Convivencia escolar

Durante un tiempo, ser parte de la reforma educacional ha sido parte de mi vida y trabajo, que comenzó de forma concreta en una instancia que hoy es uno de los organismos fundamentales de los establecimientos escolares: la Convivencia Escolar.

Para hacer un poco de historia, este organismo no era muy conocido ni valorado en los colegios. En algunos existía bajo la figura de los famosos inspectores(as) y, si el colegio contaba con recursos, podía haber una asistente social u orientadora (que en la gran mayoría de los casos era un profesor o profesora con especialización en orientación escolar).

Hoy, la convivencia escolar es una figura que debe estar presente en todos los colegios, para apoyar a la comunidad escolar y respaldar la labor docente y estudiantil, no desde la entrega de conocimientos, sino desde lo humano: ayudar a los escolares a enfrentar sus problemas, ser sus confidentes, con respeto y dignidad. Aunque sean pequeños, los estudiantes merecen ser tratados como personas.

Muchos de estos funcionarios sufren por la incomprensión de su trabajo, especialmente cuando se enfrentan a apoderados que no valoran su aporte.

En estos días, especialmente en mi región del Biobío, se ha generado un preocupante aumento de violencia escolar. Varias autoridades han propuesto medidas para los colegios, incluso la presencia de militares en las entradas. Señoras y señores, con todo respeto, ¿apostarían ustedes por tener un funcionario del Estado armado en la entrada del colegio de sus hijos? ¿Han pensado qué pasa por la mente de un niño que es recibido por un uniformado con un arma? ¿Qué tipo de sociedad estamos formando si para estar seguros necesitamos presencia armada en las escuelas?

La convivencia escolar no es un adorno, es un aporte fundamental para formar personas

Esta misiva va dirigida a los padres del futuro de este país, quienes confían en personas que, a pesar de sus problemas, siempre encuentran un momento para escuchar y aconsejar a sus hijos. Todos los funcionarios de los colegios son personas que solo quieren ser un aporte. En nuestra época escolar, ¿quién no recuerda a un tío del aseo o un inspector que hablaba antes de llamar al apoderado? Pido que los comprendan: ellos también son parte del colegio.

Como mencioné al principio: la convivencia escolar no es un adorno, es un aporte.