Crisis de Gobernabilidad en Corea del Sur: La Destitución de Yoon Seok Yeol y sus Consecuencias.
La destitución del Presidente Yoon Suk Yeol a comienzos del mes de diciembre, luego de su fallido interno por llevar adelante la instauración de una Ley Marcial, ha generado diversas incidencias.
El principal impacto lo ha sufrido el partido gobernante, el Partido del Poder Popular (PPP), al dimitir su líder, Han Dong Hoon, en medio de una crisis interna, ya que al menos una docena de sus legisladores se apartaron del lineamiento partidario y apoyaron la destitución de Yoon, considerando que el opositor Partido Democrático (PD) posee 192 escaños de los 300 de la Asamblea Nacional. Producto de estos hechos, la propia dirección del conglomerado oficialista estaría en crisis tras lo sucedido.
De esta forma, el poder del Jefe de Estado pasa a manos del, hasta entonces Primer Ministro y Jefe de Gobierno, Han Duck Soo, asumiendo como Presidente interino. En tanto, el Tribunal Constitucional tiene un plazo de 180 días para ratificar la remoción del mandatario, que, de confirmarse, convocarían a nuevas elecciones en un plazo de 60 días.
Sin embargo, este escenario tampoco es definitivo, por cuanto el Tribunal, que consta de 9 magistrados nombrados por el Presidente, hasta el momento cuenta con solo 6 que están habilitados para tomar la decisión final, ya que los otros 3 todavía no han sido designados y se necesitan al menos 6 votos para ratificar la destitución, haciendo que en vez de requerir 2 tercios, la oposición ahora tenga que contar con el 100% de los votos, abriendo el debate respecto a si estas vacantes serán designadas por Han Duck Soo o solo actuarán los seis, provocando la reacción de la oposición que ve ello como el escenario negativo para sacar definitivamente al ahora suspendido ex mandatario.
En tanto, el actual Presidente interino ha abierto un flanco de críticas al vetar algunos proyectos de ley de la oposición, lo que ha llevado a que no se descarte una investigación por formar parte del gobierno que llevó adelante la instauración de la fugaz Ley Marcial, lo cual lo podría dejar en el mismo escenario del ex Ministro de Defensa, quien fue arrestado por sospecha de insurrección al proponer dicha ley.
No obstante, las razones de esta crisis interna no son los últimos acontecimientos, sino que ya desde su llegada al poder en 2022, Yoon fue acumulando críticas, no solo por su postura antifeminista, sino acusaciones de corrupción que alcanzaban a su propia esposa. Estos hechos, habrían involucrado a otros cercanos al mandatario, pero ninguno de estos fue esclarecido en su momento.
Estas críticas crearon un descontento en la población reflejada en la baja aprobación que tenía Yoon que, además fue una de las razones por las que la oposición consiguiera tantos asientos en la Asamblea Nacional, en las recientes elecciones de abril, y le rechazaran propuestas que para él eran claves, creando el sentimiento en Yoon que no pudiera hacer nada como Presidente y que culminó con la declaración de la Ley Marcial.
El modelo político presidencial, donde la concentración de poder en la Presidencia pasa a ser excesiva y el partido al que pertenece el Presidente puede acumularlo de manera exagerada, posibilitando ejercer actos como ocurrió con la promulgación de la Ley Marcial
Por otra parte, el modelo político presidencial, donde la concentración de poder en la Presidencia pasa a ser excesiva y el partido al que pertenece el Presidente puede acumularlo de manera exagerada, posibilitando ejercer actos como ocurrió con la promulgación de la Ley Marcial, podría implicar que lleven a cabo reformas para lograr mejoras en los check and balances de las instituciones, considerando, de todas maneras, que estos son muy afectados por el apoyo a alguno de los sectores políticos, generando el desbalance existente ente Ejecutivo y Legislativo.
Por último, lo ocurrido en Corea, donde el PD ha ganado adeptos y donde es probable que de sus filas surja el nuevo mandatario, podría implicar que las relaciones con otros países puedan modificarse, como en el caso de Japón, donde habían planteado una posición dura contra Corea del norte, esto pueda cambiar dada la postura menos confrontacional de la política del PD. Asimismo, considerando que, en el corto plazo y, estimando que el Presidente interino puede estar un máximo de 8 meses en el poder, también podría incidir en que adopte una postura menos propositiva ya sea por presión política o falta de iniciativa, en sus relaciones con otros actores internacionales.
En el caso de Corea del Norte, la interrogante es cuál será la posición del eventual nuevo gobierno ya que queda en el margen de mejorar los vínculos con un gobierno que últimamente ha generado actos hostiles o mantener la política actual, recordando que, durante los gobiernos progresistas de Corea del Sur, los mandatarios se han mostrado más dispuestos a cooperar y dialogar con Pyongjang, por lo que podría ser una opción.
Andrés Angulo Farmer. Académico, Ciencia Política y Relaciones Internacionales, Escuela de Sociedad, Política y Comunicaciones. UAHC
José Pablo Angulo Malinarich. BA International Studies, Korea University.
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