Juicio Final
A lo largo de la historia occidental son incontables las predicciones fatalistas. Los profetas de la destrucción culpaban a una humanidad corrompida por el pecado (para los creyentes significa básicamente “sexo”). En consecuencia, un dios justo y vengativo destruiría todo (Diluvio universal, Sodoma y Gomorra).
En tiempos modernos se utiliza la tan anunciada y nunca cumplida segunda venida de Jesucristo.
Algunos de los múltiples augurios:
Desastre Nuclear
Los desastres o guerras nucleares significan potenciales fines de mundo y los hechos revelan que el mayor riesgo de las armas nucleares son los accidentes. Estados Unidos calcula en más de 30 los accidentes ocurridos entre 1950 y 1980. Pero, se desconoce el número de accidentes del resto de países que poseen armamento atómico, probablemente sean más de 100 las ojivas nucleares que se encuentran perdidas, principalmente en las profundidades oceánicas.
Científicos
El primero en efectuar un estudio científico sobre la historia pasada y el posible futuro de la tierra (sin intervención divina), fue el geólogo escocés James Hutton, deduciendo que del estudio de la tierra no veía signo alguno de un comienzo ni perspectivas de algún fin.
Hoy y gracias a los nuevos descubrimientos tenemos bastante certeza que la tierra se formó hace unos 4.600 millones de años. Sabemos que mientras el sol mantenga su actual nivel de actividad la tierra seguirá esencialmente inmutable. En la década de 1930 los científicos nucleares comenzaron a comprender los mecanismos de como las estrellas producían su energía y calcularon que el combustible nuclear del sol se agotaría en unos 5.000 millones, terminando su fase estable y comenzaría su transformación en gigante roja y se expandirá superando la órbita de la tierra.
Producto de las acciones de sus propios habitantes, se alteró el clima desequilibrando los delicados ecosistemas de la tierra, causando cambios impredecibles que podrían llevar quizás no al fin de la vida misma, pero si a nuestra propia extinción
Los científicos señalan que existen otros potenciales fines de mundo, por ejemplo;
Emergencia Climática
Desde mediados del siglo pasado científicos y ambientalistas vienen avisando que las amenazas de la humanidad no son el adulterio ni la fornicación y no será un dios furioso y castigador el que vendrá a destruirlo todo. El castigo vendrá de un planeta que, producto de las acciones de sus propios habitantes, se alteró el clima desequilibrando los delicados ecosistemas de la tierra, causando cambios impredecibles que podrían llevar quizás no al fin de la vida misma, pero si a nuestra propia extinción. En otras palabras, la mayor amenaza de la humanidad son sus propias acciones.
Las apocalipsis religiosas y nucleares serían repentinas y rápidas a diferencia del cambio climáticos que comenzó con la revolución industrial (1760) y es un proceso lento y gradual, por lo tanto, los seres humanos se van aclimatando a las nuevas condiciones ambientales y las terminan normalizando, sin dase cuenta está experimentando el Síndrome de la rana hervida.
Es cierto que muchos cambios van a ocurrir sin importar lo que hagamos, pero, la buena noticia es que aún hay tiempo para impedir que las cosas empeoren aún más, siempre y cuando se comience a actuar ahora.
“Los seres humanos son los únicos animales de los que estoy completa y verdaderamente asustado” (George Bernard Shaw)
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