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Quiero un país de escuelas vivas

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Los vecinos del condominio ubicado en Vicuña Mackenna al 1700, están inquietos, molestos, maldicen la hora en que aparecieron esos ruines enanos bullangueros, cuando es mucho más lindo el chinchineo desenfrenado de la cumbia, que las risotadas alegres y espontáneas de los niños del Jardín “Il mio sole”. Claro, ¡cómo se atreven, de qué se ríen tanto los chiquillos lesos!, si la cumbia es alegre y los niños correteando por el patio desesperan al vecindario, porque tapan el son festivo del reggaetón. Razón tiene doña Lucha en juntar firmas para reclamar ante las autoridades, cabros de porquería, bochincheros, malcriados, ¿por qué no se reirán, mejor, en su casa?, aunque algunos de esos escolares son vecinos, viven en el mismo condominio donde está enclavado el Jardín.

Ah, pero alguna solución habrá que tomar y urgente, no puede ser que los carcajeos contagiosos de esos aprendientes invadan ¡un condominio!, ¿dónde se ha visto?, esto no es conventillo. Claro, los niños deben aprender en silencio, pues en boca del tonto abunda la risa, así nunca aprenderán y el recreo debe ser en silencio, que no provoque la ira de los vecinos, a la escuela se va a aprender y no a divertirse. A los niños hay que domarlos de chiquititos, como las pequeñas fieras que son, ¡cabros de miéchica, nomás! ¿Y si proponemos una camisa de fuerza para cada uno?

Un Jardín Infantil no posee una matrícula exuberante, no son miles de criaturas en esparcimiento durante horas y horas deambulando, son grupos, pequeños grupos que corren, hablan, se ríen y lloran, como cualquier otro niño o niña, todos los niños hacen lo mismo y actúan de idéntica manera. Pero allí, para esos habitantes, los educandos molestan y nadie quiere detenerse a pensar en la función que cumplen los recreos en los aprendizajes infantiles, así lo expresa Alejandra, una mujer que es docente universitaria, (¡menos mal que no estudió Pedagogía General!), que se ve imposibilitada para corregir parciales con tanta risa en el aire, se distrae, no puede viviendo aún en el piso 10. ¿Habrá que prohibir los recreos?, porque allí surgen los períodos más críticos, entre 10 y 11 de la mañana y entre las 17 y 18 hrs, ¡una tortura!

Para quienes lo pongan en duda, los recreos escolares también son aprendizajes significativos. En un recreo infantil pueden observarse saberes y conductas, dominios y destrezas, la toma de decisiones del universo infantil y el desarrollo de reglas para el juego, que implican el desarrollo de habilidades sociales, los niños organizan sus propios juegos, escogiendo las reglas, o sea, aplican conocimientos y crecen como sujetos sociales, se vinculan con otros pares. El recreo aporta un tiempo para el juego no estructurado en que  niños y niñas «tienen opciones, desarrollan las reglas para jugar (…) y practican o utilizan las habilidades desarrolladas en educación física» (Council for Physical Education and Children, 2001).

Es desagradable toparse con la intolerancia de los vecinos, con la estupidez y el  despropósito, es hilar demasiado fino, cuando esos mismos habitantes  de Vicuña Mackenna al 1700, comuna de Santiago, nada expresan ante los ruidos destemplados de las fiestas nocturnas, ¡duermen como lirones!, nada dicen del carreteo improvisado de sus propios hijos, con la música hasta las tantas, porque allí “son jóvenes, tienen que divertirse, están en la edad. Ay, estos muchachos…”

Soy educador, orgulloso de serlo. Y me gustan las escuelas vivas, sonoras, dinámicas, en permanente movimiento, en ebullición, con árboles y tierra, que niños y niñas puedan corretear, escarbar, reírse, esconderse, treparse, aprender sentados en ronda en el suelo de los patios, cantar a voces.

Han propuesto algunos, de oídos muy delicados, techar el patio, sí, para que el alboroto no se expanda, imagínense, ¡el  patio  de una escuela techado!, sin sol, sin aire, niños sin divisar pájaros santiaguinos, sin ver la lluvia, sólo falta proponer que el jardín se mude hasta las instalaciones de alguna cárcel abandonada, en desuso, para evitar la contaminación de los “ruidos molestos”, como bien lo cita un académico de la U. de Chile, diciendo “de todos modos están causando ruidos molestos y eso debería estar vinculado a las sanciones que se establecen en el propio reglamento, que van hasta las 10 UF”. Les pretenden aplicar a esos niños la Ley N° 19.537.

Soy educador, orgulloso de serlo. Y me gustan las escuelas vivas, sonoras, dinámicas, en permanente movimiento, en ebullición, con árboles y tierra, que niños y niñas puedan corretear, escarbar, reírse, esconderse, treparse, aprender sentados en ronda en el suelo de los patios, cantar a voces, no soy partidario de la censura estúpida, del prurito resentido, esa que pretende educar zombis, tabulas rasa que sólo reciben sentados y en silencio las migajas del saber, quiero niños cuestionadores, que examinen, exploren y se muevan, que salten y se encaramen, que investiguen los espacios y, de ser posible, que los recreos se llenen de música, que bailen, que toquen instrumentos, los prefiero en el patio con una guitarra, una flauta y un pandero y no comiendo cuestionables golosinas para el engorde.

Aunque nada tengo que ver con el Jardín en cuestión, invito a los vecinos disconformes a que se acerquen a esos recreos y lleven de presente una torta para compartir con los chicos, que otra de las señoras molestas lleve lanas de colores para hacer un laberinto y jueguen grandes y chicos, otra que proponga un club de cuentos, otros que vayan a bailar cueca con los aprendientes y van a descubrir que los recreos no molestan, que los recreos son crecimiento y descubrimiento del mundo, aprendizajes permanentes y confirmación de lo antes aprendido, pero igualmente es el mejor espacio para compartir con un semejante. Quiero un país de escuelas vivas y no de tontos graves.

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70 Comentarios

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Ya, Daniel.

Gracias por su sugerencia y todas las respuestas.

Que le vaya bien «buscando soluciones creativas en conjunto»…

Saludos

    Daniel Tillería Pérez

    Muchas gracias, ojalá ahora quiera adherir y se sume a grupos organizados, que promueven soluciones creativas; así nos podríamos encontrar en alguna calle marchando y exigiendo por y para mejorar las cosas, ya la que ORGANIZACIÓN es dinámica, está en permanente movimiento, es sumativa, crece y se multiplica, jamás se detiene. Puede verlo en los grupos LGBT, en las comunidades mapuche o los grupos feministas, entre otros, que si ellos no hubieran salido a las calles, seguirían invisibilizados, sin embargo hoy, empoderados, están frente a nosotros con sus reivindicaciones, han obtenido logros que hasta hace un decenio no existían: eso es «pueblo organizado». Vea lo que ha pasado con los residentes peruanos, hoy están insertos y participan, están ORGANIZADOS, como dice Carol Delgado «el pueblo organizado es el que debe decidir y direccionar, conjuntamente con los representantes elegidos y funcionarios públicos, en qué se invertirán los recursos, así como el cómo, el dónde, el cuándo y el cuánto debe hacerse (Red Voltaire , 29 de agosto de 2004, http://www.voltairenet.org/article121948.html) Como verá, el cambio está en todos nosotros, no hay que pedir permiso, hay que hacer y exigir, avanzar, proponer, denunciar, trabajar, hoy resulta imposible quedarse en casa, esperando que algo pase (¿y si no pasa nada?), los espacios hay que tomarlos y aprovecharlos en función de toda una sociedad y sumar a otros nuevos y a los que en un futuro vendrán, es tarea nuestra. ¡Lo espero!

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Daniel: No sé cómo hacerle ver, sin que se sienta ofendido o que le cause motivo de exaltación, que su punto de vista, de lo que es un pueblo organizado, no es el único.

Para mí, un pueblo organizado debiera ser aquel que tenga mecanismos y lugares de reunión donde acuerde qué quiere, evalúe si eso es lo mejor, se discuta sobre el tema y se creen formas de proceder que cumplan objetivos.

Esto, dada nuestra realidad, exige tomar el poder político de la nación y crear herramientas de debate institucionalizadas, que nos permitan aplicar una democracia basada en la razón.

Sólo imagine el grado de organización que debiera tener el pueblo para tomar el poder. Significa que se necesitaría un conjunto de propuestas que conformen un Programa de Gobierno; personas para ejercer cargos públicos de confianza de un Presidente por encontrar bajo un criterio, al que asignarle la ejecución de ese Programa, con el que se esperaría materializar las ideas previamente discutidas.

A saber los problemas que yo identifico como principales son tres:

El tema de la migración desde comuna con poca oportunidad al Área Metropolitana, por la cantidad de costos para el Estado que involucra y el deterioro de la calidad de vida.

La falta de la herramienta con la que ejercer el debate de las ideas que deben fundar nuestras políticas.

La usura que empobrece a la población.

Para los tres, tengo soluciones teóricas que seguramente ud. ya ha leído en otro sitio …

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Por lo tanto, le insisto, en que nunca me voy a sumar a ese pueblo que usted llama organizado, porque para mí ese pueblo es la representación viva de la desorganización, precisamente porque protesta, pide y se queja de aquello que, por si mismo, con organización, el pueblo debiera arreglar, sin pedírselo a ninguna clase de orden político o institucional que hoy ejerce mecanismos de gobierno que han sido impuestos al pueblo como una especie de orden, o reglas de juego que, todos aquellos que nos hemos ocupado de enterarnos de cómo proceden y cómo abusan de nosotros, decididamente no lo aceptamos como lo mejor que se puede hacer.

Obviamente, encontrarle una solución a ello, no se hace con ellos, porque jugaríamos su juego, en su cancha, con su pelota, con sus arbitros, con sus reglas, que sabemos que están hechas para que ellos sigan gobernando y haciendo lo que quieran, repartiendo unas pocas soluciones a medias cuando el pueblo se queje mucho.

Y están instrumentalizados y organizados bajo una Constitución que los ampara, con leyes que los financian y ponen toda clase de barrera al ingreso de nuevos políticos a sumarse a su baile.

No es la forma en la que deba proceder un equipo que quiera ganar, porque cada vez que se juega el juego de la contra parte, no se está jugando el juego propio.

Dice el dicho que a buenos entendedores, pocas palabras, caso que espero que sea el suyo.

Saludos, Daniel.

    Daniel Tilleria Perez

    Daniel Tilleria Perez

    Entonces, siga esperando a que la misericordia le caiga del alto cielo porque, por ahora, quiero seguir saliendo a las calles, quiero seguir dando la pelea por lo que ME y NOS pertenece a todos y todas, ¡no me voy a callar! y si fuimos capaces de salir durante la dictadura más sangrienta y enfrentarlos, con la exacta represión que hoy tenemos, porque las FFEE igual nos reprimían (y nos siguen reprimiendo), no voy a dejar de marchar y exigir, hasta dónde pueda, con todos aquellos que quieran sumarse. Nos quieren sumisos, blandos, manejables, inconscientes, consumidores. Desde mi parte, no les voy a dar en el gusto y voy a seguir exigiendo más educación para todos, más formación continua, más pensamiento crítico y reflexivo, y el que no quiera, seguirá consumiendo farándula, entretenimiento bastardo, información liviana y teletones llenas de sensiblerías para «la gilada» (¿se fija que no tenemos verdaderas políticas de inclusión?). Nuestra gente necesita mucho más, pero hay que mostrarles cuál es la puerta que debe golpearse, dónde pararse a exigir y jamás bajar el moño: así como tenemos deberes, también tenemos ¡DERECHOS! y hay que exigirlos, no pedirlos, no nos hacen un favor, no son una dádiva. Si UD. quiere quedarse inmóvil y que el carro le siga pasando por encima, allá UD., en esto no se puede forzar a nadie, es un problema de consciencia, de solidaridad, de voluntad y de compromiso con los otros. Si mis humildes textos sirven para remecer esas consciencias, ¡avanti!

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de humildes sus textos parecen no tener nada, Daniel. Al contrario, quieren imponer una visión, lo mismo que su artículo. En él ud. trata a otros de intolerantes, estúpidos y tontos graves. Eso es lo único que le falta por decirme a mí, ya que no pienso como usted.

su exaltación no lo deja ver nada más que lo quiere ver. Ud. supone que si pelea, lee, lucha, protesta, exige, etcétera, y yo no hago lo mismo que usted, tal como ud. lo hace, entonces soy una estatua «inconsciente que no tiene solidaridad y compromiso con los demás», o bien en resumen, que no hago nada por lo que me molesta de las injusticias que vivimos.

es decir, no hay manera de hacerle entender que si ud. hace algo, no es lo único por hacer, ni es la única manera de hacerlo.

… hay ciertas historias que cuentan que hay personas que se preparan para ir, otras están marchando en su ida, y otras vienen de vuelta. ¿Le suena familiar eso?…

Pues bien, imagine a alguien marchando como todos los demás, que un día termina guanaqueado, molotoveado, apaleado y detenido, que reflexione y se pregunte:

¿no habrá una forma más sencilla –y efectiva– de lograr lo que se quiere, sin tener que sufrir esta vejación? …

si ud. tiene mucho ánimo de exigir: «más pensamiento crítico y reflexivo»

parta por exigírselo a usted mismo…

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    Daniel Tillería Pérez

    Estimado, me quiere endilgar a mí epítetos que UD. mismo se adjudica, yo no le impongo nada a nadie, porque no tengo esa autoridad, yo sugiero, puedo persuadir, alentar, pero de ahí a imponer…existe una línea divisoria que no me interesa, en lo más mínimo, atravesar. Tampoco para nada soy exaltado, pero sí voy a las marchas donde la problemática nos involucra a todos y todas y ni UD. ni nadie me lo podrán prohibir, ¡ni las balas pinochetistas me hicieron bajar la cabeza! Mire, haga las cosas como mejor lo prefiera, yo sigo exponiéndome al guanaco, a las bombas, a las lumas, a las golpizas, a la prepotencia de las FFEE de carabineros. Finalmente, si no tuviera pensamiento crítico y reflexivo, no escribiría lo que escribo ni acusaría los constantes abusos como lo hago; tampoco haría las críticas al sistema neoliberal y viviría como todos los que gozan evadiéndose con la cumbia y el reggaeton, con las teleseries y programas banales que se ofrecen a los que prefieren un mundo almibarado. Un abrazo. Ah, y no me mida con la vara que le gustaría que yo fuera. Yo soy yo, soy como soy, ante todo un docente comprometido con lo que hace, y estoy orgulloso de que a mi edad no esté apoltronado en la mecedora de la estupidez, mirando cómo pasan las cosas y ni cómo nos quieren vender la historia diluida. Voy a seguir saliendo a las calles, acompañando a los ciudadanos, organizando a los jóvenes, sugiriendo lecturas a los indecisos y dando clases, hasta que el cuero me lo permita.

    fsdfds

    el pensamiento crítico y reflexivo, Daniel, debiera permitirle también evaluar sus resultados, luego de 20, 30 ó 40 años de marchas y protestas.

    Es por lo menos raro pasar tanto tiempo haciendo lo mismo y no preguntarse si acaso lo que se hace, puede ser hecho de una forma distinta y que resulte más efectiva, o que sea más civilizada, dado que aún existe, para usted, la necesidad de marchar y protestar, lo que evidencia que los problemas continúan…

    Por cierto que no quiero prohibirle que salga a marchar. Vaya tranquilo, si gusta. Como ya conoce del tema, para qué le voy a sugerir que lleve traje de agua, máscara anti gases y ropa acolchonada para recibir palos…

    Si toca el caso que usted es uno de los que aprovecha los turbazos de las protestas para desvalijar negocios, no olvide su bolsa…

    Si quiebra vidrios, no olvide su honda y algunas piedras.

    Si raya paredes, no olvide sus elementos de rayado.

    Si lleva molotov, tenga cuidadao de no quemarse con ellas…

    Daniel Tilleria Perez

    Daniel Tilleria Perez

    ¡Qué vulgar su comentario, es deplorable, muy pobre! Yo no necesito desvalijar negocios, ni quebrar vidrios ni efectuar ningún acto de violencia, nunca lo hice: yo protesto, yo marcho, yo exijo, para los otros y para mi. NO HE FABRICADO EN MI VIDA UNA MOLOTOV, mis armas son el conocimiento, las ideas, el pensamiento. Soy un trabajador de la educación y gano mi pan honradamente, ¡yo trabajo! y trabajo en lo que siempre quise hacer, estudié para ser docente y me siento feliz y orgulloso de contar eso al mundo, me desarrollo en lo que sé hacer. Y sigo estudiando, estimado señor, no paro de estudiar. ¿Sabe?, no necesita insultarme, no aporta a la discusión, es muy mediocre su discurso y al verse que no llega ni convence, ahora debe insultar, ponerme en tela de juicio, no sea mediocre, aprenda a perder, eso es también parte de los aprendizajes y de la madurez de pensamiento. Veo que perdí mi tiempo con UD., tiene mucho odio acumulado y lo está rumiando, cosa que no le permite pensar y entender, se cierra, está obcecado, como dice Amelia en su texto: escupe bilis. Yo agrego que escupe veneno. Aunque me vuelva a contestar, no le voy a responder, no vale la pena discutir con UD., es lamentable que en mi texto no sea capaz de leer, entender y razonar, porque así no puede comunicar, expresar con sustento sus ideas, ¡son pobres! Y aunque trato de buscar su enfoque cognitivo, sólo ofrece arañazos a mansalva, vomita resentimiento. ¡Lo lamento tanto por Ud.!

Patricio Ulloa Valera

Durante mi educación básica asistí a una escuela municipalizada desde 1981 hasta 1989.Los patios de dicha escuela, en esa oscura época,aún eran de tierra y habían árboles,un par de ellos nos servían de arco para nuestras bulliciosas pichangas.Entre el cierre perimetral poniente de la escuela y las casas más próximas a ella hay una plazoleta y una calle,lo cual da una separación entre casas y escuela de aproximadamente 80 metros; por el lado norte, dicha separación llega a más de 100 y menos de 150 metros.Quizás por esa disposición entre casas y escuela, la bulla y el griterío de nosotros -y de los actuales alumnos- no alcanza un nivel de decibeles percibibles como molestos por el entorno que rodea el centro educativo.Al lado de dicha escuela existe un jardín infantil junji;entre ambos forman un «un cuarto de circulo»,rodeada por un pasaje en el lado sur y una calle en el lado oriente;el extremo poniente del pasaje y el extremo norte de la calle están unidas por una gran calle que se curva dando forma a un segmento circular de 90 grados, que es donde se ubican ambos centros de formación.Yo vivo en el pasaje que se ubica a unos 20 metros del jardín infantil y he podido percibir el griterío, llantos y risas de los más pequeños,pero sin alcanzar a molestarme,no porque ideologicamente este en disposición a soportar la bulla, sino porque, objetivamente,no me incomodan, ni al parecer a ningún otro vecino.Sería necesario conocer V.M 1700 y luego juzgar a los vecinos de dicho lugar

    Amelia

    Don Patricio, el problema es que hoy hay mucha intolerancia hacia los niños, las escuelas están devaluadas, los profesores se han quedado sin el principio autoridad y los vecinos se molestan hasta porque vuela una mosca, entonces qué mejor que culpar a la escuela. ¿Cuándo los vecinos se fueron a vivir al condominio, no había ruidos molestos? ¿A alguien le importa el ruido de las micros, que es todo el día y toda la noche? ¿Pensaban los copropietarios que el lugar era un sitio de retiro espiritual? No nos pongamos tan delicados y colaboremos también con soluciones posibles, esto nos atañe a todos y con la queja no gana nadie, se queda en eso, en la queja permanente. Comparto eso de acercarse a las escuelas y formar parte de las instituciones. Yo puedo podría enseñarles a los peques a hacer galletitas.

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    no cree usted Amelia, que sería extraño la entrada de toda clase de persona a un jardín infaltil para enseñarles su propio conocimiento a los niños ?

    Para eso se usan profesores.

    A propósito, creo que por ahí le faltó una coma o un punto a la redacción de su última línea.

    Y por cierto que a su comentario le falta razonamiento…

    Si yo soy alguien que fabrica bombas molotov, ¿debiera ingresar al jardín a enseñarles a los niños cómo hacerlas?…

    Amelia

    Raro sería que las escuelas siguieran enseñando a puertas cerradas y por si no lo sabe, las escuelas hoy deben trabajar con la comunidad en donde están situadas, hoy se incorpora al barrio, a las vecinales y a cualquier otro centro enclavado en el lugar, ya no es como en mi época, porque se supone que las escuela forman parte de la sociedad; por lo tanto, no entraría cualquiera, como dice usted, serían miembros de esa comunidad, ¿leyó bien el texto, supongo? Da la impresión que no. Es raro lo suyo, siempre está viendo el doblez de todo, porque una bomba la pueden poner en una escuela, en una iglesia, en una discoteca, ve fantasmas donde no los hay, piensa mal de todo, todo le parece mal, ¿es usted feliz? Creería que no. Oiga, hágase ver por un psiquiatra o vaya directo a Olivos, allí es gratis o consígase un bono, pero hágase ver con urgencia, porque lo suyo no está bien. No quisiera saber que mañana sale a poner bombas molotov por ahí, los insatisfechos siempre terminan mal y le diría que no va por buen camino. Escribe puras tonteras y escupe bilis en cada palabra.

    Daniel Tilleria Perez

    Daniel Tilleria Perez

    Don Patricio, ya había respondido, pero mi texto no apareció, así que lo hago de nuevo. Le cuento: cuando fue entregado ese predio como condominio, ya estaba estipulado lo del Jardín en cuestión, por lo que no ha sido responsabilidad de las autoridades de «Il mio sole», sino de la constructora, también lo sabían los vecinos; o sea, hay culpabilidades superiores, otros estamentos que hicieron el negociado. No obstante, las escuelas cumplen un horario de funcionamiento, por lo que tampoco podemos decir que el ruido generado sea una constante, como sí lo es la locomoción colectiva, durante las 24 hrs., entonces, podemos decir que acá el ruido es durante los recreos y ¿cuantos recreos hay en total? No superan un máximo de 3 por turno y su duración es entre los 5′ y los 10′, no van más allá de eso. También están la entrada y salida del alumnado, que ninguna supera los 10′, cuando más son 15′. Mucho más molesto es el ruido nocturno, las reuniones con música elevada y hasta altas horas de la madrugada, griterío y corridas, ¿eso no molesta el descanso familiar? Ah, pero allí son los hijos, entonces se mira para el costado, se soslaya la bullanga, se mide con otros ojos. No exageremos, la escuela no molesta, el ruido emanado allí es sano, es el ruido del juego, son risas espontáneas y son criaturas en crecimiento, que salen y se distienden, corren, se llaman, se persiguen y se desvanece para darle paso, nuevamente, al silencio mientras aprenden. Ah, la denuncia salió en los diarios.

Tiene razón, Daniel,

No necesito insultarlo. Si usted ha visto un insulto en mi comentario, dígame cuál es, porque si yo expreso el siguiente sí condicional «Si toca el caso que usted es uno de …» y usted no lo es, que dicho sea de paso, así lo creo, simplemente debe entender que lo que procuro decir es que, si usted es partidario de las protestas y es alguien que protesta en las calles, usted forma parte de un grupo de personas a las que les compete responsabilidad ocasionando desmanes, destrozos y desorden público, porque si cree que es su derecho el poder protestar, debe considerar también las responsabilidades que como ciudadano debe enfrentar por lo que hace, ya que si usted protesta, ha sido parte de los tumultos humanos protestantes del país que han ocasionado desmanes con su acción colectiva.

Eso es lo que usted debía entender, y lo que me corresponde entender a mí, es que usted como ciudadano tiene cierta frustración o disconformidad con algo del sistema que no funciona bien, y por esa razón protesta, debido a que los gobiernos que hemos tenido, no han implementado un sistema de conversaciones con la gente para que ella exponga lo que desea exponer y donde el Gobierno les dé una respuesta desde la que no se moverá, argumentando las razones de ello, cosa que sería útil si los ciudadanos tienen una réplica a esa eventual postura del Gobierno.

Personalmente le sugiero que no insulte y no se deje llevar por la primera cosa que le pase por su mente.

Saludos

    Daniel Tilleria Perez

    Daniel Tilleria Perez

    Creo que UD., fue bastante claro y escribió:
    Si quiebra vidrios, no olvide su honda y algunas piedras.

    Si raya paredes, no olvide sus elementos de rayado.

    Si lleva molotov, tenga cuidadao de no quemarse con ellas

    Sr., yo soy un demócrata, no cometo actos de terrorismo, ni ayer ni hoy ni nunca, entonces no quiebro vidrios, no rayo paredes, no fabrico ni arrojo bombas molotov, estoy en total desacuerdo con los encapuchados y sabemos que son infiltrados puestos allí a cometer desmanes. No sea hipócrita.

Estimada Amelia:

Le agradezco que me haga saber su punto de vista.

Me cuesta comprender su molestia.

Lo que procuré decirle es que, si se aplicara la política de ingreso al aula de un jardín infantil, de parte de personas naturales, o del centro de padres y apoderados, con la intención de enseñarles (en cada jardín del país !?)

a hacer galletitas y a hacer o aprender otras cosas, especialidades, manualidades u otra cosa diversa:

cada jardín necesitaría un procedimiento de ingreso de esa persona que debe estar supervisado por el Ministerio de Educación.

¿Usted ha visto ese procedimiento de ingreso y la orden de aprobación del Ministerio de Educación?…

Lo más seguro es que no, por lo que me imagino que no se le permitiría el ingreso «a cientos de Amelias que quieran enseñarle a los niños a hacer galletitas», a los jardines infantiles del país,

sin embargo, si es su posibilidad el poder hacerlo, aún así cabe cuestionarse si esa es materia, asunto o cuestión, debe ser incluida en el programa educativo del escolar, mismo que es aplicado por profesores en, seguramente, todos los jardines del país.

Luego, es sencillo cuestionarse su propuesta de enseñar a hacer galletitas en un jardín infantil, razón por la que usé la hipérbole de la molotov….

Lamento en tal caso, que usted no tuviera disposición a considerar mi postura desde un punto de vista más amplio, con el que manejar otra clase de consideraciones, que además no incluyera insultos…

jkhfdjkhdjkhds

    Daniel Tilleria Perez

    Daniel Tilleria Perez

    ¡Qué estrechez de mente!

    Daniel Tilleria Perez

    Daniel Tilleria Perez

    Ah, otra cosa, lo de las galletitas de Amelia, puede ser el telar mapuche de otro vecino o construir volantines, macramé, juguete o lo que fuere, porque, por si UD. no lo sabe (¡Y claro que no lo sabe!) las escuelas deben trabajar, repito: DEBEN TRABAJAR con la comunidad. Hoy deben incorporarse al territorio, no son instituciones aisladas, por favor lea el documento Asistentes de la Educación en la Reforma Educativa
    http://www.comunidadescolar.cl/documentacion/AsistentesparaLaeducacion.pdf
    6. Carácter Público
    Significa que el PEI debe dar a conocer a todas y todos los miembros del
    territorio del que forma parte la comunidad educativa, el tipo de educación
    que ofrece; señalando a la vez a las y los involucrados la modalidad de su
    funcionamiento. Así entonces, la comunidad debe tener información clara,
    precisa, oportuna y efectiva que sirve de retroalimentación al buen éxito del
    PEI. Esta característica, nos habla de la transparencia y comprensibilidad del
    PEI, características que deben ser evaluadas por la comunidad.

    POR FAVOR, LEA, LEA, ¡NO SEA BRUTO!, por favor, y de paso lea los comentarios de GIO, de Amelia y léase tambien:

    http://otra-educacion.blogspot.com.ar/2011/04/comunidad-de-aprendizaje-educacion.html

    Le doy unos títulos: Política y Educación. Siglo XXI Editores.
    Pedagogía de la autonomía. Siglo XXI Editores
    Y todo lo que encuentre en Internet de Rosa María Torres.

Asunto 1

Escribí una lista que comenzaba con un sí condicional. Dije:

Si toca el caso que usted es uno de los que
aprovecha los turbazos
quiebra vidrios
raya paredes
lleva molotov
y usted dice que no es uno de ellos, y yo le creo…

Asunto 2

Si usted es un demócrata .. que va a las marchas y protestas, se suma al grupo que en parte de su accionar, deja la embarrada. Si son infiltrados o no, yo no lo sé, y me da lo mismo, porque la protesta es lo que importa, ya que ella es el ente que ocasiona ese desastre, producto de:

– el Gobierno que no abre alamedas digitales efectivas a la democracia, para el debate de ideas

– y de los ciudadanos que escogen ir a protestar, en vez de organizarse para lograr sus fines sin causar desmanes.

Tercer Asunto:

Lo de Amelia, colóquese en mi perspectiva por un momento. Yo le digo: muéstreme el procedimiento del Ministerio de Educación que regula el ingreso de personas, evaluadas psicológicamente, para que interactúen con los niños enseñando algo diferente del programa escolar.

La película «Escuela de Rock», muestra a padres desenfocadamente airados porque la directora contrató a un profesor que no era profesor, sino que era un músico loco por el rock, y le dice a los padres que «los niños son fabulosos y que tocaron su vida, y que él también los tocó a ellos». Afuera al tipo lo esperaba un policía. ¿Qué sentiría usted?.

Que un colegio esté inserto en la comunidad, no es lo mismo que entre Pedro Juan y Diego en él…..

    Daniel Tilleria Perez

    Daniel Tilleria Perez

    ¡Qué manera de hablar estupideces! Vaya a leer, le recomendé dos libros de Paulo Freire, aproveche el tiempo en algo útil, no en supuestos sin asidero; Ud. primero dice, luego se desdice, vuelve a decir, se justifica, acusa, ensucia, agrede, ofende, maltrata, todo le parece mal, huele azufre donde no lo hay, donde pone la mirada ve inmundicia, pero no propone nada factible, no propone soluciones posibles, sólo pega, no es coherente, va y viene, ¡patético lo suyo! ¿Estructura paranoide?
    Ah, respecto de la película Escuela de Rock, es una película para jóvenes, es un pretexto cómico para hacer cine musical (seguro que a UD. le gusta el género), en cuanto a la historia -el texto dramático-, sí me parece pedagógicamente rescatable, ¿por qué?, porque aunque el protagonista no sabe dar clases, es un músico extravagante, motiva a los alumnos a hacer música, a explotar e indagar en el propio talento musical del alumnado, trabaja mediante las emociones positivas, es lo que hoy se conoce como el trabajo educativo con la inteligencia emocional, ¿leyó algo de neuroeducación? Bueno, como verá, hay mucho para que pueda entretenerse leyendo y estudiando, para que no escriba «puras cabezas de pescado», nacidas de la estulticia y, por ende, de la ignorancia. Si quiere que le sugiera un listado de autores que trabajan neuroeducación, lo haré con gusto, a ver si logro desasnarlo un poquito. No quería volver a escribirle, pero es un verdadero desafío tratar con UD.

no veo el desafío, Daniel

si usted dice que soy tan desastre como describe y usted tan educado como menciona.

No más que no se le nota mucho la educación, porque fácil debiera resultarle explicar una razón, cuando se entiende y se quiere aplicar a una situación, y con ella darle a entender a otra persona qué es lo que se le critica, o cuál es la razón de por qué se hace, sin proceder a insultarle.

También no se le nota la educación, porque usted agrede repetidamente a su contra parte, ¿sólo porque no leyó lo mismo que usted?

¿Se parecerá esto al ojo que se jacta del oído porque el oído no puede ver?

Hay que entender que como componentes de una sociedad, unas personas sirven para algo y otras no sirven para lo mismo.

Por ejemplo, usted es muy bueno alabándose y criticando en otro lo que tal vez otro vea en usted…

El bueno diciendo que las ideas de otros no son buenas, pero, no le he visto ninguna idea a usted que sea de la importancia de lo que le he comentado.

También es muy bueno desviándose de lo que se le dice, poniendo pesos relativos de importancia en el texto que rechazan lotes buenos y aceptan lotes malos…

Relájese Daniel, cuando menos usted parece una persona histérica a la que le falta paciencia …

Cuando saque su doctorado, si quiere me cuenta para colocarle una estrellita en la frente.

    Daniel Tilleria Perez

    Daniel Tilleria Perez

    ¿Ve cómo ofrece apreciaciones inexactas? Dígame dónde me alabé, en qué parte de mi texto me alabo, en qué párrafo, porque no hablo de mí, hablo te temas educativos y en este ejemplo fue de un Jardín Infantil. En todo caso, y está en su derecho, si no le gusta cómo es el tratamiento que hago en ellos, no me lea, es UD. quien se desvió permanentemente del texto central, se fue hacia otros contenidos y le dio con machacar sobre lo mismo, esperando que yo le contestara lo que UD. quiere leer, porque presiona, machaca, insiste, me pone nota (2.5) y termina insultando, después dice que utilizó un «condicional»:
    Si toca el caso que usted es uno de los que aprovecha los turbazos de las protestas para desvalijar negocios, no olvide su bolsa… ¡NO SOY DELINCUENTE, SOY DOCENTE!, ¿se da cuenta? Agrede gratuitamente. ¡Está desesperado! ¿quién es el histérico en realidad? También es gracioso cuando dice que no se me nota la educación, yo jamás le falté al respeto, pero Ud, sí. Ahora si Ud. quiere que le ponga alabanzas por la forma en que se expresa, está equivocado, ni siquiera ha sido capaz de colocar su nombre, es un fantasma; eso en sicología tiene una explicación, ¿oyó hablar de reactancia? Ah, tampoco necesito la estrellita en la frente, me basta con el diploma de acreditación y eso no lo da UD., lo entrega una autoridad universitaria. ¡Qué lástima, no le resulta por ningún lado, no puede, no le da, no tiene con qué! Reciba mis más cordiales saludos. Y agarre un libro…