Pongamos atención a las reacciones que el proceso constituyente suscita. En el campo de batalla de los “políticos practicantes” las opiniones son contradictorias. Hay quienes se la juegan por hacer de éste un ejercicio ciudadano participativo, inclusivo y renovador; otros, los de la vereda del frente, lo ven confuso.
Diversas instituciones han dado su opinión. La obispos católicos han dado su parecer, algo ambiguo, pero respetuoso; los empresarios también y con sus temores sempiternos; también lo han hecho los trabajadores criticando la forma, más que el fondo, pero uniéndose al querer ciudadano de buscar un nuevo camino institucional. La ciudadanía también; las encuestas muestran un deseo de participar activamente.
Estos cuestionamientos son válidos en una tarea compleja. No es fácil cambiar una constitución, especialmente en un país donde este acto fundacional nunca ha sido realmente participativo. Basta con mirar la historia para darnos cuenta que las constituciones que nos ha regido no han sido fruto de una participación ciudadana libre y organizada.
Lo que resulta molesto es leer declaraciones de quienes piensan que este ejercicio democrático sólo es para algunos: los más cultos, doctos, elegantes o inteligentes.
En este sentido provoca rabia lo escrito en el tuiter del ex diputado Jorge Schaulsohn quien, sin filtro, señala: “Hogar de Cristo quiere que vagos y personas con problemas mentales participen en proceso constituyente”, y agrega, “alcohólicos en situación de calle no tienen nada que hacer en un cabildo constitucional. Idea es una falsa piedad”.
Sinceramente, no tengamos miedo de compartir con alcohólicos, vagos y dementes que pisan nuestro suelo. Les aseguro que, si les miramos con atención, nos encontraremos con más de algún ser querido.
Los dichos de Jorge Schaulsohn son inaceptables, pues expresan una mirada excluyente, clasista y, profundamente, deshumanizada.
Si queremos construir una sociedad mejor, un país integrado -donde todos los ciudadanos encuentren un espacio adecuado para la convivencia- no podemos caer en este tipo de descalificaciones. Sinceramente, no tengamos miedo de compartir con alcohólicos, vagos y dementes que pisan nuestro suelo. Les aseguro que, si les miramos con atención, nos encontraremos con más de algún ser querido.
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Fernanda Lizama Domminguez
Estoy muy de acuerdo con su opinión y/o critica profesor Enríquez. Actualmente en el país se ve mucho el tema del clasismo y o racismo (de lo cual hoy se habló de lo racistas que son los Chilenos actualmente) y por lo hondo se puede ver que a la gente aún no le llega el mensaje de que el país somos todos. Ahora, muchas personas evitan el tema de la política porque se sienten poco informados o solamente porque no les sirve de nada a su propia opinión pero en si las leyes que nos rigen son necesarias para todas las personas y es un acto donde todos debemos actuar y participar dando nuestra opinión. Es difícil ponerse al tanto de la realidad como país cuando la educación en torno a la política esta tan evadida por todo el mundo, es como si fuera una película de terror, es necesario aplicar nuestras opiniones y puesto que nosotros como personas vivimos dentro de este país cada día. El otro punto, personas, si personas porque no son vagos ni borrachos ni dementes…solo personas, tienen el derecho a expresarse y dar opinión, ¿cuál es el error de pedir opinión a una persona? es como si fuéramos maniquíes y solo estuviéramos en un mostrador, no velamos por nuestro futuro ni tampoco por el futuro de Chile, crear una constitución debe ser primordial pero, debe ser entendida y aceptada por el país como tal, no solo por algunas personas.
Hernan Enríquez Rosas
Tienes razón, vivimos en un país excluyente. El punto a profundizar será, entonces, cómo superar todo aquello que nos empequeñece. La persona vale por serlo. Será, entonces, necesario trabajar para ser un pueblo más abierto y tolerante.
Romina Paredes San Martín
¿Como es posible que una persona educada pueda llegar a decir semejante barbarie? vivimos en un país con voto voluntario, donde todos podemos dar nuestra opinión, además ¿dónde se gestan las mayores transformaciones de un país? se originan desde las personas que no tiene ambiciones políticas y que solo aspiran a aportar un pequeño grano de arena para mejorar la sociedad donde viven. Es por eso y con mayor razón aquellas personas que son acogidas por el Hogar de Cristo tienen el derecho al igual que cada uno de nosotros y la oportunidad de discutir de temas nacionales y más aun de ser escuchados y tomados en cuenta, cosa que la mayoría de las personas pasan por alto en estos tiempos.
A partir de todo lo anterior se debe tener claro que no por ser una persona letrada o tener muchos doctorados sé es más o menos persona, pues somos todos conscientes de lo que nuestra nación necesita, puesto que somos motor de la comunidad humana de nuestro país.
A partir de todo esto concuerdo profundamente con la visión de esta columna, pues en algo tan importante como el proceso constituyente, el cual promueve la conversación para una mejor constitución para Chile se debe tomar en cuenta cada unas de las ideas, opiniones y sugerencias que todos los chilenos tenemos frente al tema, pues se debe avanzar y no retroceder.
Hernán Enríquez Rosas
Romina, excelente tu opinión, plenamente de acuerdo con lo que dices.
Sebastian Escobar Riquelme
Concuerdo totalmente con su columna don Hernán. Se supone que como sociedad siempre debemos aspirar a mas y por supuesto, buscar lo mejor, pero este no es el caso, nos basamos en lo mismo que en décadas atrás. La ciudadanía DEBE participar en una nueva reforma constitucional, puesto que en nosotros se nos aplicara. Me causa un gran molestia y rabia saber que un diputado señale ese tipo de cosas, con que MORAL puede decir eso, si la gran mayoría de los problemas de nuestra comunidad se ven centrados en gente con el, y así decimos ser un país «democrático», que hay de democracia en que excluyan a un grupo de personas para decidir SU constitución y ademas hacerlo de una forma tan clasista y deshumanizada, son PERSONAS, no podemos descalificar de esa manera, mucho menos con el grado de autoridad que representaba. Espero esto no suceda y se se pueda llegar a la que la mayoría de nuestra comunidad desea, una nueva reforma.
Don Hernán, me quedo con su última frase, «si les miramos con atención, nos encontramos con algún ser querido».
bryan zapata
Estoy totalmente de acuerdo. Esta sería la primera oportunidad de que una constitución constara con el pensamiento real de toda la sociedad, pero si le preguntáramos a la gente obviamente a algunos los descoloca la idea de que su opinión pueda importar en una magnitud tan grande como a escala de una constitución, por lo que les resulta algo confuso explicarse. Por otro lado, es erróneo pensar como el ex diputado, ya que enfermos mentales, alcohólicos y vagos son parte de la sociedad, lo quiera él o no, por lo mismo tienen tanto derechos y deberes como los tenemos nosotros o el mismo señor Schaulsohn y apuntar a la discriminación no es factor que haga entender que nos importa el pensamiento de todos los ciudadanos. Si queremos una constitución que identifique a todos por igual, debe integrarse a todos de la misma forma, no dando a lugar a discriminación o descalificaciones, todos pertenecemos a esta sociedad de una u otra forma y una constitución debería representarnos de la misma manera, es decir, a todos.
Bastian Monsalves Labraña
Un ciudadano debería intervenir en la vida política de su comunidad siendo sujeto de derechos políticos, o al menos esa es la imagen del ciudadano que nos ha inculcado. Ser un ciudadano también implica tener deberes y obligaciones y es en este punto donde se puede decir
Bastian Monsalves Labraña
Un ciudadano debería intervenir en la vida política de su comunidad siendo sujeto de derechos políticos, o al menos esa es la imagen del ciudadano que nos ha inculcado. Ser un ciudadano también implica tener deberes y obligaciones y es en este punto donde se puede decir que una persona alcohólica o demente tal vez no tenga las herramientas para aportar a la comunidad ni para aprovechar sus derechos políticos, aun así todos deberíamos preocuparnos de ayudar en la causa de integración de estas personas y de entregarles esas herramientas que necesitan en vez de aumentar su despojo social. Los señores políticos que nos representan (o así debería ser) tendrían que dar el ejemplo de lo que realmente significa vivir en comunidad y ser un ciudadano, tomando como deber cooperar con el de al lado y hacer funcionar nuestro país con trabajo en conjunto y no solo con opiniones de los mas «entendidos».
Elizabeth Olivares
Estoy de su mismo lado Hernán, el comentario de Jorge no es solo «difusión» como el dijo, sino que es despectivo, poco humano, pisoteando la dignidad de cualquier chileno en condición de calle. Al fin y al cabo muchos de ellos siguen así por el sistema en el que estamos envueltos.
Obvio que estoy de acuerdo con que aquellas pobres personas también puedan participar, ya que, son ellos los que, mientras nosotros estamos cómodos y gente como Jorge Schaulsohn dándose sus lujitos, pasan frío con las heladas, hambres, humillaciones, etc. Que lamentable…
Todos tenemos derechos, claro, a la burguesía eso para nada le conviene.
Macarena Veloso
Buenas tardes.
yo me encuentro totalmente de acuerdo ya que cualquier ser humano tiene derecho a dar su opinión, en la actualidad los políticos están manifestando una desigualdad social y discriminatorio ya sea por sexo, por religión, por educación, por clase social. y ellos son los encargados de tomar las decisiones para hacer de Chile un mejor país. pese a que una persona tenga un vicio no la menos que los demás, al verlo desde afuera es fácil criticar pero cuando tenemos alguien en nuestra familia podemos darnos cuenta que no es tan fácil salir de eso.