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María Contreras, Julia Chuñil 2 desapariciones diferentes coberturas

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Desaparición 1

María Ercira Contreras Mella, de 86 años, se extravió cuando compartía junto a 11 personas, entre familiares y amigos un almuerzo de celebración por el Día de la Madre, en el Hotel Fundo Las Tórtolas de Limache.

Alrededor de las 15.00 horas del domingo 12/mayo/2024, fue cuando ella decidió ir sola al baño del restaurant, mientras el resto seguía departiendo alegremente sin anticipar lo que vendría. La mujer, por alguna razón desconocida, salió del local y se dirigió hacia los estacionamientos perdiéndose su pista. Una cámara de seguridad la grabó caminando a las 15.23 horas con rumbo desconocido y desde entonces no se sabe que ocurrió y se perdió todo rastro de ella.

Guillermo Sánchez Psijas, fiscal a cargo del caso dijo a fines de diciembre/2024 que se trata dela investigación más grande que se ha hecho para ubicar a una persona en Limache”. Efectuando operaciones de búsqueda por las 38 hectáreas donde está emplazado el restaurante. Más rastreo en túneles cercanos a la propiedad y un dron para un levantamiento más exhaustivo.

Desaparición 2

Julia Chuñil de 72 años, madre de 5 hijos, abuela de 10 nietos y presidenta de la Comunidad Mapuche Putreguel. Destacada activista y defensora medioambiental del territorio ancestral indígena, dicho predio fue considerado en 2015 como tierra indígena y desde esa fecha la comunidad representada por Julia Chuñil asumió su cuidado y preservación del bosque nativo y su biodiversidad. Al mismo tiempo, mantener vivas las tradiciones de su pueblo en una zona muy poco habitada.

Fue vista por última vez el viernes 8/noviembre/2024, cuando se encontraba en casa de su hija, Jeanette Troncoso Chuñil, en ese momento se percata que algunos animales estarían extraviados, por lo que en compañía de su hija y una vecina salen rumbo al predio “Reserva Cora Número Uno-A”, un predio de 900 hectáreas de bosque nativo donde vivía y mantenía animales para la ganadería. Una vez ahí, la mujer tomó un machete y salió junto a su perro “Cholito”, fiel compañero de sus frecuentes caminatas, su objetivo, encontrar los animales extraviados.

El 10/noviembre/2024 su familia fue a su casa para invitarla a almorzar y en ese momento se dan cuenta que no había vuelto, lo cual fue confirmado por la vecina. Ese mismo día se presenta una denuncia por presunta desgracia.

Uno de sus hijos señala que se dirigió al lugar donde fue vista por última vez para buscar algo que pudiera servir en saber que pasó y donde podría estar. En el lugar no encontré rastro del machete, ni del perro Cholito y menos de Julia Chuñil. Sin embargo, encontró huellas de una camioneta, un vehículo inusual para el sector. Su nieta, Jeanette Troncoso Chuñil, relata que “cada día recorría los cerros y conocía el terreno como nadie”.

La familia pide que se esclarezca el papel de Juan Carlos Morstadt Andwanter, dueño de una empresa ganadera, agrícola y forestal y descendiente de colonos alemanes del siglo XIX. Según la familia, es el principal sospechoso de haber ordenado o hecho desaparecer a la activista al pretender apropiarse de las tierras que ella defendía.

Amenazas

Juan Carlos Morstadt Andwanter quería talar el bosque nativo del predio donde vive la activista para comercializar leña. Julia Chuñil comienza a “sufrir diversas amenazas, junto a persecuciones y actos de hostigamiento”.

Julia Chuñil, por ser una mujer mapuche y activista medioambiental lo convierte en un tema conflictivo y los medios los evitan por tocas intereses empresariales, en este caso con el medioambiente y asociados a la influyente industria forestal

Julia Chuñil informó esto a sus familiares y advirtió que si algo pasaba “será culpa de él”. Recibió ofertas de dinero para que abandonara el predio. “Yapo Julia, ya los tengo a todos comprados. Faltai tú no más”. Además, el empresario habría advertido a Julia Chuñil que “no sacaba nada de ir a la CONADI porque él tenía mucha influencia”. En otra oportunidad intentó atropellarla camino al predio y luego se excusó argumentando que no la había visto y se ofrece llevarla junto a sus hijos. En el trayecto comenta “puta que son porfiados. Habla con tu mamita y yo le doy platita para que se vayan”.

Por estos y otros hechos la familia de Julia Chuñil, con el apoyo de la ONG Escazú Ahora, interpuso una querella contra quienes resulten responsables por los posibles delitos de secuestro, homicidio o femicidio. Para la familia, el principal sospechoso es Juan Carlos Morstadt Andwanter.

Chile también es peligroso para defensores del medioambiente

Las cifras dicen que América Latina es la región más peligrosa para los defensores medioambientales, solo en 2023 fueron asesinados 193 activistas. Chile no escapa a este hecho y la desaparición de la activista medioambiental Julia Chuñil es una evidencia más y se suma a:

  • Nicolasa Quintremán, ambientalista – asesinada (24/diciembre/2013),
  • Macarena Valdés, ambientalista – asesinada (22/agosto/2016),
  • Alejandro Castro, Líder de los pescadores de Quintero, “suicidio” (4/octubre/2018),
  • Marcelo Vega Cortés, presidente de la Asociación de Comunidades Indígenas de Chan Chan, asesinado (31/enero/2019),.
  • Orietta Llauca, abogada mapuche y defensora territorial, amenazas y un atentado incendiario.

Amable lector, ¿conocía alguno de estos hechos y nombres?

Distintas coberturas mediáticas

Aquí no se trata de evaluar cual desaparición es más importante, si el de María Contreras o el de Julia Chuñil. Ambas son tragedias que causan gran sufrimiento e incertidumbre entre sus familiares y amigos.

Pero, para los medios ambos casos son tratados de forma diferente, el de María Contreras fue ampliamente difundido por noticieros y matinales de televisión abierta, fue tal que a la hora del noticiero principal parecía “cadena nacional”, no importaba cambiar de canal, todos hablaban de su desaparición y es comparable al caso del niño Tomás Bravo desaparecido el 17/febrero/2021 en la localidad de Caripilún, comuna de Arauco.

En cambio el caso de Julia Chuñil prácticamente no es tocado, salvo una nota breve en algún medio escrito. La pregunta es ¿en qué se diferencian ambos casos?, quizás, el de María Contreras por haber ocurrido precisamente el Día de la Madre le dio un aire de gran dramatismo, por lo tanto, más rating. En cambio el de Julia Chuñil, por ser una mujer mapuche y activista medioambiental lo convierte en un tema conflictivo y los medios los evitan por tocas intereses empresariales, en este caso con el medioambiente y asociados a la influyente industria forestal.

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