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¿Tiene ud idea del problema de la migración haitiana?

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Es curioso que mientras ciertas personas pretenden que aceptemos la migración como algo sencillamente «inevitable» y que incluso hasta nos beneficia (lo cual no es tan así), países que han tenido más tiempo olas migratorias están girando hacia un sentido opuesto: restringir la llegada de migrantes. Se acusa a esos países inmediatamente de «xenofobia». Sí, esa palabrita es muy utilizada. Pero ya no basta esa palabrita para explicar lo que está pasando en otros países y el por qué tenemos, como Estado de Chile, que poner un freno a lo que está ocurriendo, o sea, la llegada sin control y sin filtro de personas migrantes.

Y este asunto, el problema de la migración haitiana es digno caso de estudio. ¿Por qué ellos? Porque tras más de tres décadas de tolerar su migración, los países de la zona del Caribe les han cerrado las puertas. Ahorrémonos las expresiones de compasión y de falso humanitarismo y las acusaciones de xenofobia, racismo y etc., porque si sólo hubiera sido Guyana tal vez podría hablarse de racismo, o si hubiera sido Belice, Guyana y Costa Rica. Pero no es así. En la 25ª cumbre CARICOM celebrada en 2014 en San Vicente & Granadinas, el tema de la migración ilegal haitiana fue el centro del debate. Y se le exigió a Haití que tomara cartas en el asunto. ¿Lo hizo? Curiosamente, lo que hizo fue comenzar a enviar haitianos a Chile. Por eso, en el año 2017, las puertas del Caribe se cerraron a Haití.

Y cuando todos los países la zona Caribe están decididos a cerrarles las puertas a los haitianos, ya no cabe la acusación de xenofobia, y sí la de hacerse preguntas, como ¿cuál es la razón por la cual esos países se niegan a seguir recibiendo haitianos? Respuesta: es que no puede ser que una y otra y otra y otra y otra vez haya que recibirlos.

El colapso final de la paciencia de los caribeños no vino de República Dominicana, que ha tenido que soportar más de 50 años de flujo constante de haitianos. Vino de lo que está ocurriendo en México. La crisis comenzó a finales de 2016, cuando, miles de haitianos cruzaron hacia Mexicali (Baja California) a Tijuana provenientes de Estados Unidos. México, que ya tiene una grave crisis humanitaria con los migrantes, los acogió, les dio refugio, les dio visas… y a los que no cumplían con los requisitos se los iba a deportar. Obviamente se pensará que a Haití, pero no: varios fueron deportados a Brasil. Y otros a países como Panamá, o incluso Chile. Y si la cosa hubiera quedado ahí no habría causado más conflicto, pero es que siguieron llegando haitianos. Y estamos a mediados de 2017 y no han parado de llegar y de formar campamentos, para obtener lo que sus otros compatriotas lograron.

Y la pregunta obvia es: ¿por qué no son deportados a Haití?

Eso es lo que ha acabado por fastidiar a los países de la zona Caribe, para que hayan puesto un alto a décadas (léase bien, décadas) de aceptar a haitianos. ¿Qué pasa en Haití que este flujo de personas no para? ¿Cómo es posible que sigan saliendo miles de personas cada año y no paren de salir de la isla? ¿Cómo no son capaces de construir un país donde vivir que tengan que mendigar en otros una década tras otra?

Y ese es el problema: ¿no son capaces o no quieren? Y la respuesta a esa pregunta es lo que ha causado que los haitianos no solo ya no gocen de la misma compasión que hace unas décadas, sino que sencillamente se hayan vuelto un problema. Para que se hagan una idea: ¿cuál es la actitud actual de los migrantes haitianos en Centroamérica? Fingirse africanos. El 95% de los migrantes irregulares, afincados en las fronteras norte y sur de Costa Rica en estos últimos dos años, son haitianos que se hacen pasar por africanos, para evitar la deportación a su país de origen. ¿Por qué? Porque Haití está en el suelo.

Y lo que Panamá, Costa Rica, Belice, Salvador y otros países quieren saber es ¿por qué está en el suelo? O sea, Haití no está en guerra, Haití tiene presidente y Congreso electos, y Haití está bajo el alero del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que ha decidido poner fin a la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización en Haití (MINUSTAH) este año. No podría hacerlo si las condiciones en la isla no fueran aceptables. Oh, es que ocurrió un huracán el 2016 y el terremoto del 2010… ¿Y eso es razón por la que otra vez (como llevamos viendo desde hace décadas), los haitianos siguen saliendo de su isla? ¿Cuándo se pondrá un alto a todo esto? se preguntaron los países del Caribe. Panamá exigió directamente al gobierno haitiano una respuesta en el 2016, lo hizo Costa Rica hace unos meses atrás, lo hizo Bahamas en el 2014. Estamos en 2017 y la cosa no para. Hace décadas que no para.

La respuesta a todo este asunto está en la élite haitiana. Oh, sí, hay élite haitiana. Y esas personas venden a su gente a la élite de otros países (como el nuestro) para satisfacer las necesidades de mano de obra barata de las fincas, de los ingenios y del sector de la construcción. ¿Creen que es mera casualidad que la zona del Mato Grosso de Brasil sea la que concentre la mayor cantidad de haitianos? Ahí están los ingenios de caña de azúcar, fundamental para la producción de etanol, o sea, agrocombustible. La expansión de la producción de agroenergía, es de gran interés para empresas de organismos genéticamente modificados o transgénicos, como Monsanto, Syngenta, Dupont, Bass y Bayer. O sea: George Soros y Bill Gates entre otras personas sumamente humanitarias. Cuando Lula llegó al poder en Brasil, uno de sus empeños fue controlar el trabajo de la mano de otra precisamente en esa zona y en la de Sao Paulo, hacia el año 2006, encontrándose con mano de obra esclava, sobre todo indígenas. Dado el control que hizo el gobierno brasileño para impedir este abuso, ¿qué creen que hicieron esas empresas? Traficar con haitianos, desde República Dominicana (o sea, desde otros ingenios) hacia Brasil, vía Bolivia.

Para que se entienda que este asunto no es ni remotamente xenofobia y que deberíamos preguntarnos quienes son los que están haciendo negocio con los haitianos en Chile.

Soros, que ha financiado las campañas de legalización de la marihuana (lo hizo en Uruguay, pautando a Mujica, con el fin de obtener autorización para cultivar marihuana transgénica, para controlar el mercado de ese producto), está totalmente a favor de la migración haitiana y financia campañas de apoyo a la “regularización” de esas personas, sobre todo cuando están “apátridas”. Lo cual es un negocio para la élite haitiana, que busca conseguir fronteras abiertas y repatriaciones casi nulas. ¿Dónde está el negocio? Oh, es que Haití recibe fondos para vivienda, educación y capacitación laboral desde la Unión Europea y desde la misma Naciones Unidas. Si no hay a nadie a quien capacitar ¿quién se queda con ese dinero?

Solo mírese lo que ocurrió cuando la presidenta Michelle Bachelet fue a Haití. Si tan mal lo pasan los haitianos en este país, si son tan discriminados, maltratados, si pasan tanto frío, ¿por qué no se acordó un plan de repatriación? Correspondía, dado que Chile era participante de la MINUSTAH que ha reconstruido Haití. En ese país, Chile impulsa proyectos en materia educativa y de reconstrucción, enfocados a los jardines infantiles, la financiación de becas, la construcción de escuelas y la capacitación de agentes de la Policía Nacional, además de proyectos, como capacitación de jóvenes en microemprendimientos y medioambiente, y entrega de medicamentos. ¿Por qué hacer que se queden personas en un país extraño si pueden vivir en su propia tierra? No, no fue eso lo que se discutió, sino en cómo hacerles las cosas todavía más libres a los haitianos en Chile, otorgando visas a los menores de edad incluso cuando no les corresponde. ¿Quién se queda con ese dinero que el Estado de Chile pone a disposición de Haití, si les damos dinero para que se financien emprendimientos que no se harán porque la mayor parte de la población de Haití está fuera de la isla? O peor, financiamos emprendimientos para haitianos en Haití, y mantenemos a los haitianos en Chile dándoles beneficios sociales que no les corresponde, porque entraron como turistas. Pero cuando se habla de «repatriar» no hay dinero. Y la pregunta que cabe aquí es: si Haití es un país en reconstrucción, ¿no es acaso en esos lugares donde más se necesita mano de obra?

Para que tengamos una idea de lo que nos pretenden hacer cómplices quienes alegan que debemos aceptar incluso más haitianos de los que ya nos han caído encima: Haití ha reactivado este año al Ejército regular, que había sido desmovilizado tras el regreso de Jean Bertrand Aristide en 1994. Y se pensó, ilusamente, que eso significaba que Haití por fin cumpliría su eterna promesa de controlar la migración. No, no se está reactivando al Ejército para eso, sino para poner fin al contrabando de mercancías, sobre todo con República Dominicana. O sea, no para impedir que el flujo de migrantes haitianos siga yendo a ese país, aunque toda la zona Caribe se lo ha exigido, no como incentivo a la repatriación con ofrecimientos para quienes se enlisten. Y esa fue la gota que colmó el vaso a los países caribeños: si los haitianos pueden financiar un Ejército ¿por qué no pueden financiar las repatriaciones?

Para que se entienda que este asunto no es ni remotamente xenofobia y que deberíamos preguntarnos quienes son los que están haciendo negocio con los haitianos en Chile. El huracán Matthew provocó daños en Haití en el año 2016. Otro huracán. Otra vez Haití con daños. República Dominicana entregó ayuda (también sufrieron daños pero igual ayudaron). ¿Qué dijo la élite haitiana? Las autoridades deben tomar con pinzas la ayuda dominicana, para evitar que aumente la dependencia de nuestro país en el plano alimentario. Tacharon la ayuda de acción de ocupación o intervencionismo. Algunos hablaron de “invasión”. ¿Objetivo? crear escasez artificial para aumentar los precios de los productos dominicanos que llegan a su territorio. ¿Quiénes se benefician? Los muy ricos ciudadanos haitianos, que explotan a su gente, porque ¿Cómo no hacerlo si tienen a millones de haitianos que remiten dólares a sus familias desde muchos países del mundo?

Y los haitianos son cómplices de su propia élite. Viajan sin papeles porque la élite haitiana se los niega. Pero al llegar a otros países, los exigen, e incluso usan y abusan de derechos, con el fin de obtener legalizaciones y regularizaciones que no les corresponden, presionando con su presencia masiva. ¿Se entiende que el principio de ius solis no aplica para extranjeros en condición “de tránsito” por el territorio? La gran mayoría de haitianos en Chile están en tránsito, porque ingresaron como turistas. Entonces ¿por qué están apátridas, si su obligación es inscribir a sus hijos en sus consulados? Porque así fuerzan un arraigo que no les corresponde, porque ingresaron como turistas, abusando de los beneficios de tal condición, empezando: menores exigencias de ingreso. Si eso no funciona, apelan a la miseria para obtener visas humanitarias, como ocurre en Tijuana. Y desde los medios de prensa se alimenta la idea que todo lo malo que les pasa es por culpa de la población nacional, que es racista, que los discrimina… Pero es cosa de revisar el historial de la migración haitiana en otros países para darse cuenta que hay un patrón que se cumple en todos los casos: los haitianos no son pobres porque se les trate mal en los países a los que llegan, ellos lo son porque acarrean pobreza. La traen de su país, no la adquieren fuera de él. Y la esparcen a todos los demás países, con los que nunca se muestran agradecidos, sino que siempre los miran como deudores. Todos le deben a Haití.

Se nos exige a todos los países asumir un rol paternalista con respecto a los migrantes de Haití, descartando de antemano el derecho que el Estado tiene a decidir sobre aspectos de migración tan puntuales como quién entra, quién se queda y quién puede ser deportado, así como los criterios a emplearse para tomar esas decisiones. Tenemos que mirarlos siempre como víctimas. La cuestión es que ¿de quiénes son víctimas los haitianos? ¿De Panamá, de Chile, de Brasil? ¿Por qué no se dan cuenta que los haitianos sólo son víctimas de ellos mismos y de su ataviada cultura de victimismo y de mendicidad?

Por eso es que la zona del Caribe se aburrió de ellos, por eso es que no les permiten ingresar sin documentos, por eso es que les han puesto un freno y los están deportando. Y ojo: deportar no es violación de derechos humanos, es la sanción para los extranjeros que no cumplieron con sus obligaciones, como los haitianos que ingresan sin papeles y sin siquiera un chequeo médico. Ojalá fuera un asunto de nacionalismo trasnochado, ojalá se redujera a “no queremos negros”. Pero algo está mal en ese discurso demagógico basado tangencialmente en derechos humanos, cuando países que tienen población negra nacional rechaza a los haitianos. Y no nos hará mejores personas ignorar eso y escuchar discursos pro-regularizaciones que no sabemos quién está financiando y por qué. Ya los países del Caribe se creyeron el cuento de la “igualdad” con la que pretenden forzarnos a los chilenos a que no exijamos nada a los extranjeros en general. Pero es mentira. Los Estados tienen la responsabilidad primaria de sus propios ciudadanos y fijan los términos para la admisión, residencia y remoción de extranjeros. Haití está olímpicamente ignorando a sus ciudadanos, lleva décadas haciéndolo y lo seguirá haciendo mientras tenga países que carguen con ellos, mientras se permita el envío de remesas que haga que los haitianos que viven allí no tengan que exigir nada a sus autoridades, y así obtener ganancias millonarias para la élite que es la que se beneficia con todo esto. No podemos seguir siendo cómplices de ello. No podemos, en nombre de los derechos humanos malentendidos, continuar solapando la mediocridad del Estado haitiano ni asumir responsabilidades que ni siquiera cumplimos con nuestra población.

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Pedro

Puedo decir que en República dominicana hay pueblos donde ya la poblacion haitiana ha superado a la dominicana, desde el 1990 hacia hasta la fecha han nacido miles y millones de haitianos que han duplicado la población sin contar los que nacen cada dia y seguiran maciendo, de aqui a 20 años ya no quedaran dominicanos y eso mismo pasara en chile si no despiertan,
Cuando habran los ojos ya la población haitiana sera mayoria con los mismos o mas derecho que ustedes y preparados en ámbitos sociales, con esro me refiero a que tendran fuerza politica para cambiar leyes ya que ustedes mismos se la estan dando.

Henry Nunez

Al fin se esta tomando en cuenta la tragedia dominicana con esta masiva invasión impuesta por la mal llamada comunidad internacional y organismos intervencionistas que quieren regir el mundo sin tomar en cuenta a las poblaciones de los paises que consideran sus vasallos imponiéndoles a su antojo y conveniencia condiciones aberrantes. Marcela Castro tiene una visión clara de la posición dominicana, sin embargo por mucho tiempo nos considero equivocados. Cuantas personas mas en este mundo están equivocados también como ella estuvo?. Mientras tanto tendremos que continuar soportando esta inclemencia hasta que todo el mundo sienta el azote o hasta que el pueblo dominicano (Dios no lo quiera) tome cartas en el asunto.

Jorge

Esto es muy cierto. Tuve una compañera xe trabajo que era de República Dominicana y me contó el problema haitiano en su país….siempre pensando que los demás les deben algo. Y delincuencia, pereza, malos tratos, engaños. Se podría pensar que era racismo,, sólo que ella también es afrodescendiente…….

Fran Tsisca

Que facil hablar del gobierno de haiti sin referirse a la corrupción.
Que facil usar el argumento de que X persona/grupo esta a favor de la marihuana para generar rechazo.
Hay una xenofobia gigante escondida bajo ese texto.

No olvidar que en Chile un monton de personas, sobre todo jovenes, salen buscando trabajo a paises del primer mundo, y se dedican a ser lanzas y flaites internacionales… y si no, tipico chileno se porta como el culo entre drogas y alcohol… y así y así… pero los que van en buena onda, con ganas de conocer y generar otro tipo de vida se merecen cargar con todo lo que los compatriotas hacen? No se olviden cuando juzgan tan despectivamente a Haiti que los Chilenos tenemos una fama ASQUEROSA Y HORRIBLE a nivel mundial… pero significa que merecemos nos traten con el odio y desprecio con el que se trata a los haitianos aca? Y POR CIERTO QUE EN CHILE TB HAY CORRUPCION Y UN MONTON DE FONDOS DESTINADOS A FINES SOCIALES QUE SE MALVERSAN….

no sé. me parece injusto se trate así a gente que viene sumisa, timida, respetuosa y super dispuesta a todo por hacerse un huequito en nuestro pais. me da pena. me da rabia.

    Carlos

    Estimada

    los chilenos que usted menciona con suerte alcanza un par de docenas v/s los miles de haitianos que llegan día a día a Chile, aquí la ley del empate no cuadra.

Carlos Ruz

No sabía lo que la escritora expone. Soy testigo de la llegada de cargamentos de haitianos, tarde en la noche, de madrugada, con gente que no parece venir de algún desastre, ya que tiene los recursos para viajar en avión. No llegan a trabajar en nada constructivo acá, salvo a ocupar puestos que los locales encuentran demasiado mal pagados (ocurre en el norte con los bolivianos y peruanos, los colombianos son otra cosa porque esos llegaron a apropiarse gradualmente del medio mientras aseguran el tráfico de drogas). Es decir, los empleadores locales son cómplices del ingreso de gente a la que explotan y todos los mantienen con el discurso de la solidaridad y la inclusión. Y es cierto, ponen cara de lástima, se victimizan, sus papeles no llegan, no pueden llevarse a sus muertos porque no pueden identificarlos adecuadamente a través de sus diplomáticos. Y este gobierno también es cómplice. En esas condiciones, digo que basta de recibir extranjeros disfrazados de turistas que después exigen derechos como si los tuvieran. Para esta gente y sus amos hay nombreS: RAZA DE CAFICHES, MENDIGOS PROFESIONALES, PARÁSITOS DE NACIMIENTO. Basta de aceptarlos, ya hay suficiente necesidad aquí. Afuera con ellos, los que delinquen y no tienen identidad. Que se los devuelva a su patria. Si es una mierda de patria, bueno, que la arreglen. Ya han recibido suficiente ayuda.

Fernand

Para un racista empedernido, no hay comentario, porque no entienden otro vocabulario que el propio suyo….Amen!

Daniela

Toda toda toda la razón, mejor explicado con manzanitas no puede estar. A ver si nos seguimos haciendo los progres cuando tenemos el país repleto de ilegales que no aportan absolutamente en nada y que son el regocijo de los empleadores sinvergüenzas.

Luz Zúñiga

Soy Chilena, immigrante en otro país, que recibe refugiados. Lo que dices de los haitianos es falso, altamente injusto y sí, xenáfobo. Piensa que eres un chileno pobre en Europa y que alguien dice que hay que echar a los chilenos de todas partes porque son ladrones…Eso no más.

Edgardo Andrés Orellana Moreno

Muy, pero muy buen comentario. Ya lo decía, y discutía con varios de mis conciudadanos chilenos, la verdadera realidad de la inmigración haitiana, soterrada como casi obligación humanitaria de todo el mundo, para con Haití. Más aún cuando nuestro país se encuentra en verdaderos problemas económicos que afectan a la gran mayoría de los chilenos.

Guarionex Vargas

Dios te bendiga Marcela, cuánta razón tienes y cuántas verdades dices en tu análisis de este problema

Guido Gutierrez

Lamentable ¿»periodismo»?. Un ser humano que describe a otros como si de ratas se tratase sólo me deja en evidencia la escasa humanidad e integridad de quien escribió ese «tendencioso y sesgado» relato. Amparado por una ignorancia extrema. No de estudios, ignorancia de moral. Lamentable tener que «soportar» los comentarios de minorías estrechas de mente. Yo deportaría a personas que piensan así, los deportaría a una isla de personas iguales, para que se discriminen entre ustedes y no contaminen de prejuicios a toda una raza, la humana.

Barbara Orellana

Aunque el discurso de odio se vista de seda, como discurso de odio queda.

    Jaime

    Gran argumento: atacar al mensajero.

claudio

Cuando los periodistas dicen que es mito lo de que los haitianos le quitan el trabajo a los chilenos ,debieran darse una vuelta por ACMA acero que despidió trabajadores de años por contratar haitianos mas baratos o ir a Cabildo , pequeño pueblo al interior de la V región donde los trabajos de temporeros son copados por haitianos . Los periodistas casi ruegan por los haitianos pero si llegaran periodistas y les quitaran su trabajo seria otra cosa-

monica muller

estoy de acuerdo. soy damnificada de 27 f y no he obtenido solucion pero me entere que les estan dando viviendas a lo imigrantes. tengo problemas de salud ,no he logrado que me llamen ni menos que me operen pero me han contado que a los haitianos los mandan a hacerse examenes a centros medicos privados e incluso que los operan en clinicas. me pregunto si Chile les debe algo por que no exigen a su gobierno que les cree fuentes de trabajo si mal que mal tienen un gobierno constituido. aqui hay mucha gente que no tiene cas a que no tiene una atencion de salud adecuada y los medios de comunicacion mienten porque a ellos si los atienden y los niños si son aceptados en las escuelas. no es justo que Chile se haga complice del abuso del gobierno haitiano con sus ciudadanos con paternalismos que no corresponden con personas con las que no tenemos nad a en comun. viene uno y al tiempo se traen a toda la familia y siempre se estan quejando de Chile. Les ponen interpretes , en que pais donde hayan imigrantes chilenos les han puesto interpretes .La gente se pasa de buenas y de tontas. Las maternidades estan llenas de haitianas teniendo guaguas pues teniendo hijos les dan rapidamente la residencia.Llegan con visa de turista no hablan español y sin embargo tienen derecho a todas las garantias. hasta cuando

Cristian Arturo Corral

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Excelente artículo. Grafica con precisión el grave problema de la migración haitiana en Chile.
Hay que contrarrestar la malintencionada campaña negativa de los jesuitas, fundaciones pro-Haití y el mismo gobierno contra los chilenos. Lograron su cometido y tantas y tantos estupidos(as) les creyeron el cuento de que la inmigración ilegal es necesaria para cubrir puestos que los “chilenos flojos” no quieren tomar, que las “causas humanitarias”, la “multiculturalidad”…
¿Qué pasó? Importaron más pobreza. Ahí se ve a migrantes haitianos pidiendo, viven hacinados y la gente juntándoles cosas. Servicios públicos saturados, hospitales colapsados, campañas en facebook para ayudar a haitianos porque llegaron sin nada y sus mujeres embarazándose irresponsablemente. Funcionarios públicos forzados a aprender creolé, cosa que no tienen por qué hacer. Cada cosa que les pasa a los haitianos hay que correr con ellos porque solos no son capaces o no quieren. Todo en bandeja.
Nunca vi a peruanos apelando a la lástima para que les den todo. Llegaron solitos y emprendieron sus negocios, trabajan y aportan multiculturalidad de verdad.

Ah, pero el chileno es el “flojo”.

Ludwig Straub

Excelente articulo y plenamente de acuerdo en que nuestro futuro gobierno tendra que controlar enérgicamente la inmigración de extranjeros, en particular aquellos que tienden a aprovecharse de nuestros medios y recursos.

ROSA ELENA TAPIA ARDUIZ

En estos días escuche algo que tal vez complete el cuadro: Haiti tiene minas de oro, pero quien es el propietario???….. el hermano de Hillary Cinton…… todos parte del mismo circulo: George Soros, los Clinton, los Bush, los Rockefeller, los Roschild, ahora los Obama y la ONU….. y ahi entra la Soa Michele…. y quien estuvo por mucho tiempo a cargo de Haiti mandatado por la ONU??? nuestro nunca bien ponderado cansiller Heraldo Muñoz!! el puente de oro de Haiti a Chile!!!

    Claudia

    He estado en conversaciones en las redes sociales Alemanas y muchos hablan también del Plan Kalergi. En todas partes estamos siendo «manejados» por las élites. Tenemos que informarnos y estudiar en forma objetiva la tremenda maldad que siempre ha sido minuciosamente planificada y propulsada por estos grandes poderes económicos, políticos y religiosos.
    Se agradecen estos espacios en que podamos abrirnos al diálogo y ayudarnos a ver la realidad sin ningún sesgo y etiqueta. saludos y buen fin de semana

Pedro Pablo Alcalde

Marcela, aplaudo tu estudio, soy un pequeño empresario y he intentado dar trabajo a haitianos , sorprendiéndome de la nula educación que tienen, aspectos culturales muy primitivos y machistas. Los veo a diario vagando en busca de trabajo, pero ya son miles en caminos de todo Chile. Nadie habla de los efectos colaterales que está invacion acarreará en la juventud chilena que en muchos casos será desplazada por esta mano de obra barata no calificada.

Edwigde

Tanto título para escribir muchas palabras que solo demuestran la misma ignorancia de aquellos que no han leído ningún libro en su vida y que se creen todo lo que aparece en la televisión.

Luisa

Este fenómeno generará y profundizará dentro de muy poco tiempo en chile una crisis económica y una ola de pobreza de mayor escala que la actualmente existente. Sucederá lo mismo que está sucediendo en los países europeos.
Crecerá rapidamente la cesantía chilena. Las economías nacionales lo que son una verdadera protección para el país, se verán implicadas y nuestros compatriotas sufrirán lo que llevan sufriendo desde hace décadas la falta de medios para la salud, para la educación, para un servicio de jubilación más elocuente y entre muchas otras mas.
A mi parecer, lo normal sería que América Latina vote una ley que ponga fin a las financiaciones directas a Haitï. Es una manera de solucionar el prinsipio de un problema y si quieren ser financiados, que asuman sus responsabilidades como república Haitïana y que hagan de sus habitantes personas dignas de reconstruire su propio país.
Chile sin servicio militar, sin gran capacidad de protección policial o militar al ciudadano y con un alto índice de delincuencia y criminalidad los políticos no podrán solucionar ni gestionar otro índice elevado de pobreza que se creará con otra población pobre que se une a ella.
De todas maneras, los culpables de estos temas son los propios políticos. No evoco la personalidad de D. Trump, pero, necesitamos políticos con agallas.