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Los privilegios del Instituto Nacional

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Eran las 7:45. Había prueba, y el profesor decía “cabritos, son 5 hojas, así que me deben 100 pesos”. Luego pasaba retirando la plata, y entregando la prueba. Él la había fotocopiado con su sueldo, y había que devolverlo, no íbamos a cagarnos al profe. ¿La razón? No había recursos, a mitad de año ya no quedaba ni tinta ni hojas en el colegio, de las guías mejor ni hablar.

Cuando tocaba artes o tecnología y teníamos que hacer dibujos, llevábamos nuestra tablita de cholguán. Era muy ridículo andar con eso en el Metro, pero las mesas estaban viejas, llenas de hoyos, nunca se podría haber hecho una línea derecha sobre eso. En realidad, cuando digo mesas, me refiero a un pupitre clavado al piso, con un asiento de fierro, y donde tu respaldo es el asiento del compañero de atrás. Estábamos muy juntos, el olor en verano no era muy agradable.

A los que nos gustaba la filosofía, la profe nos enseñaba filosofía mapuche en las tardes, en el currículo eso no estaba y con 3 horas a la semana tampoco podría haber estado. Los profes de música daban clases especiales a los que quisieran ir, incluso uno dirigía una orquesta en el subterráneo abandonado. Y así con todo lo demás, que se sustentaba, básicamente, con buena voluntad y colectas en los «jeans days». Ni la subvención ni los tres mil pesos anuales que pagábamos financiaban nuestros inmensos privilegios.

El Instituto Nacional es un colegio cuestionable en muchos sentidos, nunca lo dejé de criticar. Siempre nos quejamos de los vicios que tenía, de la falta de mujeres, de la suciedad de los baños, de los malos tratos, del exitismo, de la falta de extensión, y un largo etcétera. Las movilizaciones internas y los discursos furibundos eran pan de cada día.

Eso sí, había que reconocer que uno se volvía petulante. Mucha historia y muchos discursos motivacionales chovinistas pueden nublarte a veces. Me cargaban, aunque con el tiempo hasta perdoné, a los viejos por hablar tanta lesera. En el fondo tenían que hacerle creer a un cabro chico pobre que no estaba necesariamente condenado a vivir como sus papás, y en ese afán no siempre los métodos eran del todo pedagógicos. (Digamos que el método Montessori no era viable, 45 alumnos por sala, clavados al piso, ni hablar de hacer un círculo con los bancos…)

Algunos rectores, senadores y ministros atacan la supuesta “segregación” del Instituto Nacional, pero jamás han estado dispuestos a cuestionar a los privados de los que son dueños ni a las “misses” de “the school” de sus hijos.

Todos repudiábamos la selección, precisamente porque habíamos pasado por ella. Pero diez postulantes para un solo cupo. ¿Qué otra alternativa había? Era mejor una prueba que el azar, y por supuesto, mucho mejor que la selección racial y religiosa de los “colegios del cerro”. Realmente es una suerte de elitismo, pero no se equivoquen, es el elitismo que más le ha molestado a la elite. Y por cierto, una reacción exitosa contra la adversidad de un sistema educacional diseñado para reproducir la desigualdad.

Esos son los privilegios del Instituto Nacional de los que hoy hablan algunos rectores, senadores y ministros. Ellos atacan nuestra supuesta “segregación”, pero jamás han estado dispuestos a cuestionar a los privados de los que son dueños ni a las “misses” de “the school” de sus hijos. Se llenan la boca con nosotros, como si eliminar un síntoma (porque eso es lo que es el Nacional) fuera a curar la enfermedad que la ha provocado. Como si nuestros “privilegios” fueran una panacea. Si les sirve de algo, nosotros tampoco queríamos que existieran, nunca deseamos que fuera necesario un colegio así, y lo gritábamos todos los meses por las calles. Pero no se preocupen, sabemos que es difícil que lo hayan notado, después de todo, sus calles quedan muy lejos de las nuestras.

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211 Comentarios

carlos antonelli

que pasa con todos los exalumnos que salieron de ahí…que estan millonarios? porque nunca han realizado aportes al colegio, mejoran las aulas, el mobiliario, etc?….el problema es que en ahí lo único que hacen es fomentar la competencia, el individualismo y los adiestran para dar una buena psu….un colegio es más que eso…por eso lo impirtante de refirmar la educación…

    Juan Ignacio Naudon Diaz

    Algo de Razón tienes… lo mismo pasa con la U de Chile … obligada a competir con los cordones atados contra barias privadas tradicionales y otras no tanto…

    Camilo Lisperguer

    Estimado, los millonarios y los que no lo son (me incluyo), aportamos a nuestro Colegio de distintas formas. Y como somos agradecidos de la formación recibida, aportamos sin buscar cámaras ni portadas. Somos uno más de la Familia Institutana.
    Ex alumnos, Institutano por Siempre!!!

Juan Ignacio Naudon Diaz

Bueno la selección .. mnnn yo la sufrí pero de nada sirvió competir … pues alguno con mejores artes se quedo con mi cupo … pues mis antecedentes se extraviaron y punto … ya no habían más vacantes y yo no tenían un solo papel de mi postulación, bueno mi cupo debe haber sido ocupado por alguien que espero halla sacado ventaja de los privilegios del Nacional… Me parece que esta nota nos trae varias realidades. La segregación por la que unos inconsciente/concientemente optan … para como se dice nivelar para arriba. Hay que fortalecer la Educación Pública y que estos privilegios del nacional se multipliquen en cada Liceo Con Numero … solo ustedes los de Estudiantes lo pueden hacer realidad … se puede … Buena Nota Son pocos los que a los 12 años tiene la película clara … y que tienen la convicción que uno de los caminos de cambio efectivo y real es educación …

Matías

con todos los defectos que puede tener el instituto nacional, habría matado por estudiar ahí, lástima que en este país todo lo publico de buena calidad está en santiago

gabriel.i.villa

Hay mucho que decir aquí.

Primero: el Instituto Nacional es un colegio de excelencia, que debido a la «macabra» selección, permite otorgar movilidad social a cierto grupo de desvalidos meritorios. ¿Por qué solo a cierto grupo? Por dos razones, la primera, por un tema de recursos y segundo, porque la selección misma hace el trabajo de discriminar quien más merezca un cupo para este salvavidas de educación.

¿Es odiosa la selección? Por supuesto que sí. Es el sistema que el ser humano ha adoptado hoy en día para asignar los quehaceres de la sociedad. (¿Le parecería a usted raro si la selección chilena de fútbol fuera nominada al azar?).

¿Es la movilidad social odiosa? Para el sector acomodado lo es, representa el riesgo de lo atroz que un hijo de un «roto» pueda llegar a ser jefe de mi hijo cuyo apellido tengo que deletrear.

¿Es la competitividad algo bueno o algo malo? Para esta sociedad es muy buena. Pero es un arma de doble filo, salir airoso de esta, otorga poder, salir derrotado puede hundir, teniendo cada escenario pros y contras. (Ego, responsabilidades, riesgos, aprender y resurgir).

Con todo lo expuesto previamente quiero recalcar que el Instituto Nacional es sinónimo de MERITOCRACIA y todos los antivalores que se le critica al IN, como los medios de asignación de ésta, están instalados en la sociedad hace siglos.

Eliminar a los liceos emblemáticos y a la selección, es apagar la única chispa que tiene el desvalido meritorio en la actualidad.

Yo tengo 32 años ingresé al 7o G el año 1995, me titulé en la UTFSM, me casé y le agradezco al IN la oportunidad de vivir muchas adversidades, de aprender a querer a mis pares de todas las clases sociales y de vivir la rigurosidad que nos hizo a mi y a mis compañeros muy probablemente, mejores ciudadanos.

Y si me preguntan si me siento privilegiado, por supuesto que sí. Y no me avergüenza decir que me lo merezco.

carolina

Sueño que me hijo estudié ahí .De culto tú palabras .te pasaste .

Anónimo

[…] […]

claudio

Y de esos «privilegios» siguen naciendo hombres de verdad. Gracias Instituto. Tremendo comentario, como ex institutano, 100% de acuerdo..

Ana luisa

Un orgullo para nosotros haber tenido a nuestro hijo en el Instituto Nacional, y consideró que debe seguir la selección para el Instituto, de lo contrario se desvirtúa el gran colegio que fue , por otra parte cualquier alumno que tuviera buenas notas podía entrar.

Gustavo rojas reyes

Creo que los estudiantes ( institutanos) pueden describir al instituto. Ellos,ellos son los que se forjaron el futuro,con la ayuda de sus profesores . En hora buena realizas tus comentarios,los que considero muy acertados ,sobre todo eso del pago de las pruebas.

camila

soy parte de uno de los emblemáticos alelos al nacional pero de mujeres, el Carmela Carvajal y estoy feliz de haber egresado de allí. Venía de un colegio de los «del cerro» o cuico como quieran llamarlo y mi mamá insistía en que postulara y que entrara al carmela porque para lo que pagaba no era bastante bueno, de hecho me di cuenta de que no era para nada bueno ya que hice el intento por entrar al Carmela dos veces (séptimo y primero). Yo no quería entrar a tal liceo por mis amistades y porque todos allá veían que iba a un liceo municipal, pero habían profesores que me decían que aprovecahara, que quedaría si me lo proponía. Di la prueba a de mala gana hasta que supe mis resultados y lloré porque no quería entrar a ese colegio, sin hombres ? ( venia de colegio mixto) , con cosas muy distintas a las que poseía en mi ex colegio, aunque nunca fui de realidad socioeconómica alta, solo tenia suerte de que a mi papa le alcanzara para pagarme ese colegio. Entré y mis expectativas cambiaron, nunca olvidare las realidades que mis compañeras tenían, niñas que se les incendio la casa y vivían con otras compañeras del colegio, niñas que no conocían a sus papas, otras embarazadas, etc. Y me encanto el poder conocer cada una de esas realidades y tener que viajar al otro extremo de Santiago a estudiar o terminar un trabajo. Yo vivía en una burbuja y agradezco a mi madre, que insistió tanto, salir de ella. El Nacional no tiene la culpa de la suerte que tienen otros o de la mala suerte de otros, si da una herramienta a personas que quieren superarse y tienen capacidades, interés y amor a superarse y aprender, aprender de verdad, no solo memorizar para rendir la PSU. Admiro su colegio y conozco mucho su realidad, era bastante similar a la de mi ex colegio,ojaláa no hayan mas criticas si no conocen como son realmente las cosas y puedo decir que tengo la visión de las dos caras de la moneda, de colegio cuico a liceo municipal

Guillermo

Que buena cantidad de argumentos, para decir nada.
Todo lo que dices ya es sabido y aunque no estudie en el nacional es cómo que se relatara mis propias vivencias.
Porqué quejarse si esto seguirá asi por siempre porque con el tiempo entenderas que el mundo gira a un ritmo. ..no se puede ir mas rápido ni mas lento…y cuando maduras ya será tiempo de preocuparse de temas personales.

    asdf

    Que manera de escribir tanto, y no decir nada…

Rodrigo Arias

Muchos de los que critican hablan del IN como un ente al cual llegas por arte de magia, que te recoge y te prepara para la U. Qué saben de todo el proceso previo, qué saben de los intereses muy distintos que siempre tuvimos quienes entramos al Nacional. El Nacional es un gran catalizador de nuestras capacidades, es aquel «ente» que le saca partido a la capacidad que toda persona puede tener. Por ahí leí sobre el efecto par. Quienes critican al Nacional desean que el efector par venga desde los mediocres, no al revés. Nivelar hacia abajo, eso es lo que buscan. ¿Y si nivelamos hacia arriba mejor? Copien el modelo de exigencia del Nacional. Si el Nacional es la combinación de quién desea ser exifido y aprender con el que te exige y exige al máximo tus capacidades. ¿Somos genios?. No, para nada, sólo teníamos la chispa, el deseo muy fuerte de aprender. El ser humano tiende hacia lo fácil, o no? Habríamos aprendido igual en un colegio que sólo cumple con cifras de alfabetización, de aumentar nivel de escolaridad, etc. De qué le sirve al país tener mejores porcentajes de educación completa, si en realidad lo que saben es muy deficiente, al punto de tener serios problemas de comprensión. Este país suele funcionar así.

Estos últimos años el gasto en educación con seguridad es mayor que cuando yo iba en básica o media, sin embargo mi percepción respecto de la educación es cada vez peor. Y no de los profes ni las instituciones, porque mal que mal tiene más exigencias ahora, sino que de los propios alumnos, quienes no demuestran real interés en aprender, en saber, o me equivoco?. Alumnos que viven inmersos en las tecnologías, con equipos más «inteligentes» que ellos mismos, sin mayor visión respecto del propio futuro. Jóvenes que se conforman con recibir todo de sus padres o de alguien más, o de ser «felices» con miles de amigos en las redes sociales, aquellas redes de la mentira. Se sigue haciendo el enfoque en aumentar gastos, pero sin capacidad real de exigir resultados en los propios alumnos.
Yo recuerdo vívidamente tan sólo cuando aprendí a leer, después ya todo el resto era un fluir de conocimientos. A cuántos les jnteresa leer, aprender solos? Apenas partía el acceso a internet cuando yo estaba en 2do o 3ro del Nacional. Ahora escribo desde mi celular, como muchos alumnos de este país, pero, cuántos de ellos usan internet para llevar un aprendizaje más allá del nivel mediocre que exige nuestra educación? Un 5, un 10% es capaz de buscar lo que necesitan? Sin embargo las cifras respecto del acceso a internet sin duda son mucho mayores.
No depende de dónde estudies, ya no en la actualidad, depende de cuál es el interés real de los alumnos. Pero hay algo cierto, hasta los compañeros porros que tuve en el Nacional, sin duda les ha ido mejor que a los normales de otros colegios, pero ellos ya tenían al menos una buena base en la básica.
No critiquemos al Nacional, critiquemos a aquellos alumnos de otros colegios que aún no tienen ni el más mínimo interés real de aprender. Que justifican su pobreza intelectual en un sistema educacional decadente, pero que sin embargo saben muy bien usar facebook o jugar en red, en lugar de agrandar su conocimiento en la red.
Igualemos hacia arriba, no hacia abajo.
EL QUE DE VERDAD QUIERE, PUEDE Y PODRÁ SIEMPRE

    CO

    Encuentro toda la razon con el comentario de que eliminar seria nivelar hacia abajo, los emblematicos se deben manter al menos hasta que mejoren la calidad de la educacion publica, y eso no es de corto plazo, luego de eso que hagan lo que quieran, pero el hablan del concepto de lo justo nivelando hacia abajo y jodiendo a niños que se esfuerzan y comprometen much mas que la media de chile, yo considero mas justo el premio al esfuerzo, sobre todo si lo recursos no abundan, los profes del nacional don mejores por que ellos em busca de mayor dignidad laboral buscan alunmos que les importe aprender, hay colegios en que no respetan ni escuchana sus profes, ojala mejore la calidad para todos, pero mientras no se jodan a los mas ddestacados que quieren y tienen potencial de aprender, siento que la igualdad no se puede poner sobre lo justo, nivelando hacia abajo

Rodrigo Lara Fernández

Oscar, soy institutano también, bastante mayor que tú, egresé hace más de veinte años. Te felicito por lo que escribiste, en forma y contenido. Y te cuento que hace más de veinte años era tal como cuentas, lo mismo. Un abrazo y sigue con tus proyectos.
Rodrigo.

Paul Salvatierra

Institutano, hijo y nieto de Institutanos, curse la mitad en el edificio antiguo, el resto inaugurando, tienes mucha razón, pero para mi el Instituto fue segundo hogar, los profes e inspectores al fin de cuentas te hacían y veo, te hacen crítico y autocritico, mejores personas, siento un gran respaldo tras de mi.

    Nelson

    «Institutano, hijo y nieto de institutano»… creo que eso refuerza mi punto.

Paul Salvatierra

QUE NADIE OLVIDE QUE LOS PATRIOTAS FORJARON LA PATRIA CON LA EDUCACIÓN, que el Instituto fue cerrado con la Reconquista y nuevamente abierto con la Patria Nueva. FUE EL PRIMER FOCO DE LUZ DE LA NACIÓN. La historia única del instituto respalda una especial consideración.

Marcela Paz Faundez Carvacho

Seguiremos luchando por nuestros hijos esto es lo que forma el IN y soy parte y siempre defendere a estos nińos que forman lo mejor de lo mejor de nuestra socieddad, ciego nos volvemos los padres cuando se toman el colegio y nos asustan el que no lleguen al final con sus conocimientos pero estas palabras, esta vision hace que me sienta muy orgullosa me toca la fibra mas profunda de mi ser y me sienti comprometida con todo el IN. Muchas gracias Oscar Cornejo no tengo palabras para expresar lo que me hizo sentir tu relato, gracias hijo por mostrar y expresar toda la realidad que son ustedes nuestra esperanza, nuestra salida y nuestro gran tesoro.

Nelson

Seleccionar a los buenos para hacerlos mejores es una forma de segregación. Piensa en el aporte que puede llegar para su enorno, un buen alumno de un colegio promedio, que por el azar queda fuera del Instituto Nacional.
O llévalo a un extremo, que permita graficar el punto. Si todos los buenos alumnos fuesen erradicados de sus colegios de origen para ser educados en institutos de elite, qué pasaría con los alumnos que queden? Y con sus hijos en el futuro? Hay evidencia de la importancia de la cuna en el potencial de un niño. Una situación así terminaría en el largo plazo con un país dividido en dos: los que generación tras generación fueron seleccionados para ser mejores y los que quedan condenados a la mediocridad.
Es cierto que el azar puede parecer un mecanismo terrible, pero edte al menos garantiza un crecimiento armónico de la sociedad.
Sin duda este no es el único ni el más importante problema de nuestra educación, pero es uno de ellos y debe der abordado.
Y respecto a los colegios del cerro, te recuerdo que esos al menos no los pagamos todos los chilenos.

    Rodrigo

    bueno, convengamos que no TODOS los buenos alumnos quedan en el instituto nacional, solo quedan ALGUNOS, por ende, siguen habiendo buenos alumnos en otros colegios municipales o subvencionados, entonces dime tu, como les va? pueden desplegar todo su potencial?

Daniel

No logro entender por qué se preocupan tanto de Juan Manuel Zolezzi. El dice que no hubiese estudiado en el Nacional… ¡Qué bueno! Nos ahorró la vergüenza… Aunque si él hubiese postulado no habría quedado… entonces, ¿Por qué preocuparse de alguien que no vale tal pena? La tradición no se borra con el codo de la ignorancia… «A palabras necias, oídos sordos».
A todo esto, buena columna, los que vivimos la vida del nacional sabemos que lo dicho por lenguas bífidas nacen de la envidia. Saludos

ANA MARIA CARO VEGA

COMO EX-APODERADA, DOY FE, DE LA VERACIDAD, DE LO QUE DICE ESTA CARTA, MÁS A ÚN, QUIERO AGREGAR, QUE MUY A PESAR DE LOS CAMBIOS, DE VIDA, DE GOBIERNOS, DE LEYES Y DEMÁSES, EL «INSTITUTO NACIONAL» HA MANTENIDO POR AÑOS, SU EXCELENCIA ACADÉMICA Y FORMACIÓN DE VERDADEROS HOMBRES DE HONOR, Y FORMACIÓN ÉTICA Y PROFESIONAL……. TENGO UNA MUY ESTRECHA RELACION CON ÉL, PUES LO CONOCÍ A TRAVÉS DE 2 DE MIS PRIMOS, (AMBOS PROFESIONALES), LUEGO A TRAVÉS DE UNO DE MIS AHIJADOS, (PROFESIONAL TAMBIÉN), Y FINALMENTE POR MI HIJO….. Y PUEDO DAR FE, DE LA INTEGRIDAD, CON QUE SE LES EDUCA, Y TODA LA INFORMACION QUE SE LES ENTREGA, Y QUE ES DE PRIMERA CALIDAD….. GRACIAS AL INSTITUTO, SÉ DE MUCHOS GRANDES HOMBRES, DE INTACHABLE COMPORTAMIENTO, Y DE UNA GRAN HONESTIDAD, PARTIENDO POR MI HIJO……
SIN OTRO PARTICULAR, LES SALUDA…
ANA MARIA CARO VEGA….

Patrick Fisk

Que buena columna, a algunos de regiones siempre nos queda la impresión de que el nacional posee condiciones óptimas. No como las pauperrimas que señalas.
Es más, te diría que el mito es este.

Liceo politizado, con profesores que regalan nota y entrenan para la PSU, nada más. Y que esta lleno de dirigentes estudiantiles y del colegio de profesores, por eso se explica tanto compromiso con los paros.

Tus palabras derriban esos mitos, gracias de verdad (no estoy siendo irónico)