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mariscal
El voto obligatorio, tal como está, garantiza la legitimidad de los cargos sin darnos opción de rechazo, así es muy cierto que favorece el status quo.
El voto voluntario, tal y como está, no cambia las cosas. Porque más allá de «permitir» la abstención no la incorpora bajo ningún significado o consecuencia dentro del sistema electoral (salvo para los románticos que esperan, algún día, que la abstención generalizada devenga en una revolución social o algo parecido).
El voto voluntario también tiene serios vicios, basados en la contracción del electorado o en el fortalecimiento del «electorado informado», además de no garantizar ni por aproximación que la abstención sera un acto de protesta y no simple desinterés o hasta flojera.
En Chile, quizás en Latinoamérica, hemos deanvulado entre paternalismo y autoritarismo, ambas tradiciones nos han garantizado una población formada desde la no-participación. Formada por «autoridades» que se avalaron en esas tradiciones. Por eso, en resumen, tenemos una mala clase política y también una mala ciudadanía, ambos males deben ser combatidos.
Resumo mi propuesta (descrita anteriormente en el artículo «De los votos válidamente emitidos»): Voto obligatorio, la ciudadanía debe movilizarse masivamente hacia la participación. Incorporación, con significado y consecuencia, de alternativas electorales disidentes (como voto blanco, voto nulo, y abstención), la clase política debe ser capaz afrontar una evaluación seria que este es posición de desaprobarlos.
Mis saludos.
jorge1812
El voto obligatorio sigue siendo un mecanismo para reemplazar la clientela electoral ya envejecida, asegurarse legitimidad futura, y de pasada de justificar la totalidad del sistema político imperante. En ningún caso fortalece a la democracia o la participación ciudadana.
Quienes buscan imponer el voto obligatorio no pretenden ampliar o diversificar las opciones de participación de los ciudadanos. Te invitan a participar, pero sólo votando, y no de cualquier forma. Por ello el no votar, el votar blanco o nulo es sancionado, aún cuando deberían ser opciones válidas para expresar preferencias políticas de los ciudadanos.
El voto obligatorio apela al compromiso irrestricto de los electores con el voto. Lo clave es que simultáneamente suprimen el deber de los candidatos con respecto al voto de los ciudadanos. Es decir, es un instrumento de encauzamiento y disciplina electoral.
Importante es tomar en cuenta todo lo anterior, sobre todo si se considera que mediante el voto se constituye un contrato sin garantía alguna en cuanto a su cumplimiento, y que sin embargo, es la forma de legitimar el actuar de los políticos y gobiernos.
La contracción del electorado se produce por otros factores. De hecho, el electorado, con voto obligatorio, en Chile, se ha contraído de manera notoria, con 8 millones de inscritos, un 16%) prefirió no votar, mientras que hay 3 millones de no inscritos en edad de hacerlo.
Bett
A Latinoamérica le gusta el voto obligatorio. En la mayoría de sus países,en este caso Argentina, el ciudadano debe concurrir a las urnas lo quiera o no. Se trata de una medida de antigua data, que, valiéndose del apego legalista latinoamericano, se orientó a aumentar la participación electoral. Desde hace algunos años, sin embargo, varios países han puesto en entredicho la validez de dicha obligatoriedad. NO votar es nuestro DERECHO CONSTITUCIONAL Y HUMANO, LO QUIERAN ,O NO. En un país en Democracia,el voto es voluntario…Democracia bien entendida, pero …
Pintu
En un país en Democracia ,votar,es voluntario. De ninguna manera Argentina debe OBLIGAR a sus ciudadanos (y no ciudadanos…hay muchos), al voto.
Lenin decía que en las democracias  los ciudadanos tienen la posibilidad de elegir cada determinado tiempo a sus explotadores. O, podríamos agregar, a sus empobrecedores, a sus burladores, a sus enemigos disfrazados de amigos y favorecedores.
Alguien inteligente (no recuerdo el Nombre), citó:  «entre los partidarios y practicantes del abstencionismo se cuentan los insatisfechos, los inconformes. Los que entienden que es necesario privar al régimen de la legitimidad que busca y encuentra parcialmente en los comicios. Los que buscan una salida a la desastrosa situación del país, a la inseguridad, al desempleo, a la carencia de oportunidades. Una salida que no puede encontrarse en la VICIADA Y FRAUDULENTA  vía electoral.»
El gobierno argentino,ex gobiernos y actual ,no puede ni debe OBLIGAR a sufragar .Mi voto ,de mi familia y amigos , jamás de los jamases  ayudan ha solucionar nuestro vivir ; economía, inseguridad, corrupción, justicia ciega y acomodaticia  , cualquiera se incorpora como candidato sin siquiera gozar de estudio secundario. Los asesinos libres,los políticos chorros en libertad y candidateándose etc . Los votos solo  ayudan a solucionar la vida de los políticos .Cada día existen más y más  vivillos qué «trabajan» como políticos. En Argentina es un negocio redondo!
jorge1812
Creo que se parte de algunos supuestos errados.
El voto obligatorio es más favorable al stato quo de cualquier sistema político electoral, pues lo que hace en el fondo es no sólo forzar las opciones electorales entre los ciudadanos sino que enmarcarlas en lo que el sistema acepta, haciendo menos competitivo el modelo.
El voto voluntario abre espacios para que el stato quo impuesto por los partidos hegemónicos se tienda más débil al abrir el espacio para que la gente decida no votar si ninguna opción de las que éstos les ofrecen, les parece válida.
Por otro lado, la intencionalidad de voto y el voto mismo no miden «conciencia democrática», sino que miden las preferencias en un contexto dado. Ergo, el voto voluntario permite reflejar de mejor forma las preferencias al abrir el espacio a la abstención.
El voto obligatorio establece un marco de elección restringido para los ciudadanos, donde las hegemonías partidarias se aseguran su continuidad sustentados en dicha obligatoriedad inhibiendo entonces la competencia y los espacios para otras opciones políticas.
El voto voluntario podría permitir lo que Saramago imagina en Ensayo sobre la lucidez…o sea, que los ciudadanos puedan decir: queremos que se vayan todos…