Un millón de perros vagos en Chile: miles de mordeduras, centenares de ataques, decenas de muertes, impacto sanitario, ambiental, económico, productivo, y sufrimiento animal. ¿Y quién responde?
En estos días, en la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados se revisa el proyecto de ley sobre tenencia responsable de mascotas y animales de compañía. Hasta ahora, el debate público sobre esta iniciativa ha sido parcial y limitado, primando consideraciones animalistas y anecdóticas, aunque legítimas, y no se ha dado todo el espacio a la argumentación técnica y objetiva del asunto. Es por ello que resulta relevante que la gente no solo se deje llevar por los sentimientos que significan ver un perro en la calle sufriendo, sin tomar atención a la complejidad, envergadura e importancia de este tema en el país
Se estima que hoy en día son un millón los perros vagos que recorren las calles de todas las ciudades, los pueblos, el campos y los parques nacionales de Chile. Cuesta encontrar algún lugar del mundo en que este fenómeno se exprese con tanta intensidad como ocurre en nuestro país. Y en el último tiempo no hemos mal acostumbrado a ello, asumiendo como algo normal, incluso pintoresco y divertido, de nuestro paisaje urbano y rural, la presencia de perros en todas partes: persiguiendo jugadores en las canchas del país, desde el barrio hasta el Estadio Nacional, en las plazas de la periferia y frente a La Moneda, en los carros del metro, en las protestas a veces colaborando con las fuerzas del orden y otras con los encapuchados. Hay ciudades como Antofagasta, Quintero, Valparaíso y Talca en las que pareciera que habitan más perros que personas. Todo ello resultaría casi una anécdota si no fuera por el tremendo problema que la presencia de estos animales representa para la sociedad en su conjunto y hay que decirlo para los propios perros.
Para entender bien este problema, pongamos las cosas en su justo orden. En primer lugar las interacciones entre perros y seres humanos datan de miles de años de evolución, configurando una relación armónica de interdependencia, colaboración y beneficios mutuos, y en este sentido no es imaginable, ni menos deseable un mundo sin perros. En segundo lugar, en este largo tiempo de convivencia, los perros han sido seleccionados y criados para cumplir tareas (de trabajo, deportivas, de compañía, de servicios, de asistencia, entre otras) y en compensación han estado al cuidado de las personas responsables de brindarles, protección, alimentación y abrigo. En este pacto adaptativo, quedó tácitamente excluida su evolución como animales de vida libre. En tercer lugar, ni las personas ni los perros se benefician de la ruptura de esta relación, cuya consecuencia es la proliferación de perros vagos. ¿Por qué?
Porque la existencia de poblaciones de perros vagos fuera de control, como hoy vemos que ocurre en todos los rincones de Chile, representa: (i) un peligro para la salud de las personas por el riesgo de trasmisión directa y/o indirecta de enfermedades; (ii) para la salud de otros animales por el riesgo de transmisión de enfermedades y ataques a mascotas, a fauna silvestre, a animales productivos y entre ellos mismos; (iii) de contaminación ambiental y deterioro urbano por las deposiciones y el esparcimiento de basura en lugares públicos y de turismo; (iv) para la seguridad de las personas, por el riesgo de ataques y mordeduras con daño severo, mutilaciones e incluso, como hemos visto con demasiada frecuencias, muerte; (v) para la seguridad vial, por el riesgo de provocar accidentes de tránsito, (vi) para la actividad productiva, por el ataque y depredación de rebaños; y por último (vii) para el propio bienestar de estos animales, que desprovistos de los cuidados de protección, alimentación y abrigo, se los expone condiciones de vida inaceptables, con maltrato, sufrimiento, enfermedades y muerte.
Un millón de perros vagos nos enfrenta a un problema grave multidimensional y de carácter nacional, sobre el que existe un diagnóstico bastante acabado de sus causas: (i) falta de educación para la tenencia responsable de mascotas; (ii) desconocimiento de peligros y riesgos de parte de la población; (iii) falta de institucionalidad, de regulaciones efectivas y de disponibilidad presupuestaria para implementar políticas públicas de prevención y control eficientes; y (iv) falta de decisión en la intervención muchas veces motivados por los dilemas éticos no resueltos entre actores sociales respecto de cómo enfrentar el tema; entre otros. Se trata de una situación fuera de control, sin conducción ni coordinación en su prevención y control. Pareciera que las autoridades nacionales, regionales y locales o no han comprendido la magnitud y complejidad del problema, o bien han preferido el statu quo a asumir frontalmente el tema, por lo controvertido socialmente que ello pudiese resultar. Esto último es además una situación bien conocida y administrada por algunos grupos animalistas, que frente a cualquier intervención de la autoridad, logran generar a través de redes sociales y medios de comunicación una amplia solidaridad de la comunidad, basada fundamentalmente en la empatía con los animales y el alarmante desconocimiento del problema al que nos enfrentamos.
Así cualquier intento serio de control poblacional termina en soluciones parciales de carácter más bien comunicacionales, tales como operativos comunales de esterilización y/o charlas esporádicas de tenencia responsable. Ello junto con demostrarse poco significativo, no da cuenta de la multidimensionalidad del problema, y basta darse una vueltas por las calles para ver que todos los recursos que se han utilizado hasta ahora en estas acciones han sido mal gastados, ya que los perros callejeros siguen ahí y crecen en número todos los días. Por otra parte nadie puede dejar de considerar extraordinariamente loable lo que puede hacer una organización que da alimentos un grupo de animales en la calle, o una ONG que defiende sus derechos y promueve iniciativas de esterilización, adopción y promoción de la tenencia responsable. Hoy nos encontramos en un nivel del problema que requiere de acciones de una naturaleza y envergadura distinta, de un elevado estándar técnico y cuyo desafío debiese ser que en el corto plazo no existan perros en vida libre en los espacios públicos del país. Ello pasa necesariamente por que de una buena vez Chile cuente con una política pública dotada de un marco jurídico regulatorio, moderno y efectivo con una autoridad nacional definida y empoderada, con herramientas normativas efectivas para el control y la prevención y con recursos para su implementación.
En este sentido nadie pone en duda que una solución sustentable, requiere una mayor educación de la población respecto de la tenencia responsable de animales, ello es además un imperativo ético de nuestra sociedad, sin embargo hay que reconocer que tendrá resultados entre un mediano plazo y largo plazo. Más allá que en el último tiempo han sido varios los municipios que han hecho importantes esfuerzos por abordar esta problemática, dada su magnitud éstos han resultado poco efectivos. Hoy en día los planes de esterilización son insuficientes, sus resultados parciales, y de alto costo si quieren aplicar protocolos con estándares internacionales. La construcción de caniles municipales para el retiro y adopción en un número razonable de animales superan con creces las capacidades de gestión y financieras promedio de cualquier municipio. Las sanciones y restricciones para evitar el abandono y el maltrato son muy débiles y no son fiscalizadas adecuadamente.
La autoridad no puede seguir eludiendo el hacerse responsable de remover hoy el millón de perros que vaga en las calles, campos y plazas, antes que sean dos millones. Ello solo se logrará en la medida que no contemos con una institucionalidad con respaldo normativo, que genere las condiciones para una acción coordinada, integrada y financiada, desde el ámbito nacional hacia el local, con recursos, plazos y metas compatibles con la resolución en el corto plazo de este problema y su sustentabilidad en el tiempo.
La autoridad no puede seguir eludiendo el hacerse responsable de remover hoy el millón de perros que vaga en las calles, campos y plazas, antes que sean dos millones. Ello solo se logrará en la medida que no contemos con una institucionalidad con respaldo normativo, que genere las condiciones para una acción coordinada, integrada y financiada, desde el ámbito nacional hacia el local, con recursos, plazos y metas compatibles con la resolución en el corto plazo de este problema y su sustentabilidad en el tiempo.
Es por ello que resulta relevante que el proyecto de ley que hoy se discute en el parlamento tenga una aproximación desde la complejidad y urgencia del problema, entregando una clara responsabilidad al ente público en la coordinación y ejecución de una política nacional, más allá que en ella se puedan asignar roles a distintos actores sociales para su materialización. Lo que bajo ningún punto de vista puede ocurrir es lo que algunos promueven, en términos que la función pública de control y prevención sea trasferida a privados a través de ONG y organizaciones animalistas, no teniendo en cuenta que la dimensión, profundidad y amplitud del problema requiere de una acción coordinada del aparato público desde sus instancias nacionales hasta las territoriales con el objeto de cubrir en toda su amplitud el territorio nacional y no dejar la solución circunscrita a los lugares en donde estén o puedan llegar estas organizaciones. Ello sin lugar a dudas dejaría a los sectores más alejados, más pobres, más marginados, y no por ello menos afectados, fuera.
Si el Estado no va a seguir estos estándares y/o se está guiando hacia resultados en el largo plazo, es necesario ser claro entonces en informar que ello significa implícitamente que se va aceptar la convivencia de millones de perros vagos con personas (incluidos niños), mascotas y fauna silvestre a lo largo de Chile. Y en este sentido se debe dar a conocer públicamente lo que ello significa, en lo inmediato y por un tiempo indeterminado, en términos de peligros, riegos y consecuencias, y estar dispuestos a aceptar mordeduras, ataques, accidentes, transmisión de enfermedades, entre ellas la posibilidad de rabia canina, entre otras.
Finalmente, la tramitación parlamentaria de este proyecto de Ley no puede excusar al Ejecutivo de asumir, bajo el cuadro normativo actual (Ley 28.540), el liderazgo y la coordinación que el control de esta situación demanda hoy día.
* Entrada coescrita entre Hernán Rojas Olavarría, Ph.D. y Michel Leporati Nerón, Ph.D., Directores CERES BCA
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Parque Nacional Torres del Paine | De los nervios
[…] en Chile por el abandono de animales. Denominados perros vagos. Perros abandonados en Santiago de Chile. Intentan buscar solución al gran problema de los Perros […]
carlos
Anoche cerca de las 22 sali a comprar en moto, y en la esquina de las condes con la castellana norte , en el semáforo, en rojo, me atacaron dos perros vagos grandes, uno de estos me mordió la pierna izquierda, como tenía uno a la izquierda y el otro a la derecha, era muy difícil defenderse, menos mal que no atacaron los dos al mismo tiempo o sino ademas me botan de la moto, me bajé muy rapido y de la caja de la moto saqué una lata de bebida que habia comprado, se las tire y con eso consegui alejarlos un tiempo para poder escapar.
Este ataque lo he visto en otros motoristas y ciclistas, sería bueno que los defensores de estos perros vagos compraran un terreno fuera de stgo y los alojen ahí y se hagan responsables por los daños que sufren las personas como yo.
Hay muchos casos en que por evitar atropellarlos te puedes accidentar
Chile | De los nervios
[…] Chile existe una gran preocupación por el abandono de animales, sobre todo por los denominados perros vagos, para mí un eufemismo de “perros […]
rodrigo
Un millon de perros vagos en Chile y hay 12 millones de personas activas en la sociedad.
1.-Que el gobierno entrege un bono de $50 mil mensuales, para la familia que quiera tener un perro callejero para su cuidado,con fiscalización estatal del animal.
2.-Hacer una ley dura y ejemplar para el abuso y maltrato animal,con multas altas y en otros casos con cárcel si fuera necesario.
Elena
No más perros en las calles vagando perdidos buscando un hogar, alguien que les cuide, alguien a quien cuidar, compañeros fieles abandonados a su suerte por personas sin conciencia, sentimientos ni educación, despojos del sistema, reflejo de una sociedad conformista
Más apoyo del Estado, lugares de acogida, campañas de sensibilización, más educación para los niños y los padres…más Tenencia Responsable y un Estado que se responsabilice
No quedarse en sentir compasión por el perro y movilizarse, alzar la voz y organizarse en grupos
Si desde abajo no nos movilizamos, el Estado nunca hará nada
Apoyemos a las ONG’s y Asociaciones Animalistas
LUISA
Millones de personas que no se responsabilizan moral y económicamente de estos seres, que por desgracia les toco compartir la tierra con seres que tienen el cerebro y el alma igual de grande a un minúsculo grano de mierda que asco de articulo.
Luis Morales
Hay que eliminar los perros de las calles, no hay que dar mas vueltas, los perros vagos se transformaron en una plaga y cuyo foco son las ciudades. Hay muy poco profesionalismo, solo charlatanería de los mal llamados animalistas. Debe volver la perrera municipal, la esterilizacion por si sola no sirve, los perros siguen en las calles. Que pasa con la salud humana, no valemos nada, la cantidad de afectados anualmente por mordeduras y transmision de enfermedades no importa?. Todo esta mal, los delincuentes persiguen a los jueces y los adoradores de plagas invaden el espacio publico llenendo de perros las calles, los campus universitarios y colegios. Son igualmente irresponsables que los que los abandonan, que facil es tener perros asi, pasandole el problema a la poblacion humana de Chile e invadiendo y apoderandose del espacio publico, que es de todos. han convertido Chile en un paraiso de plagas y ahora quieren destruir la fauna nativa. POLITICOS Y AUTORIDADES, en las Universidades estan los expertos no en estos grupos de irresponsables.
Nereabuena
Nada de perrera municipal. Quienes quieran mantener perros que lo paguen de su bolsillo y los lleven a su casa.
Tres cuatro tiradores con escopeta y una furgoneta de apoyo recogiendo los ya disparados. Mil perros diarios se podrín exterminar sin mucho coste.
Una ley que encarcele a quienes defiendan esa insalubridad pública de dejar a los chuchos seguir transmitiendo enfermedades
alef rojas
no puede ser que estos ea pan de cada dia miles de perros ensusiando las calles atacando a la gente hoy me ataco uno me hizo caer de la moto son altamente agresivos no se puede ni caminar tranquilo por las calles ya por culpa de ellos perros miserables deverian de eliminarlos a todos asi serian mas limpias las calles no sufririan los perros y no habrian mas accidentes como el que me ocurrio hoy
alexandra
Mi pregunta es sencilla ¿Que les hace creer que la vida de un animal vale menos que la tuya? Señores y señoras, les digo que asesinar (esa es la palabra exacta) no es ninguna solucion razonable, rapida y fria si, pero no muy inteligente. Hay que educar a lls jovenes, pues si asesinamos lo que nos molesta, la gente seguira botando perros en la calle. Se supone que somos los inteligentes. De cada 10 perros abandonados, 7 tuvieron casa alguna vez. Somos nosotros los intrusos, somos nosotros los que hemos invadido a lo largo del tiempo su territorio. Pensemos un poco, seamos empaticos porqie todos tenemos derecho a vivir en la tierra
olga
aqui estuvo kathrina.. joseffa .. siomaraaaaaaaaaaaaa
Mascotas sin dueño | Conciencia Animalista udp
[…] Un estudio estima que en Chile en cada uno de sus rincones ya son un millón de perros vagos. Datos recogidos de “elquintopoder“. […]
Milton Bertin
Valiente columna,
Y completamente de acuerdo, los ejemplos de países desarrollados muestran que la eutanasia es necesaria para controlar esta plaga.
En una ocasión visité la perrera de Miami, que recibe los perros que las personas no pueden tener, por ejemplo, por cambiarse de domicilio, u otro.
Primer punto, las personas que no pueden ya tener sus perros tienen donde llevarlos, no necesitan abandonarlos en la calle.
Segundo la perrera recibe del orden de 35.000 perros y gatos al año, con la amplia colaboración de los grupos ambientalistas logra colocar en nuevo hogar alrededor de 20.000 y el resto es sometido a eutanasia.
A nadie se le ocurre que un perro sin dueño deba ser esterilizado y vuelto a la calle…. para que siga siendo vector de enfermedades.
Y lo digo con mucha autoridad moral, en mi casa tengo cuatro perros, de los cuales tres son recogidos desde la calle.
Guillermo Ulriksen
Cuando yo era niño, en la década del 50, (ahora tengo 73 años), existía la «perrera» que era una camioneta que recogía todos los perros que anduvieran sin collar. En esa época no existía el problema actual de perros vagos. Pareciera que las autoridades de entonces eran más lógicas que las actuales.
Además, ¿qué hacer con la moda actual de tener «mascotas» en los departamentos? Además de ser un suplicio para los pobres animales que pasan encerrados todo el día, sus ladridos molestan a los vecinos, y por lo general los «amos» que los sacan a pasear no recogen las fecas que sus mascotas dejan en las veredas…
Ramón Reyes Arancibia
Hernán, como médico veterinario, deberías manejar el concepto de «perros abandonados» y no «vagos». Estos animales no salieron de la nada, algún irresponsable participó en su reproducción. Eso.
Antonia
La eutanasia nunca va a ser la unica solucion, y por una razon que va mas alla de lo «moral» o lo «etico», por eficacia. Da lo mismo que mates un millon de perros vagos o abandonados, porque mientras los dueños de perros irresponsables (que no los esterilizan -por lo tanto se reproducen y luego botan los cachorros- no limpian sus desechos, no los vacunan y los dejan vagar libremente durante el dia o la noche) sigan manteniendo esa conducta el problema de los perros va a continuar. Debido a que tienen una tasa de reproduccion altisima (en internet se puede ver que una perra y su descendencia puede llegar a ser miles de perros nuevos en unos pocos años) siempre existira la problematica, a menos que las personas sean responsables con los perros de sus propias casas. Porque aunque mates todos los perros que estan ahora en la calle, ese espacio va a ser rellenado rapidamente por perros nuevos generados por falta de responsabilidad de las personas. Si se va a aplicar la eutanasia, tiene que estar acompañada de politicas publicas eficientes en cuanto a la tenencia responsable; esterilizacion, registro de perros, severas multas por abandono y concientizacion de la poblacion sobre la importancia e influencia del actuar humano en esta tematica.
Vanesa
Reciben perr@s abandonados?
Gonzalo Plaza Aguirre
Desgraciadamente no se explicitan en el artículo las fuentes de los datos sobre población de perros vagos, ni de ninguno de los guarismos o porcentajes que se mencionan.
Mucho agradecería al autor si pudiese enviarme las fuentes que soportan su artículo, lo cual me serviría mucho para respaldar la introducción a una de tesis para optar al grado de Mg. en Derecho Ambiental.
Agradecido de antemano, lo saluda cordialmente,
Gonzalo Plaza Aguirre
gplazaabogado@gmail.com
hector arancibia hodges
Excelente trabajo ,lo he leído un par de veces, estuve leyendo un debate «a lo chileno en una pagina adjunta y lo primero que saltan son insultos, y solo se expresan miradas puntuales y cortoplacistas
Ademas cada opinion es terminante en el sentido que cada uno pretende que el debate se acaba en el momento en que ellos dan su opinión ,como pensando que ellos tienen la solución y los demás van a quedar callados y poco menos que aplaudir su intervención .
Así no vamos a ningún lado creo firmemente en su postura esto va para largo no por que no tenga forma de arreglarse sino que la gente
tiene que entender que los perros SON animales y no gozan de un estatus diferente.
esterilizarlos es una parte de la solución
tenencia responsable , es un paño amplio que cortar ,ya que como bien dice usted ,hay que fiscalizar y ahí se quiere plata para fiscalizadores etc.
los ambientalistas y animalistas no son la solución y menos las ONG,ya que en su mayoria estan compuestas por personas bien intencionadas pero muy radicales y en la mayoría de los casos son mas problema que solucion, (tratan a los perros como a humanos),
la eutanasia masiva podría ser la solución ,pero es evidente que la conciencia colectiva (humanizar a los perros es un problema), pero hay que considerarla como la ultima opción ,y sí es viable, después de haber puesto a la mayoría a resguardo ,y los criterios ahi si que podrían ser humanos . los rebeldes y peligrosos se matan primero.
¿Como hacemos que esto e
RICARDO
BUENO PERMITANME INFORMARLES CUAL ES EN LA ACTUALIDAD LA CAUSA REAL DE ESTE NUMERO DE PERROS VAGOS, EN EL OCTAVO INFORME SOBRE LA RABIA AÑO 1991 LA OMS DEMOSTRÓ QUE LA MATANZA NUNCA FUNCIONO POR LA VELOZ REPRODUCCIÓN DE LOS PERROS, INDICANDO QUE LA ESTERILIZACIÓN MASIVA SERIA LA SOLUCIÓN MAS EFECTIVA PARA SOLUCIONAR LA SOBREPOBLACION, PERO LAS AUTORIDADES MÁXIMAS EN ESTE TEMA QUE SON LOS VETERINARIOS EN LA OIE Y EN LOS MINISTERIOS DE SALUD Y AGRICULTURA SE OPONEN POR INTERESES CREADOS, ARGUMENTAN QUE LA ESTERILIZACIÓN MASIVA SERIA UNA COMPETENCIA DESLEAL CONTRA LOS VETERINARIOS PARTICULARES LO CUAL ES FALSO COMO LO DEMOSTRÓ EL CONGRESO DE COSTA RICA EL 2003. YA TIENE A LOS VERDADEROS RESPONSABLES DE TANTAS MUERTES HUMANAS ¿ SE LOS JUZGARA ALGÚN DÍA, O SALDRÁN IMPUNES DE LA ATROCIDAD QUE ESTÁN COMETIENDO CONTRA LA HUMANIDAD? EL TIEMPO LO DIRÁ.
Lucacuca
No creo yo que sea muy caro acabar con la plaga de perros. Una sola fuegoneta con tres personas puede capturar cien perros al dia vivos o muertos.
Muertos podría ser con un disparo, algo mucho más rápido que pescarlos con el lazo.
Se llevan a un descampado y alli se queman esos 100 diarios.
Si hay más dinero se pueden eliminar miles chuchos diarios.
A quien proteste se nombra «tutor de perros» y se le obliga a mantener a un mínimo de 10 de estas alimañas en en casa
Carolina Laing
Lamentablemente la educación de tenencia responsable es eterna, puede tomar 20 años esperar se entienda lo que significa este problema, no es una medida rápida pero que se tiene que considerar para la próxima generación tome conciencia. Que la gente tome conciencia rápido es mucho pedir.. no en Chile.
Una centro que recoga a los perros y fomentar la adopción es una muy buena medida pero insuficiente.
Son demasiados!!!
Una inyección letal de un profesional que lo acompañe y que salve a estos pobres perros de su miseria es la mejor solución! Estos pobres animales necesitan paz y no el discurso mojigato sin análisis de una solución REAL. No es que un perro tenga un proyecto de vida o que va dejar de lado a una familia, o que contribuya a la fuerza de trabajo del país. Por favor! si es un animal y merece ser tratado con cariño y cuidado y justamente dejarlo morir dignamente es un favor que se le está haciendo a su condición como ser vivo abandonado en condiciones de precariedad, y para la tranquilidad de los que lo rodean que son seres humanos y SI tiene mucho más que perder con todo lo que implica que estos estén dando vueltas en todas partes arriesgando la salud y bienestar de las personas.
A favor de la caza de perros salvajes | Revista El Fracaso
[…] en estas zonas rurales (de nuevo: nadie ha hablado de perros callejeros en nuestras ciudades, que es otro problema a abordar) de poder defenderse cuando su salud e integridad, y la de sus familias, estén en riesgo, situando […]