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¿KidZania un juego de niños?

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La primera vez que escuché hablar de KidZania me imaginé algo así como «Mundo Mágico 2.0».  Después de varias explicaciones, entendí que parecía asemejarse más a un juego de roles con escenografía premium, a un Metropoly de carne y hueso, o a un Reality Show sub 15. Las descripciones que escuché hacían que cada vez me gustara menos la idea de que mis hijas fueran a ese lugar.  Hasta que, hace pocos días, se produjo una discusión entre quienes defendían a la singular «ciudad», argumentando que era una entretención inocente, y quienes criticábamos que a través del juego se promoviera sin contrapeso alguno el consumo –marcas reales incluidas-, y la réplica sin cuestionamientos de un modelo económico y social del mundo real que evidentemente está en crisis.

Pero cierto es que todas estas críticas eran apartir de los relatos de otros. Entonces, y luego de múltiples ruegos de mi hija mayor, acepté romper el Tabú y llevarla junto a su íntima amiga a la ciudad innombrable, con la condición de luego hacer una»tarea», y conversar sobre lo que vieran, escucharan e hicieran. La misión era ir a jugar y recorrer, pero con los sentidos despiertos. Aceptaron, evidentemente, más que encantadas. La idea era no prohibirles ir, sino, como lo hacemos con la TV, acompañarlas para que, sin dejar de pasarlo bien y jugar, tuvieran una mirada crítica sobre este verdadero reality show. En otra columna les cuento cómo nos fue con la tarea de las niñas, pero les adelanto que se entretuvieron menos de lo que ellas mismas esperaban. Por ahora va mi experiencia.

Al llegar, nos encontramos una breve pero decidora declaración que explica que niños y niñas, “cansados” del mundo adulto decidieron formar una nación donde, cito: «ser, saber, cuidar y jugar se convirtieron en sus derechos». Fuertes  afirmaciones para quienes pensamos que somos los adultos quienes debemos garantizar dichos derechos. Que para que se respeten los derechos de niños y niñas, estos deban deshacerse de los adultos, me parece un desafortunado mensaje para un lugar que pretende ser, de alguna manera, un espacio educativo.

Ya entrando, me encuentro con que KidZania es una nación subterránea, sin luz ni ventilación natural. Ahí el tiempo pasa lento, no oscurece ni amanece, el techo está pintado de azul, con nubes muy blancas y todo está iluminado con luz artificial. No vi tierra, no vi verde. Ni almácigos, cultivos de ningún tipo, ni menos agua que corriera por ninguna parte.

En KidZania niñas y niños circulan «libres”, son autónomos y tienen la posibilidad de probar diferentes profesiones y oficios, de elaborar varios productos que después se pueden llevar o comer. Es lo que más disfrutan: actividades tipo talleres en las que pueden hacer pan (marca Castaño), elaborar Coca-Cola, Manjarate (Soprole), Trencito (Nestlé),  y otros. Pueden también desempeñarse como periodistas en La Tercera, como médicos en la Clínica Alemana o como técnicos en Entel. Todo tiene marcas reales, lo cual resulta tremendamente atractivo para pequeños y pequeñas que, a esa edad, aspiran a hacer y ser como adultos, y que así sienten que están a cargo en el mundo “de verdad”. Aquí es donde otros adultos me dicen que cuál es el problema con esto, que es una simple entretención, que es ridículo pensar que después, en el día a día niños y niñas, por ejemplo, vayan a preferir las marcas de los sponsors.  Pero eso está lejos de ser  lo que considero más complejo de este proyecto.

¿Qué es, entonces? No es inocuo que una ciudad que busca ser una fiel réplica de la realidad funcione exclusivamente sobre la base de la producción y el mercado. En KidZania todo se compra y se vende, pero no hay gobierno, ni aparato público, salvo la policía y el juzgado, que persigue y castiga delincuentes. No hay hospital ni consultorio, sino Clínica Alemana, donde solo nacen guaguas –muñecas- rubias y de ojos azules.  La “Universidad Nacional de KidZania” no es la excepción y obviamente tampoco es gratuita. En su interior, el afiche que presenta los “valores” que la inspiran dice textualmente:

«Estos estudios te permitirán tener una mejor retribución por tu trabajo, ganando más KidZos (la moneda local), en los establecimientos que tienen relación con el campo de estudio de tu elección. Entre más alto sea el grado obtenido, mayor será el beneficio. ¿Qué estás esperando? ¡Estudia una carrera y obtén tu título hoy!»

Lo que importa no es fomentar el aprendizaje grupal, menos el intercambio de realidades diversas, fundamental para la formación de cualquier profesional que quiera tener una mirada amplia y aterrizada en sus temas. La Universidad simplemente consiste en varios computadores frente a los cuales niños y niñas se sientan para absorber quien sabe qué contenidos, dar un par de exámenes y obtener la tarjeta que acredita su título, y que presentarán luego para cobrar un porcentaje adicional en su remuneración.

En KidZania hay automotoras (Hyundai), pero no transporte público.  Menos ciclovías. La basura no se recoge, ni  recicla. Sí hay un letrero de planta de reciclaje, pero no conduce a lugar alguno. Y por cierto no hay parlamento, ni presidencia, alcaldía, esbozo de junta de vecinos ni nada que se asemeje a una institución de representantes. El mundo en KidZania viene dado: se aprende, aprehende y explora, pero no se cambia. En los muros no se ven afiches de campañas de interés público: ni salud, desarrollo sostenible u otra. Sí se pueden ver en cambio anuncios de inmobiliarias o de búsqueda de mascotas perdidas. En definitiva, se ha replicado del «mundo real», solo lo que el mercado necesita para subsistir. ¿Quién puede decir que es inocente o coincidencia que en la sala de redacción de La Tercera de la ciudad, esté enmarcada y a la vista una portada del diario cuyo titular dice “Pronósticos Económicos para Chile mejoran por crecimiento record”?

No es inocuo que una ciudad que busca ser una fiel réplica de la realidad funcione exclusivamente sobre la base de la producción y el mercado. En KidZania todo se compra y se vende, pero no hay gobierno, ni aparato público, salvo la policía y el juzgado, que persigue y castiga delincuentes. No hay hospital ni consultorio, sino Clínica Alemana, donde solo nacen guaguas –muñecas- rubias y de ojos azules. El mundo en KidZania viene dado: se aprende, aprehende y explora, pero no se cambia.

Niños y niñas se divierten muchísimo, y era que no: luego de pagar la entrada que cuesta $8.900, tod@s quienes acceden son»libres e iguales» para emprender, gastar, ganar, ahorrar, invertir. Los «no iguales» ya quedaron fuera y los iguales van y vienen entre diversas ocupaciones sin considerar ningún desafío ni tarea colectiva. No hay pobreza, no hay contaminación, no falta el agua, no sobra el CO2.

Supe que en la semana KidZania recibe escolares. Y pensé que eso valdría la pena si quizás esta misma metodología e infraestructura (que funcionan muy bien para los fines propuestos), se usara para formar no solo consumidores, sino ciudadanos y ciudadanas. Me gustaría ver a niños y niñas canalizando su creatividad y expresando sus anhelos en campañas con propuestas para llegar al parlamento o Consejo Municipal. Si junto con la actividad comercial se replicara también la vida de barrio, la convocatoria a actividades deportivas, u otras iniciativas colectivas. Algunos me dicen que eso es aburrido. Yo no creo, no lo era para mí siendo niña, al menos. Otros más crudos me dicen que para qué, si finalmente es cierto que el mercado gobierna al mundo.

Pero si esto último es cierto, con mayor razón me parece que KidZania es una forma burda de lo que pensadores como Theodor Adorno definieron como Industria Cultural, donde, bajo la excusa del entretenimiento se naturalizan realidades que son construcciones culturales que favorecen a quienes detentan el poder político o económico.

Para terminar, una breve pregunta a quienes, después de todo lo dicho, todavía defienden a KidZania como un pasatiempo neutral o inocuo: Si en Cuba se levantara una infraestructura similar, y la ciudad replicara el funcionamiento e instituciones de la isla para que niños y niñas jueguen y conozcan el mundo adulto, ¿les parecería igualmente un pasatiempo inofensivo? Les dejo la inquietud.

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249 Comentarios

Gabriel Chacón

Qué buena reseña para quienes no tenemos hijos. Era peor de lo que pensaba Kidzania. Qué lamentable que existan lugares donde la entretención sea la valorización del capitalismo. Y, desde la vereda de los defensores del capitalismo, qué poco visionarios fueron al crear un templo a un sistema que se está desmoronando a la misma rapidez que su ambición.
Ojalá que cuando tenga hijos no alcancen a conocer un espacio tan innecesario y dañino para el crecimiento de un niño.

    María Inés De Ferrari

    Muchas gracias Gabriel. La idea fue justamente proponer una mirada crítica a como se llena de un contenido parcial un «juego» e infraestructura que al ser temendamente atractivo para niños y niñas, es una herramienta de socialización, que en cambio bien utilizada podría generar grandes aportes. Saludos

    Patricio Quiroga

    Al contrario, el problema es que fueron muy visionarios.

Manuel De Ferrari

Concuerdo plenamente con el análisis y el juicio. Me surge una inquietud ¿cómo se financia esta ciudad? ¿Habrá fondos municipales? ¿Las empresas rebajarán impuestos por considerar esta inversión como donaciones culturales o con fines educativos? Como para averiguarlo…

    nanedef

    nanedef

    Tal cual, esa información debiese ser pública.

    Dravez

    Estimado

    Por eso las marcas, pues. Se fiancia con los cobros por publicidad

Rodrigo Maragaño

No defiendo Kidzania, ni siquiera he llevado a mis hijos aún, por lo que no lo conozco y solo tengo las referencias que me han dado o he leído como acá.

Yo creo que no se le puede pedir a cada entretención para niños ser además educativa, es labor de los padres ser la voz consejera y orientar a sus niños en temas valóricos.

A mi parecer, es el ejemplo de sus padres la mayor influencia de los niños. Recuerdo las críticas a los juegos de video, los dibujos animados japoneses y así una larga lista de cosas que los adultos de ese entonces consideraban nocivas para la formación de un niño y que en realidad, al menos aparentemente, no resultó ser tan así.

Me parece muy bien y aplaudo a los padres con consciencia que educan y orientan a sus hijos a lo largo de cada experiencia en su vida, yo trato de hacerlo y no es tarea fácil. Pero me preocupa cuando quienes transitan por la vereda opuesta al conservadurismo típico de nuestro país tienen la misma actitud que critican.

No creo que el tema en discusión es si Kidzania entrega o no una experiencia enriquecedora para nuestros hijos, sino el decidir si es un lugar en el que nos gustaría visitar con ellos y de ser así si estamos dispuestos a discutir la experiencia tal como lo hizo quien escribió este artículo.

Esa al menos es mi opinión.

Saludos!

    María Inés De Ferrari

    Muchas gracias Rodrigo. Estoy de acuerdo en que no toda diversión debe transformarse en herramienta pedagógica, pero de alguna manera KidZania se promueve como tal. Por ejemplo, se organizan idas de colegios y desde mi punto de vista no es lo mismo ir a una piscina o a la Granja Aventura que a este espacio. Sería muy interesante saber cómo se usan pedagógicamente las visitas, si se hacen guías de trabajo o comentarios y reflexiones sobre la experiencia. Saludos!

    Javier

    Rodrigo, Kidzania explota comercialmente el valor educativo de lo que ofrece. Entonces no solo es sano, sino necesario, evaluar su propuesta a la luz de los aprendizajes que ocurren en su interior:

    http://www.kidzania.cl/colegios.html

    Saludos.

    p3r0n

    p3r0n

    La educacion de los niños NO es tarea exclusiva de los padres, esta es una cuestion muy transparente. Si lo contrario fuera verdad, entonces los padres tendrian que ocupar el rol de los profesores y del ejemplo social de la comunidad.

    El gobierno cumple una labor fundamental en esta tarea, ya sea con los programas dedicados a la educaion y entretencion, asi como con la regulacion de lo que debe o no ser ofensivo.

    A esto se suma el factor nunca bien ponderado de cuanto tiempo disponen los padres, cual es el nivel educacional de ellos y sus recursos.

    Con estas variables a la vista, NO veo absolutamente ninguna perspectiva positiva de la nueva empresa dedicada a la seudo-educacion de los hijos.

    No entiendo, como un gobierno puede llegar a pensar solo en admitir una forma tan burda de hacer pasar una idea asi, como cultural o educacional.

    Mas aun, lo mejor que podria suceder, es que esa empresa se arruinara y cerrara sus puertas.

    Los colegios, institutos y universidades necesitan con urgencia recursos… y donde estan?

    Carolina Palacios

    Hola, en lo personal si pienso que los video juegos, han contribuido negativamente en los niños y niñas, primero porque muchos de ellos son excesivamente agresivos y sangrientos y segundo porque es mas facil para los padres tener todo el rato al hijo/a en el video asi no molesta con la inquietud propia de su edad, pero cuanto perdemos de ellos dejandolos asi? (Estoy hablando de modo general)

andrea sanhueza

que buena descripción, me queda clarísimo de que se trata. me parece que toda actividad humana, nos guste o no, es educativa, en el sentido que nos deja una experiencia mala o buena, agradable o no, pero una experiencia al fin.

me muero de curiosidad de conocer la reflexión de las niñas, quedo atenta a la segunda parte!!

Cuca Arriagada

Absolutamente de acuerdo, la principal fuente de aprendizaje de los niños es el juego, por lo que debemos entender como adultos que ese debe ser un espacio que potencie valores, creatividad, subjetividad. Respetar el mundo de los niños valorando la fantasía, las formas «otras» que tienen de pensar y ver el mundo. TOTALMENTE DE ACUERDO, que pena que se valoren estas inciativas y que no se formulen proyectos que no sean copias, que hablen de nuestra idiosincrasia y que promuevan la integración.

Claudia Sepúlveda

Si a mí me quedaba alguna duda antes de leer tu texto, ahora menos. No comparto, ni deseo que mi hijo, crezca en una sociedad donde se han olvidado de lo más elemental: del ser humano, de lo importante que es compartir (no vender ni comprar), de preocuparse del otro (no de cuanto tiene para saber cuanto vale), de un medio ambiente limpio y, también, de una educación cívica que permita a todos crecer por igual, en base a sus méritos y no en base a sus bolsillos.

Marc van Overbeke

¡ Interesante articulo ! Me parece que lo que se fomenta (voluntariamente o no, no lo sé) en esa «entretención» después de todo es 1. El consumo, 2. Olvidarse de la creatividad (que es la que nos permite avanzar cómo humandidad, y eso que necesitamos cada día de gente creativa !!) y 3. El aprender del y con el otro, compartiendo los conocimientos … Saludos.

    Magdalena Hurtado

    Totalmente de acuerdo, creo que una de las cosas lindas, importantes y constructivas de la niñez es usar la imaginación y la creatividad para jugar. Pretender que eres cajera de supermercado con las cajas vacías de los alimentos que comieron en la casa, jugar a la familia usando la ropa grande de los papás, inventar un diario con cartulina y recortes de revistas. No me interesa para nada que mi hija juege a la vida «real».

Ximena Salazar

María Inés, a mi hija le encantó, y debo reconocer que en lo personal, lo encontré mucho más entretenido de lo que pensaba. Pero, como mencionas sería ideal si pudieran incorporar algunos servicios públicos dentro de este mundo de juego de roles, y mostrarles a los niños que también los médicos pueden trabajar en el Hospital público, y que existen las Municipalidades, el Consejo Municipal, y el Congreso Nacional. Creo que estos actores son los que faltan…

    María Inés De Ferrari

    Totalmente de acuerdo en que hay que partir por casa y predicar con el ejemplo, pero el punto está en que la empresa se autodenomina como un lugar eucativo: Dice su sitio web: «KidZania es un parque único e interactivo, que combina entretención y educación en una misma experiencia, donde niños de 4 a 13 años podrán jugar, explorar y aprender sobre el mundo de las profesiones y oficios, en una ciudad a escala construida especialmente para ellos». Y más adelante «Este proyecto apunta al concepto de la “Eduentretención” que consiste en que los niños jueguen ejerciendo distintas profesiones u oficios y durante esta actividad entiendan mejor cómo funciona el mundo que los rodea. Adicionalmente, durante este proceso sociabilizan, aprenden sobre trabajo en equipo, a tomar decisiones, adquieren conocimientos sobre los principios básicos de economía y educación cívica, así como a desarrollar la imaginación, fortalecer su autonomía y socializar con otros compañeros». Y definitivamente lo que yo vi fue otra cosa. Saludos y gracias por comentar!

Nicolás K.

Después de leer esto me pregunto… ¿De qué estamos hablando?, pero de verdad. Si quisieran homologar un espacio más real, debería haber hospitales con gente enferma esperando en los pasillos, burocracia en los organismos públicos (para cualquier trámite) y para qué hablar de nuestros honorables del poder legislativo y judicial. También mostrar la gente que no tiene suficientes KidZos para vivir y tienen que mendigar…. Por favor, maduremos!!! Esto es un producto como una hamburguesa del McDonalds…. ¿Cómo podría ser de otra forma?. Si queremos educar a nuestros hijos en lo que respecta al consumo, debemos partir por nosotros mismos siendo un ejemplo en el consumo consciente y sustentable. El que esté libre de 4×4’s, Iphones, Nike, McDonalds y Coca-Cola que lance la primera piedra

    vasilia

    vasilia

    Estamos hablando de un lugar donde se supone que los niños «van a entretenerse» pero en realidad van a ser adoctrinados en consumismo. Habria publicidad engañosa, porque se supone que los niños van a jugar un rol (medico, policia, bombero) cuando van a jugar un rol en una sociedad consumista. No capitalista, consumista, que es peor.

    Un padre puede no ser consumista, pero el niño no esta encerrado en la casa leyendo libros. El niño va a la escuela, donde le hacen bullying porque no tiene un Iphone, mira a otros niños «felices» porque comen en McDonalds, y no entiende el mensaje, no lo sabe interpretar correctamente. Pobre del niño que hoy no tenga una cuenta en facebook, o que en su casa no haya television satelital, porque no tiene amigos.

    Y tu preguntas «¿cómo podría ser de otra forma?» y señalas «debemos partir por nosotros mismos siendo un ejemplo en el consumo consciente y sustentable»…. Pero explica ¿como? En los textos escolares los niños estan siendo bombardeados por publicidad, TEXTOS ESCOLARES. ¿Como yo, madre, puedo enseñar algo a mi hijo cuando le enseñan a sumar con el gentil auspicio de Coca-Cola?

    La idea que entrega Kidzania es muy realista sobre la sociedad, y el papel que jugamos en ella: si tenemos dinero somos algo, sino somos invisibles. Eso no es un incentivo para madurar, es para llorar

    Elano R.

    toma una mcpiedra defensor del pedocapitalismo toma toma!

    Pato toro

    PRIMERA PIEDRA!

    ingrid.s.

    jajajajajja, siii, o los que no llevan a sus hijos al mall a ver vitrinas, o a los supermercados, en finnnn,
    es bueno que los niños vean el mundo real y hacerles conciencia de que no es lo que queremos y que hay otras opciones, hacerlos mejores personas, compartiendo con los que no tienen, compartiendo de igual con sus amigos, mostrándoles que socializar y siendo tolerantes podemos hacer una mejor sociedad.
    yo, no tengo 4×4, tengo un auto heredado del año de la pera loca, no me da para el Iphones, me compro la ropa en patronato, McDonalds ni de chiste, y evito que se consuma coca cola, pero nos vamos de acampar para las vacaciones en familia, hacemos reuniones con los amigos y sus hijos bien seguiditos, con mi hija nos gusta las manualidades y compramos materiales,, son prioridades, que es lo importante para nosotros, odbio que el disfrute al máximo con quienes compartimos esta vida, mi hija tiene el día en que va al cine con sus abuelitas y lo pasa genial, por que se llena de vivencias, experiencias.

Nicolás Pantoja

No puedo estar más de acuerdo. Gracias María Inés por ordenar mis pensamientos. Algo me olía mal en esa ciudad… Falto una cosa, se entrega parte del espacio público (Parque Araucano) a un privado.. o sea, volvemos a perder.

    María Inés De Ferrari

    Gracias a ti por leer! sobre las condiciones que puso el municipio para el uso del espacio público hay que indagar. Saludos!

Juan Pablo silva reyes

Algo asi pensaba, pero jamas pensaba q fuera tan burdo, pero no seamosm ingenuos si es un area de entretencion de un centro comercial, nica enviaria a mis hijos ahi si los tuviera, les enseñaria el mundo real

    nanedef

    nanedef

    ojo es en un terreno municipal! saludos y gracias por comentar!

    Juan Carlos

    No estoy de acuerdo con tus comentarios, en primer lugar deja a un lado tus resentimientos de adulta y ubícate en un niño, que a caso en la infancia no jugabas a ser alguien en la vida, es mas casi estoy seguro de que la profesión que tienes surgió en algún juego de infancia de este tipo, es cierto no hay gobierno ni servicios públicos pero la pregunta es por que quieres matar los sueños infantiles sobre todo a la edad de 4 a 13 años, donde los niños están en fase exploración del mundo que los rodea, que es un mundo de mercado y capitalismo, es cierto pero acaso no es a lo que se van enfrentar de adultos, no mandas a tus hijos al colegio y te preocupas por prepararlos para este mundo, que es un sueño utópico es cierto pero si lo quieren mas real entonces enséñales que pueden trabajar en el gobierno y robar impunemente, para que estudian con una pistola en mano pueden robar, existe la prostitución, venta de drogas y todo lo malo que conocemos de este mundo. Creo que en la adolescencia y cuando sean adultos se tendrán que enfrentar a este mundo pero de momento deja que sueñen en ser pilotos, en ser chef,, bomberos etc, yo me volví ingeniero por que de niño tuve la oportunidad de conocer una fabrica y me quede enamorado de este mundo y mas adelante ya de adulto entendí que el mejor empleo era ser mi propio patrón y en la actualidad yo doy empleo a 20 personas y en cierta ocasión un colaborador me pidió que si podía llevar a su hijo de 10 años a conocer la empresa y la respuesta fue un rotundo si, al terminar la visita el niño me dijo que de grande quería trabajar en la empresa y yo le respondió que no que mejor trabajara para la empresa, en ese entonces no me entendió la diferencia de en y para pero han pasado quince años y ese niño ahora es mi proveedor de material de embalaje y al igual que yo ingeniero asi que dejn que los niños sean niños ellos no conocen de capitalismo y socialismo y es mejor que pase una tarde así que estar en casa jugando wii o xbox o en la computadora, kidzania es una experiencia interesante, que se puede mejorar es cierto pero creo que si vale la pena

    Carmen Soubber

    Juan Carlos, en primer lugar deja tu arribismo (actitud derivada de algún tipo de resentimiento económico) de lado.
    ¿Lograste emerger por tus propios medios? Te felicito.

    Iba a comentar sobre tus opiniones pero mejor voy a ocupar ese tiempo en algo más entrete, saludos!

    andres

    nada más imbecil que comentar «prefiero no perder el tiempo comentando»… jajaja

Fran Moral

Yo lamento de verdad que hayan eliminado áreas verdes, y en vez de hacer juegos hayan puesto esa ciudad. Tampoco estoy de acuerdo con ella, nunca lo he estado, pero tengo que asumir que más temprano que tarde mi hija me pedirá que la lleve. Y probablemente lo haré, así como una vez al mes la llevo al McDonald.
Ahora, a quien sin duda esto le agrada bastante es al sr. Alcalde de Las Condes, que debe estar recibiendo jugosa renta para su bien dotada Municipalidad…

Marcelo Gallardo

muy buena tu columna.
tampoco me tinca esta cosa, asi es que con mayor razón me mantendré y mantendré alejadas a mis hijas de ese lugar.
saludos

Andrea

Las empresas pueden desear lo que quieran. Lo preocupante es que el municipio haya aceptado el proyecto sin velar por los derechos de niños y niñas. Más preocupante aún que el MINEDUC patrocine la iniciativa. Terrorífico que los colegios lleven a sus estudiantes a aprender a ser consumistas, no consumidores, en KidZania.
Padres y Madres preocupados y otros descriteriados siempre habrá, pero que el Estado, a través de sus municipios, ministerios y escuelas, abandonen su deber de proteger la infancia de ese modo es una vergüenza.

diego alarcon

me recordó a «Un Mundo Feliz» de Aldous Huxley.

benjamin

Estamos un mundo donde se exige que el resto eduque a nuestros hijos, que el colegio entregue valores que los juegos sean educativos, que la televisión sea cultural, entonces que hacemos nosotros? cual es nuestro rol? Esta ciudad muestra a grandes rasgos lo que es la vida real, lo más probable es que todas las marcas que aparecen paguen su buena plata por publicidad, por lo mismo no hay hospitales o cosas así. Como dije anteriormente se intenta emular la vida real, uno trabaja y gana cierta cantidad de plata, si uno estudia puede ganar más plata aun y no creo que el mensaje de esta mini ciudad sea que la plata lo es todo. Por el contrario yo creo que es que los niños disfruten jugando a trabajar y que reciban un incentivo por jugar bien, algo así como el Chuck N Chesse donde los niños mientras mejor jugaban los juegos más ticket ganaban y más cosas podían canjear.

No seamos rebuscados, esto es pura entretención entiendo la postura de quien escribió la columna pero no la comparto, hay que dejar de buscarle siempre la quinta pata al gato y mal pensar todo, es un simple juego de roles, donde por jugar bien te dan incentivos para canjear por otras cosas.

    nanedef

    nanedef

    Hola Benjamín. No es que exijamos que todos eduquen a niños y niñas, sino que exista coherencia entre lo que la empresa y el municipio ofrecen, y la realidad. Recuerda que este «parque de diversiones» está en terreno municipal, no en un centro comercial. El municipio en su cuenta pública anual habló así del proyecto:

    «Vida Parque es un Proyecto de Inversión de 100 millones de dólares y, a nivel educativo, es algo realmente impresionante. Concretamente, Kidzania tendrá 65 estaciones que emulan una ciudad,
    entre otros, posee un Juzgado de Policía Local, donde los niños pueden ser jueces, carabineros, gendarmes, abogados o delincuentes, puesto que se les hace vivir una experiencia real(…); Las 65 estaciones están construidas a escala infantil, cada una de las cuales explican el funcionamiento de una ciudad (…)». En mi opinión, lo que vi en el lugar está muy lejos de ser algo impresionante en términos educativos, o de explicar en ninguna parte el funcionamiento de una ciudad. Saludos!

Gastón Troncoso Vega

También había tenido una discusión con un amigo sobre este lugar. Primero hay que tener claro que es una atracción dirigida a niños de un segmento económico medio/alto y alto, por tanto su realidad es muy similar a lo visto en ese centro recreativo. Sus padres los llevan a clínicas, tienen su buena Coca-Cola solo con abrir el refrigerador, sus padres tienen postitulos y doctorados, etc.
Lo que en verdad molesta es que los padres paguen para llevar a sus niños a hacer cosas que antes ya hacíamos nosotros cuando niños. Jugar al doctor, jugar al bombero, jugar a hacer comida, jugar a ser profesor. La diferencia es que ahora los padres pagan para que sus hijos hagan lo que antes hacíamos gratis. Jugar.
Lo que nos muestra lo asimilado que ciertos sectores tienen el formato neoliberal, sus virtudes, sus horrores y sus vicios.
Así como el dicho «la culpa no es del chancho, sino del que les da el afrecho», en este caso, la culpa no es de KidZania, es de los padres que llevan a sus hijos y no presentan una visión critica a la forma en que los están educando.

    nanedef

    nanedef

    gracias Gastón por tu comentario. Que los destinatarios sean ABC1, es más grave aún si pensamos que se está ocupando para el negocio terreno municipal. De acuerdo en que es fundamental que adultos eduquemos y fomentemos en nuestros niños y niñas una capacidad crítica que les de autonomía y posibilidad de discriminar los mensajes con que se encuentran a diario.

Jan van Dijk

Buena la columna María Inez, entretenida, preocupante e indignante.
Conociendo las falencias de esa ciudad «idónea» es bueno llevar los hijos a conocer Kidzania como mal ejemplo, como un estilo de vida reprochable. Al final toda aprendizaje pasa por el filtro familiar.
Si el Estado, a través de Municipalidades y Ministerios, no sabe aplicar filtros de decencia y sentido común entonces son los padres que tienen que guiar a sus hijos. El Estado como educador es poco confiable.
No esperaba otra cosa: Kidzania es el sistema neoliberal en miniatura. No tiene norte.

    benjamin

    Compadre, cuando los niños van al lets fun o al chuck n cheese, pasa lo mismo ellos juegan para ganarse boletos y el que más boletos ganas canjea el mejor premio.

    Acá los niños juegan a los roles, se incentiva con la moneda local para que ellos jueguen lo mejor que puedan. Compiten contra ellos mismos para jugar mejor. Ahora a la ciudad le pueden faltar muchas cosas del mundo real, pero insisto que las empresas que hay es porque deben haber invertido su buen billete en eso y no porque si.

    saludos

    nanedef

    nanedef

    Gracias Jan. Pienso que la educación y los procesos de aprendizaje tienen diferentes ámbitos y todos ellos son relevantes. Y efectivamente coincido en que es tremendamente importante que más que prohibir o tapar el sol con un dedo, debemos educar a niños y niñas de tal manera que desarrollen un espíritu crítico y capacidad de proponer y llevar adelante cambios. Saludos!

Jose Espinosa

Es que el mundo si funciona en base a vender y comprar, y el resto se financia de los impuestos, pero sin venta y compra el resto no puede existir. Cuantas personas en Chile trabajan en la empresa privada y cuantas en el aparato fiscal, que además es una brutal carga para el desarrollo y la superación de la pobreza, entonces la gran mayoría de nuestros hijos si trabajarán en la empresa privada, y el simulacro que reciben en el parque les muestra algo de lo que podrán hacer cuando grandes.

    nanedef

    nanedef

    Gracias José por comentar. No por ser una supuesta copia de lo real cualquier cosa es educativa o entrega mensajes adecuados a la edad de los destinatarios. Si bien respeto tu opinión, pienso que el Estado tiene un rol fundamental a la hora de disminuir las desigualdades o garantizar derechos fundamentales. Saludos1

Fernando García Naddaf

Excelente columna. Clarísimo que es el lugar que me gustaría que no pisaran jamás mis hijos…

    nanedef

    nanedef

    Muchas gracias Fernando!