Mucha gente me pregunta por qué sigo con el tema de limpiar la Iglesia de abusadores y encubridores. Simple. Quiero a la Iglesia. Sé que a muchos les parece extraño que después de todo lo que ha pasado uno quiera seguir amando a la Iglesia y hacer todo lo posible porque se limpie del flagelo de los abusos y de la oscuridad del encubrimiento. Yo lo quiero hacer desde adentro. La Iglesia no está acostumbrada a que se la cuestione, sin embargo, creo que si muchos la levantamos la voz en lo que a los ojos de Dios y del mundo está mal, estaremos cumpliendo con un deber de no tolerar lo intolerable como se ha hecho hasta ahora.
Los contenidos publicados en elquintopoder.cl son de exclusiva responsabilidad de sus respectivos autores.
Te invitamos a conocer nuestras Reglas de Comunidad
altopillo
Entiendo, comprendo y apruebo la actitud valiente mantenida por el autor.Si bien es cierto que no logró todo lo que merecía del punto de vista moral y judicial, me parece que la actitud ahora tiene un cierto matiz de rabia y furia además de insatisfacción que empieza a restarle, desde mi personal punto de vista, simpatía a su justa causa.Por ello es que, con toda humildad, me permito aconsejarle que continúe su sana intención de llegar hasta el fondo pero que no utilice cualquier método que le conceda tribuna y dirija sus observaciones adonde pueden realmente impactar.
gabmarin
No entiendo su punto. Usted mismo reconoce que el autor no recibió lo que merecía moral y judicialmente, pero acto seguido tilda su actitud de tener ahora un matiz de «rabia y furia». ¿Qué le aconseja usted? ¿Resignación? ¿Se resignó Cristo ante los mercaderes del templo? Precisamente, don Hernán, son respuestas como la suya la que terminan por sustentar -aunque usted no lo busque- la justicia «en la medida de lo posible», avalando flagrantes delitos en meros formalismos jurídicos y la que está haciendo que mucha gente se aleje de la Iglesia.
altopillo
Estimada Gabriela,yo no estoy en contra del hecho que el autor siga intentando penetrar hasta lo más profundo del grave problema que afecta a la Iglesia Católica.Es solo que me parece percibir en la forma que lo hace, cierto grado de furia, rabia, deseo de revancha o algo similar, cosa que me parece desaconsejable en una persona que se declara cristiana y que solo quiere deshacer la maraña para denunciar culpables y evitar nuevos abusos. Qué bueno sería verlo luchar en contra de tamaño enemigo con más hidalguía, serenidad, humildad y convicción que su lucha es por aquellos a quienes quiere salvar.Espero haber aclarado un tanto mi comentario previo.Saludos.
felipecr
Muy de acuerdo contigo Juan Carlos! Limpiemos nuestra Iglesia, que se juzgue a quienes cometen estos crímenes. Que se demuestre que nosotros, desde adentro, no estamos encubriendo a nadie y anhelamos que se haga justicia. A ver si la gente descubre como son realmente la mayoría de los sacerdotes…
Te apoyo!
uncronopio
Vea la historia del señor Barros en la página de la diócesis de Iquique:
Nació en Santiago, el 15 de julio de 1956. Estudió en el Colegio San Ignacio, sección El Bosque, y desde esta época se integró en la juventud de la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, de Providencia, guiado espiritualmente por el Padre Fernando Karadima Fariña.
http://www.iglesiadeiquique.cl/historia/historia4.html