El liderazgo femenino tiene varias diferencias con el ejercido por los hombres, ya que son muchas las particularidades, características, impulsos, energías y formas de ver la vida que las movilizan día a día. Está comprobado que las mujeres tienen un mejor manejo y resolución de conflictos, adaptación a procesos de cambio, a tolerar incertidumbres y son más optimistas. Además, poseen un mayor desarrollo de inteligencia emocional, lo que les permite tener más capacidad para construir equipos de trabajo sin perder de vista la productividad y mejores los resultados, por lo que siempre son necesarias en los equipos y en la toma de decisiones en las organizaciones.
Algunas de las características que determinan el liderazgo femenino son, por ejemplo, una orientación hacia las personas, ya que son más sociables, expresivas y cercanas, lo que brinda mucho potencial a la hora de lograr compromisos, sea con los objetivos de la organización o en un proyecto en particular. Del mismo modo, tienen tendencia a la cooperación, lo que hace que el trabajo en equipo sea más natural, pues son activas en la inclusión y conteniendo a las personas, y se preocupan porque los procesos seas ordenados y sanos.
También destacan una mayor capacidad de actuar en muchas direcciones, esto gracias a la capacidad innata de pensar y actuar en muchas direcciones o temas al mismo tiempo, lo que les da una ventaja a la hora de tomar decisiones y enfrentar crisis. Del mismo modo, resalta una conducción más horizontal, inclusiva y pro a la participación, compartiendo el poder y la información con aquellos a quienes conduce, lo que favorece a crear y fortalecer las identidades de grupo.
Por otro lado, existe un predominio superior de lo emocional que les permite tener en cuenta el lado más “humano” de las personas y generar altos niveles de empatía, y una mejor predisposición al cambio, con estilos innovadores y con un firme sentido de la calidad, centrado en la persona, flexible, comunicativo y persuasivo.
Hoy las organizaciones son más planas e interconectadas ya que los cambios son más rápidos que antes. Por eso, se necesitan las características de colaboración, empatía, sensibilidad y consenso que se asocian más con lo femenino. En general las mujeres tienden a ser más participativas para encontrar las mejores soluciones dentro del equipo de trabajo.
Hoy las organizaciones son más planas e interconectadas ya que los cambios son más rápidos que antes. Por eso, se necesitan las características de colaboración, empatía, sensibilidad y consenso que se asocian más con lo femenino
Según estudios, al asumir el rol de liderazgo la mujer experimenta cambios en su comportamiento: algunas características propias se acentúan; otras que no había tenido en su carácter aparecen en forma muy fuerte; su capacidad de análisis se vuelve muy rápida y se acelera la precisión en la toma de decisiones. Es que cuando una mujer tiene la oportunidad de liderar o hacerse cargo de un equipo, lo toma como verdadero desafío y pone en foco al proyecto que está llevando a cabo.
El empoderamiento femenino y su liderazgo es muy importante por muchas razones ya expuestas e implica una mayor participación de las mujeres en todos los sectores y niveles de la sociedad, lo que va en directo beneficio para construir economías más fuertes y pujantes, establecer sociedades más equitativas, justas y estables, mejorar la calidad de vida de las familias y también alcanzar los objetivos de desarrollo de un país. Está comprobado que la participación de las mujeres en diversos ámbitos solo traerá réditos positivos, siempre.
Los contenidos publicados en elquintopoder.cl son de exclusiva responsabilidad de sus respectivos autores.
Te invitamos a conocer nuestras Reglas de Comunidad