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José Antonio Kast, a lo largo de su vida ha desarrollado profundas convicciones religiosas. En entrevista del 2023 dijo: “Ingresé a la política siendo católico” y agregó “Primero soy católico y después político”. Su formación lo impulsa ser parte de varias instituciones de carácter religioso y conservador, en línea con el Nacionalismo Cristiano, como:
1 – Schoenstatt
Schoenstatt, fue fundado en octubre/1914 por el sacerdote alemán José Kentenich (1885-1968), es un movimiento, que al igual que el Opus Dei, son «ultracatólicos» y «ultraconservadores«. Ambos impulsan una vida sexual y moral puritana. Se instalan y buscan influir en sectores privilegiados y acomodados de la sociedad.
Schoenstatt, se diferencia del Opus Dei, en que no utilizan la flagelación ni el silicio y hasta ahora, no pretendían influir en política, ya que priorizarían la vida familiar por sobre la vida pública.
Su fundador, José Kentenich, vivió en Chile un tiempo y es una figura controversial ya que en 1947 fue acusado de abusar sexualmente de una integrante del movimiento en nuestro país. El papa Pío XII lo removió de sus cargos y lo envió a EE.UU. por 14 años debido a una serie de acusaciones incluidas la de abuso sexual.
2 – Political Network for Values
Fue fundada el 2014 por los españoles Jaime Mayor Oreja, político y actual presidente de la organización antiaborto One Of Us, y Lola Velarde, directora de Desarrollo de la Fundación Europea Sociedad y Educación, junto con el expolítico mexicano y extremista católico Rodrigo Iván Cortés.
Es una agrupación ultraconservadora que busca intervenir en política. Entre sus objetivos está declarar ilegal el aborto y promover la familia tradicional, excluyendo los matrimonios homosexuales. Difunden ideas nacionalistas y son muy pro-Trump, anti-globalistas, anti-derechos humanos, anti-derechos sexuales, anti-diversidad, anti-islámicos, anti-migrantes. Hechos que los acercan al fascismo.
Esconden y mimetizan su discurso, de bases netamente religiosas, mostrando una agenda más secular, política y supuestamente de derechos. Cuando en realidad significan un retroceso en los derechos adquiridos por las mujeres, especialmente sexuales y reproductivos. Por esta razón, su expansión en diversos países de América Latina ha levantado alarmas entre las organizaciones de derechos humanos.
Entre sus patrocinadores se encuentran grupos de activismo anti LGTBQ+, el Center for Fundamental Rights, centro de pensamiento de derecha vinculado al gobierno de Hungría.
3 – Conferencia de Acción Política Conservadora
LA CPAC es organizada anualmente por la Unión Conservadora Estadounidense. Se alinea con otros movimientos transnacionales de la derecha conservadora y comparte con ellos los temores hacia la inmigración, el socialismo y la cultura “Woke”.
CPAC busca reunir y conectar líderes, intelectuales, activistas y partidos políticos de extrema derecha que promueven una ideología que mezclan neoliberalismo y nacionalismo, con angustia religiosa y política. Al mismo tiempo, refuerzan y perpetúan los estereotipos de género y las desigualdades, como la discriminación y la intolerancia hacia grupos específicos, incluidas las mujeres, la comunidad LGTBQ+, migrantes y otros grupos históricamente marginados.
Es una organización que defiende los valores de Dios, Patria y Familia y entre sus objetivos están:
Entre sus participantes se encuentran líderes del mundo conservador como Giorgia Meloni, Viktor Orban, Javier Milei, Nayib Bukele, Santiago Abascal, entre otros.
Se apropiaron del término Woke, originado por el movimiento afroestadounidense para utilizarlo como grito de guerra contra cualquier idea que consideran de la izquierda progresista. Por ignorancia o por mala intensión suelen mezclar homosexualidad con pedofilia.
La profunda formación religiosa de Kast y de muchos de sus adherentes evidencian que las diferencias con la izquierda van más allá de las simples ideas políticas y económicas
Atacan, de manera paranoica el globalismo y lo ven como un sistema de dominación planetaria por parte de una imaginaria izquierda internacional, para ellos, es “el más ambicioso proyecto de poder político jamás visto”, con este propósito han demonizado la Agenda 2030.
Su paranoia se entiende, ya que alguien de mentalidad conservadora y de influencia religiosa, considera los cambios sociales como un peligro para la sociedad y se resisten a ellos por miedo, a diferencia de los de mentalidad progresista y liberal, que los ven como una alternativa de avance y mejora social.
Kast, en la CPAC, celebrada este 2025 en Hungría, dijo en su discurso que para la izquierda “la inmigración ilegal no es un accidente. Es una estrategia. Es una decisión política. Es un arma en contra de la libertad de nuestros pueblos”, repitiendo así la teoría conspiratoria del “gran reemplazo”.
Kast, dice querer seguir el ejemplo del primer ministro húngaro Viktor Orbán y endurecer las medidas contra la migración y hacerles la vida imposible y las relaciona con el aumento del crimen. Además, que los bebés de extranjeros que nacen en Chile amenazan la identidad nacional.
4 – Vuelta al pasado
La profunda formación religiosa de Kast y de muchos de sus adherentes evidencian que las diferencias con la izquierda van más allá de las simples ideas políticas y económicas.
Las personas de izquierda y principalmente las de ideas cercanas al comunismo suelen ser ateas o agnósticas. Sabiendo esto, es posible vislumbrar las raíces del encono y agresividad hacia la candidata del partido comunista, es decir, el anticomunismo tiene elementos de guerra religiosa. Un hecho que en el mundo moderno debiera estar largamente superado.
5 – Primeros proyectos
Diputados partidarios de José Antonio Kast han presentado dos proyectos que favorecerían políticas en línea con el Nacionalismo Cristiano
La pregunta es ¿Kast impulsará el Nacionalismo Cristiano?
6 – Cuidemos la democracia
Al vivir en democracia debemos aprender a ser humildes y que no lo sabemos todo, ni tenemos todas las respuestas. Entender y aceptar la dinámica que a veces los resultados de las elecciones no serán las que deseamos. Que quienes piensan diferente y salieron electos plantearon y defendieron mejor sus ideas. Pero, al vivir en democracia nos da la posibilidad de hacerlo mejor la próxima elección.
Una sociedad libre con una democracia sana, donde conviven y comparten ciudadanos con diversos puntos de vista, nos permite expresar y debatir libremente, eso sí, siempre con respeto y basados en argumentos respaldados con evidencias. Además, siempre es sano estar dispuesto a cambiar de opinión cuando se conocen nuevos y mejores datos y también a decir “no sé”.
La alternancia en el poder no debemos verla como algo negativo, evidencia que nadie sabe realmente como dirigir una sociedad. Si siempre salen los mismos es bien probable que estemos bajo una dictadura.
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