%. Posteriormente, cuando el Ministerio entra  en conocimiento de que los establecimientos no están implementando educación sexual, opta por evitar el tema suspendiendo la política. Es decir, en la actualidad no existe iniciativa alguna para que se implemente educación sexual en los establecimientos públicos del país. Aunque para ser justos si existe una iniciativa local, puesto que el Ministerio contrató directamente uno de los programas incluido en el  portafolio (coincidentemente aquel que plantea la homosexualidad como trastorno) para capacitar docentes de la provincia de Concepción.

Paralelamente el Ministerio de Salud se hacía responsable de redactar el reglamento de la ley 20.418, última ley despachada en el gobierno de Michelle Bachelet la cuál, entre otras cosas, hace obligatoria la educación sexual en educación media. Grande es la sorpresa cuando con fecha 28 de mayo de 2013 se publica el reglamento, el cuál omitiría el artículo que hace referencia a la educación sexual. Así, la única iniciativa legal que se ha hecho cargo del derecho de los/as estudiantes a recibir educación sexual es eficientemente inoculada por la actual administración.

En resumen, este gobierno no sólo ha evitado hacerse cargo de la educación sexual, sino además desmanteló activamente las limitadas iniciativas que existían para proporcionar a los/as estudiantes educación de calidad en este campo.

Ahora, en relación al caso que suscita  esta columna ¿Significa todo esto que el Estado es responsable de lo sucedido con Belén? O más concretamente, ¿Podría el MINEDUC haber emprendido acciones efectivas que evitaran situaciones de violencia sexual como esta? Lamentablemente la respuesta es no.

La educación sexual por si sola no está llamada a controlar los embarazos, a prevenir enfermedades de transmisión sexual, a erradicar la discriminación de género o bien a eliminar la violencia sexual. Sin embargo, si puede sentar las bases para el empoderamiento de los/as estudiantes con respecto a su vida sexual, y en conjunto con otras acciones del Estado, tener efectos positivos en los ámbitos relativos a la sexualidad.

Existe abundante investigación en torno al impacto de modelos de educación sexual. Habitualmente se ha intentado evaluar su capacidad para limitar conductas sexuales de riesgo, así como disminuir las enfermedades de transmisión sexual y los embarazos no previstos, al respecto los resultados son disímiles, pero en general apuntan que la escuela, por si sola, no logra incidir eficazmente en estos indicadores. Se sabe además que las políticas más eficaces son aquellas que comprenden un conjunto de acciones coordinadas desde el sector salud y educación. En este sentido cualquier diseño político debe asumir los restringidos alcances que tiene la educación sexual al momento de definir su propósito. En relación a la violencia sexual, que es el tema que nos concierne, no existe un modelo de educación sexual que haya demostrado capacidad para prevenirla. Esto se debe a que la violencia sexual, como la vivida por Belén, es un fenómeno extraordinariamente complejo, en que toman cuerpo factores de marginalidad, mecanismos de poder, regímenes de género y toda la gama de fuerzas que constituyen al sujeto social. Al entender la violencia sexual desde esta perspectiva, ciertamente la escuela no puede abarcar, ni menos controlar el fenómeno.

¿Significa esto que debemos renunciar a la educación sexual? No, todo lo contrario. Lo importante es saber definir el lugar que le compete. Se debe recordar que la educación sexual es estrictamente un ejercicio pedagógico, por ende su impacto debe medirse con la misma vara con que se miden otros ámbitos de la educación. Vale decir que su finalidad no es determinar comportamientos de los/as estudiantes, sino promover la máxima reflexividad de éstos al momento de enfrentar situaciones relacionadas con la sexualidad. Una educación sexual en línea con los avances de la pedagogía es aquella que fortalece la capacidad de decidir con autonomía, ampliando los márgenes de incidencia de cada estudiante para disfrutar de una sexualidad libre y placentera.  A su vez, una pedagogía de la sexualidad moderna debe ser crítica a las modelos heteronormativos y sexistas, si no lo hace abiertamente lo más probable es que tienda a reproducirlos.

La educación sexual por si sola no está llamada a controlar los embarazos, a prevenir enfermedades de transmisión sexual, a erradicar la discriminación de género o bien a eliminar la violencia sexual. Sin embargo, si puede sentar las bases para el empoderamiento de los/as estudiantes con respecto a su vida sexual, y en conjunto con otras acciones del Estado, tener efectos positivos en los ámbitos relativos a la sexualidad.

Sería un despropósito afirmar que se podría haber evitado el drama de Belén, pero eso no excusa al Estado, y en particular a MINEDUC de haber actuado negligentemente al no promover educación sexual de calidad. En período de campaña, es deber de los ciudadanos exigir una política contundente en esta materia, y así poder abrigar la esperanza de que las futuras generaciones construyan una sociedad donde las personas no vivan discriminación, sometimiento y violencia como la que mucho niños y niñas sufren hoy.

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Rosalía Luco Carrasco

La pregunta es qué pasa con las familias??? independiente de los tipos de familias que hoy conviven en esta larga y angosta franja de tierra, qué pasa con la responsabilidad parental (madre, padre solos, de ambos, o de abuelos que se hacen cargo de hijos nietos?
Es fácil endosar la responsabilidad y tarea a terceros. Falta orientación, educación y contención de los padres .

Manuel Saavedra Ponce

Estoy de acuerdo con el artículo leído. Sin embargo creo que los lineamientos generales están. De hecho yo participé activamente en cursos PASA y en gran medida estos programas se pueden implementar, pero falta gestión y voluntad en las Unidades Educativas. Este tema es de gran relevancia y debe estar contemplado en los Proyectos Educativos Institucionales. No esperemos que el Estado haga obligatorio el Tema de la Educación Sexual para tomar cartas en el asunto. En los Planes de Estudios existen horas suficientes de libre disposición para que cada Unidad Educativa implemente su Propio Plan con los lineamientos que existen. Se pueden firmar convenios con los Centros de Salud Familiar del sector y trabajar con sus profesionales y nosotros como docentes sólo orientamos el trabajo. Si no tenemos las competencias científicas, nos capacitamos con estos profesionales e incluso con estos centros de salud se logran crear Consejerías que ayudan muchísimo a nuestros estudiantes. Desde esta mirada les invito a tomar la iniciativa y dejemos de quejarnos, pongámonos en acción y manos a la obra.

Luz Elvira Rivanera Brunet

Es el eterno doble standard de este país hipócrita. Mientras los medios de comunicación de masa promueven modelos inmorales de comportamiento y utilitarismo de la sexualidad para vender espacios televisivos, nadie se hace cargo de entregar al menos elementos conceptuales que permitan a los televidentes poder discernir lo que es o no adecuado para sí mismo y la sociedad.
El caso de Belén es aberrante y más aberrante la actitud de la madre y de los periodistas que finalmente les parece algo común y casi normal. Esto lo digo luego de haber escuchado este tipo de comentarios en más de un medio. Lo peor, Belén vivirá el resto de su vida con las secuelas de lo sucedido probablemente sin ayuda de nadie mientras otros habrán sacado provecho mediático, pero ella no será la última niña víctima de una sociedad indolente y grupos políticos sin voluntad de legislar para castigar a los victimarios como corresponde y para apoyar a las víctimas.

Marta de la Cruz

Las palabras precisas y aclaradoras en el momento más necesario. Como siempre PASA en todas sus intervenciones da la mejor mirada, con criterio y seriedad.
Gracias !!!

Rita Marisa Menichetti Maldonado

Cuàndo, còmo y en què momento enseñar??, de adolescentes no quieren escuchar a sus padres, (padres que trabajan todo el dìa y no estàn allì para dar la palabra o consejo oportuno), en el colegio o liceo tampoco se habla del tema (una por no contar con el espacio, otra por que la mayorìa de los profesores sobre los 45 años son reacios a hablar sobre el tema de la sexualidad) y cuando son pequeños no se hace porque son aùn muy pequeños y se cree que no lo entenderìan. Entonces cuàndo, dònde y en què momento?. Esta interrogante no sòlo queda en el aire sino que se posa levemente sobre una sociedad que cuenta con personas cada vez màs pervertidas, con problemas infantiles sexuales no resueltos, con una sociedad que no tiene claro si ser homosexual es una enfermedad o una alternativa de gènero y como tal aceptarla, con una sociedad que cierra los ojos cuando los niños pasan a ser adolescentes y escapan a escabullir en el alcohol y drogas todo el resentimiento guardado por: abandono de los padres, , por un embarazo no deseado, sometimiento a un aborto clandestino y tanta otra situaciòn que nos enteramos en programas televisivos o pelìculas. A quièn le corresponde ponerle el cascabel al gato??, definitivamente esto debe ser una polìtica de estado. Preguntarnos què tipo de sociedad queremos y trabajar para ello de manera transversal e integral.

Elizabeth Segovia Bustamante

Es un análisis donde se le da la responsabilidad a la Educación. Que , desde mi perspectiva, no es el único ente que debe prevenir. Me pregunto cuál es el rol que cumple la T: V. chilena ¿sólo farándula?. análisis de ella; Noticias ( casi 40 min.) de hechos de violencia. No es que esté de acuerdo con un mundo de Fantasía.
Comerciales: Sexistas, discriminativos, soñados; no inclusivos.
Lamentablemente el raiting es lo que importa. Saturan a las personas con un análisis sesgado de algunos hechos.
Lo Ecónomico, es ,También , una triste realidad. Si se debe invertir.No hay políticas reales de dar indicios sobre este tema.
Elizabeth.

educaciondecalidad

creo que en nuestro país los profesores, en especial los que trabajamos en el ámbito municipal vulnerable, tenemos muy claro cual es el núcleo de este gran problema país… sabemos dónde apuntar a nuestras interrogantes, pero al gobierno de turno ¿le importará lo que hace y lo que pase con Belén y muchas otras Belén? Así como la familia comienza con el ejemplo de los padres, un país comienza con el ejemplo de quienes la gobiernan. ¿hay algún gobierno en nuestra historia republicana que le haya interesado este tema?

GINA BASSSO BASSO

Excelente artículo … va dirigido a quienes tienen la responsabilidad de impartir una educación sobre la sexualidad responsable y no la represión de ésta. Además, su fundamento es amplio y no sesgado a las religiones y cuestiones moralistas. Felicitaciones Daniel Reyes.
Ex alumna del post- título que hice en PASA.

Adela Mancilla Carcamo

según mi experiencia docente, los profesores/as carecen de la formación en este ámbito, por lo tanto no existe la idoneidad ni las horas de contrato para hacerlo, creo que se debería articular con el servicio de salud y sistematizarlo en todas las unidades educativas, por el bien de alumnos y alumnas

María Cristina Carrasco Martínez

Me parece¡ muy bien ! que haya gente como el Equipo PASA , ponga el tema a nivel público pero , pienso que debemos lograr que el MINEDUC haga que se cumpla la ley que dice relación con éste tema .

Juan Guillermo Aravena Qiuntero

Excelente articulo. He participado en múltiples cursos del Programa PASA sin poder hasta ahora aplicar lo aprendido en la Enseñanza Media.
Debo hacer notar que dicho programa no sentenció a los participantes con un Postítulo otorgado por la Universidad de Chile tal como había sido prometido en un comienzo.

Mirtha Hermosilla

Siento que el tema de la educación sexual es altamente complejo, tan complejo como el ser humano mismo, Y pretender imponer un modelo restrictivo y discriminativo desde el gobierno,o dejar en la absoluta falta de lineamientos es,en ambos casos, peligroso. Creo, que la formación en valores es elpuntodepartida, principalmente en el valor del respeto al otro y a sí mismo, para que se pueda lograr la autonomía en la toma de decisiones.¿Cómo lograrlo?Si la educación sistemática contase con el apoyo de la familia, y en conjunto se tatasen estos temas,si tuviesemos claro el tipo de sociedad que queremos… si superasemos el afan por los índices y eltanking, y educasemos a la PERSONA, todo sería mejor….

Schirley Colman C.

Estoy de acuerdo con la falta de una legislación acerca del del tema, sin duda aclararía mucho el panorama, sobre todo con relación a la claridad del papel que le corresponde a la escuela, pero también, este articulo, me invita a reflexionar a como los docentes, desde nuestro accionar podemos desde ya gestionar, aunque sea a un nivel micro lo que esperamos suceda.

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