Secreto bancario y privacidad en el mundo de hoy

El senador Macaya, presidente de la UDI, señaló en La Tercera: “no queremos que un funcionario político, nombrado por el gobierno de turno, pueda saber la compra que tú hiciste en el supermercado”.

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El Secreto Bancario y la creación de un Subsistema de Inteligencia Económica es clave para recabar evidencia y perseguir los delitos de cuello y corbata, crimen organizado

El senador debe estar poco informado con la realidad de las redes sociales. Para aclarar el punto hay que saber que nada es regalado en Internet, todo lo pagamos, en este caso con nuestros datos, cada vez que entramos a Facebook, Google, Instagram, WhatsApp, Twitter, YouTube, etc. dejamos un rastro y trozos de identidad. Gracias a ello las empresas recolectan nombres, fechas de nacimiento, situaciones laborales y sentimentales, fotos y vídeos. Tienen nuestro número de teléfono y el de nuestros contactos personales, dónde vivimos y donde hemos viajado, la tarjeta que utilizamos para comprar y que compramos, qué aplicaciones utilizamos, que buscamos y leen nuestros emails. Todas las fotografías que hemos hecho con el móvil al igual que las búsquedas en la red permanecen en el sistema a pesar de haberlas borrado. Cada vez que iniciamos una sesión se registra fecha, hora, lugar, tipo de dispositivo, navegador, la IP y datos de la red Wi-Fi.

Al mismo tiempo y para utilizar los datos que se recolectan, las empresas desarrollaron programas informáticos con algoritmos que analizan los comentarios que compartimos, que buscamos y los “me gusta”. Así pueden determinar con gran certeza nuestras preferencias políticas, creencias religiosas, nivel educativo y cultural, orientación sexual, si tenemos ideas conspirativas y una infinidad de datos más. Nos pueden conocer mejor que nosotros mismos. Un simple ejemplo, a veces pareciera que Google “lee la mente” y apenas se escriben un par de caracteres pone justo lo que se está buscando.

También las instituciones financieras y las grandes tiendas saben muchas cosas de sus clientes gracias al uso masificado que se hace de las tarjetas y saben dónde y que se compra, etc.

Secreto bancario

El presidente Gabriel Boric, durante la presentación de la “Estrategia Nacional de Integridad Pública” que incluye medidas para mejorar los estándares de transparencia, probidad y anticorrupción, dice: “vamos a levantar el secreto bancario para controlar la evasión y la elusión, proyecto que además presentaremos prontamente porque es fundamental para financiar temas que son tan importantes para la ciudadanía como lo es la reforma de pensiones”.

Para revelar la importancia de levantar el Secreto Bancario de forma regulada pero más expedita, es útil leer el último informe de la Unidad de Análisis Financiero (UAF) con un análisis de las sentencias por lavado de dinero de los últimos 15 años. Aquí se evidencia que más de la mitad de los casos se utilizan los bancos para lavar el dinero. Frente a este hecho, el Secreto Bancario y la creación de un Subsistema de Inteligencia Económica es clave para recabar evidencia y perseguir los delitos de cuello y corbata, crimen organizado, entre otros.

El informe revela el porcentaje de casos por sector económico vulnerado por lavado de activos:

• Notarios 79,5%
• Automotoras 53,4%
• Conservador de bienes raíces 53,4%
• Bancos 51,4%
• Agentes inmobiliarios 30,8%
• Compra/venta de vehículos nuevos o usados 19,2%
• Casas de cambio 11,0%

Transparencia

El “Índice de percepción de la corrupción”’ de Transparencia Internacional para el año 2022 y 2023, muestra que Dinamarca, Finlandia, Nueva Zelanda, Noruega, Singapur, Suecia, Suiza, Países Bajos y Alemania son los países menos corruptos. Países que convirtieron la transparencia en un valor social y cultural. En este mismo índice Chile, el 2022 ocupaba la posición 27, lamentablemente el 2023 bajo a la 29.

Cómo avanzar en transparencia: La transparencia es igual a una guitarra, hay que afinar sus cuerdas para que suene bien, en este caso necesita de varios elementos actuando armónicamente y de manera activa con el fin de construir primero y mantener después una cultura basada en la confianza y el respeto hacia todas las instituciones democráticas, políticas y sociales.

Para ello debe existir:

• Voluntad de cambio, es decir, querer ser transparentes. En nuestro país, culturalmente se teme la transparencia, nos cuenta decir hasta el monto de nuestros ingresos. Las clases dirigentes no tienen la costumbre de dar explicaciones y carecen de autocrítica.
• Colaboración sector público y privado. La transparencia no es un principio que solo afecte la Administración Pública o a partidos políticos, es una cuestión que engloba al conjunto de la sociedad, por lo tanto, todos sus sectores deben unir fuerzas para impulsarla e implementarla. De esta forma incentivar un cambio de mentalidad y convertir la transparencia en una característica más del funcionamiento estatal y privado.
• Beneficios, en el ámbito privado, la transparencia permite a las empresas adelantarse a situaciones de conflicto y de riesgo para su reputación, mientras que en el sector público minimiza el riesgo de las malas prácticas y el vicio de la corrupción.
• Las leyes permiten definir las reglas del juego para que los distintos actores tengan claro las consecuencias de sus actos y así evitar los resquicios que permitan las malas prácticas que vicien la participación y se genere desigualdad de oportunidades.

Los países más transparentes llevan décadas con gobernantes y políticos en general a dar explicaciones a sus ciudadanos que, a su vez, están acostumbrados a pedirlas.

“Si no tienes nada que esconder, no debieras nada que temer”.