Estamos a horas de la primaria presidencial del pacto «Unidad por Chile», que ha logrado convocar a figuras como Carolina Tohá, Jeannette Jara, Gonzalo Winter y Jaime Mulet. Una elección clave que definirá quién representará a la centroizquierda de cara a la primera vuelta presidencial.
Pese al tono respetuoso entre los candidatos, hay señales preocupantes en algunos entornos. Y cabe preguntarse: ¿qué pasa si gana el otro?
Democráticos… hasta que gane el otro.
Esa parece ser la consigna no escrita de algunos sectores.
Mientras los candidatos compiten con ideas y muestran sus legítimas diferencias con respeto, hay quienes ya advierten que, si no gana su opción, no se sentirán obligados a apoyar a quien resulte electo.
¿En serio?
Entonces, ¿para qué están las primarias, si no para que la ciudadanía determine democráticamente al representante, y el resto respetemos el resultado?
Ese tipo de actitudes lesionan el sentido de las primarias y amenazan la construcción de una unidad diversa, indispensable para triunfar en noviembre. Este pacto democrático se debe defender, porque representa un acto de confianza en la ciudadanía para escoger quién llevará las ideas de la centroizquierda.
Se puede perder una primaria. Pero la verdadera derrota es no cumplir el compromiso suscrito. Peor aún, eso podría debilitar nuestras opciones en noviembre, dejando el camino libre a liderazgos al estilo de Trump o Milei, que solo traen retrocesos sociales, caos, inestabilidad y estancamiento económico.
Este domingo no votamos solo por una candidatura. Votamos por la capacidad de unidad de la centroizquierda, para hablarle al país de futuro, desarrollo, crecimiento y justicia
¿Cuánto costó conquistar el derecho a voto?
En la historia de Chile, fue alto el precio que pagaron muchos —incluso con sus vidas— para que hoy tengamos voz y voto libre, sin represión ni censura. Por eso, especialmente desde el centro y la izquierda, cuidar las primarias es cuidar la democracia.
Aceptar con altura de miras y madurez los resultados de este domingo no es claudicar. Es honrar el compromiso de todos los partidos del pacto. Más allá del nombre que triunfe, lo que construirá el futuro será la capacidad de todos —ganadores y no ganadores— de trabajar unidos desde el lunes en un proyecto común para Chile. Uno que sume a más personas, incluso a quienes hoy no participan.
Este domingo no votamos solo por una candidatura.
Votamos por la capacidad de unidad de la centroizquierda, para hablarle al país de futuro, desarrollo, crecimiento y justicia.
En eso, todas y todos debemos estar en disposición.
Por eso y más, este domingo votemos por la Unidad. Votemos por Chile.
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Radomiro Tonic
Tiene nombre el que si gana el otro o la otra, no apoya. Alberto Undurraga poh ñato. Presidente de la DC, ya declaró que no apoya a j. Jara. Una DC cada vez más irrelevante.
Alberto Undurraga es un amarillo que dejaron cuidando los muebles en la DC.