Señor Ministro,
le escribo para contarle que la realidad de la salud en Chile, no es la que usted ha vivido en su primera etapa desde el Hospital Clínico de la Universidad de Chile, ni luego desde la Clínica Las Condes. Tampoco es aquella que intenta diseñar desde MacIver, en el Ministerio, ni tampoco la que pregona por los medios de comunicación.
En estos años, le escuchado decir que somos una tropa de flojos señor Ministro, que si no nos gusta el trabajo, usted nos puede reemplazar con sus médicos de Las Condes. Hoy dice que parte del gremio es una vergüenza. Le quiero contar que desde donde yo trabajo, miro con admiración a mis colegas que siguen y persisten trabajando en el sistema público pese a las condiciones. En lo personal, he visto anestesistas atendiendo más de un pabellón, vi en una oportunidad llorar a una doctora, por la impotencia de no poder dar el trato digno que nuestros usuarios merecen. Señor Ministro, muchos a diario nos conseguimos insumos, o incluso costeamos cosas que son mínimas para trabajar, y seguimos esperando que el sistema que usted lidera se arregle. Señor Ministro, ¿se ha preguntado por qué muchos como usted prefieren atender al segmento más rico de Chile? Yo no creo que usted sea una vergüenza para mi gremio por eso, sólo creo que no pudo resistir con lo que a diario muchos lidiamos, el tener que hacer «lo que se puede» y no «lo que se debe» (bueno, probablemente también le interesaba un poco más que alguno de nosotros el tema económico).
Señor Ministro, cuando usted dijo que las listas de espera se habían terminado, yo sí sentí vergüenza, vergüenza por mentirle a la gente. ¿Cómo le decíamos a la gente que nos venía a preguntar cómo era posible que se hubieran acabado las listas de espera y a ellos no los llamaban? ¿Cómo les decíamos que usted -que cree en la excelencia- ha preferido comprar en miles de millones prestaciones a privados, en vez de invertir en nuestro decaído sistema? Sentí vergüenza de que se requirieran más de doce muertos en Iquique, para que se hiciera un plan por la influenza, pero que ante el primer caso en Las Condes usted apareciera. Siento vergüenza cuando veo a Quellón, Tocopilla, Casablanca, Calama e Isla de Pascua, teniendo que llegar a los extremos para solicitar salud. Siento profunda vergüenza de que las isapres el año pasado tuvieran utilidades por 80.000 millones, y que pese a que Chile tiene los mismos médicos por habitante que un país desarrollado, sólo un tercio esté en el sector público para atender al 80% de la población.
Siento vergüenza señor Ministro, cada vez que veo que cuando trabajamos en el sector público nos pagan menos de la mitad de lo que realmente valen las cosas, pero que no hay reparos en pagarle a las clínicas lo que ellas piden. Siento profunda vergüenza que el año pasado se hayan comprado 1.100 millones de dólares en prestaciones, casi 20 hospitales, y este año la cifra sea incluso mayor.
Señor Ministro, ¿cuántas veces usted ha enviado a hospitalizar a alguien y le han dicho que no hay cama? ¿Cuántas veces en su clínica le dijeron que no podía operar porque no había insumos? Imagino que no tantas como a nosotros.
Por eso señor Ministro, le pido que en los meses que le quedan, simplemente trabaje por los que más lo necesitan, que entienda que las cosas eran para ayer, que la situación realmente atraviesa una crisis y es urgente. No nos siga diciendo que todo está increíble, que todo funciona, que no hay listas de espera. Yo no quiero señor Ministro, como usted lo hizo, abandonar el sistema público, y probablemente es porque además tengo una razón que usted no entienda ni comparta, es una razón ideológica, yo creo firmemente en la salud como un derecho fundamental, que debe ser público, solidario y equitativo.
Siento profunda vergüenza que el año pasado se hayan comprado 1.100 millones de dólares en prestaciones a clínicas privadas, casi 20 hospitales, y este año la cifra sea incluso mayor.
Atentamente,
Dr. Alberto Larraín
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Foto: Ministerio de Salud
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smyrna soto
Que terrible es estar enfermo y que te atiendan hospitalizado en un pasillo o solo en un sillon , asi lo he visto en el hospital de Concepción.
RinaNavarro ,Talca
Siempre he trabajado en el sistema publico y comparto en cierta medida sus dichos,perodebo decir que si yo,por ejemplo,necesito zapatos urgente,se los compro a puien los tiene en venta y pago lo que considero justo.Estoy muy de acuerdo en la compra de servicios avespecialistas,ya queves imposible tenerlos de planta,donde se los requiere.Desde el terremoto se empezo a comprar recursos a las Clinicas,si aun no tenemos hospital
rafael martinez
yo trabajo en hosp padre hurtado
la verguenza sr mañalich es tener 20 o 30 pacientes hospitalizados en silla en la urgencia (si, sillas pq las camillas ya se acabaron), citar a los pacientes 3 dias seguidos para hacerse una eco pq solo hay 3 ecos al dia para la urgencia o tener q operar con insumos reesterilizados que se han demostrado que aumentan las infecciones
la verguenza es ud sr ministro q trata a sus colegas asi y le miente descaradamente a la gente
graciela solar
cuando escucho hablar al ministro de salud,pienso que el deberia hacer un mea culpa .los usuarios,la gran mayoria se atiende en hospitales,aunque esperen un año.si sabemos la realidad.
Jacqueline
Saber lo que es sentir vergüenza es cuando aún se necesita ir a las 5 de la mañana a los nefastos consultorios a pedir una básica pero necesaria atención de médico y te digan que no hay médicos es vergonzoso , mañalishssssd te queda poco ….. Y ya Chao no más
luis españa vargas
Don Alberto, lo felicito por esta carta descarnada que desnuda la realidad de nuestra precaria salud, desde magallanes un gran abrazo y gracias por hacerle saber al ministro la verdad con gran valentia
matias
En mi humilde opinión debo decir que la carta al ministro representa en su mayoría a los miles de trabajadores públicos de Chile. Todos ellos ven diariamente el descalabro del sistema público y este se contrapone a la opinión de las autoridades, realidad versus fantasía. Respecto al ministro no veo una persona carente de aptitudes para su rango sino que para su puesto hace falta algo mas que alguien con pergaminos o destacadas amistades políticas, en chile y en muchos puestos públicos falta gente con cojones que amén sus iguales por ser chilenos y no por su billetera.
Myriam
Que alegría poder constatar que hay médicos que si se atreven a decir lo que sucede y que es conocido por millones de chilenos que accedemos a una calidad de salud insana y muchas veces insalubre , valoro más aún que este médico exprese su sentir que siga creyendo en que LA SALUD es un derecho para todos y no privativo de quienes por » fortuna» pueden comprarla .
Felicitaciones Doctor ,ojala sus colegas puedan seguir y sumarse a su ejemplo
Pablo
Puedo concordar en cierta medida con la opinión de la mayoría. Pero se debe reconocer que el gran problema de la salud pasa no tan solo por la deficiente labor de la clase política sino también por el negocio en el cual se ha transformado la salud, la cual fomenta la especulación de ciertos gremios. Cabe también señalar que en chile el sueldo de un médico o profesional de la salud no se condice con la realidad del país e incluso de latinoamerica haciendo que los honorarios asociados a las prestaciones se obscenos para una chileno de a pie.
viviana
Pablo,concuerdo con usted que la salud es un negocio..un excelente negocio pero no en la atención publica, sepa usted que los sueldos en salud publica no son ni la mitad de lo que puede ganar en el sistema privado. Quizá en La Condes pueda ganar un sueldo mejor pero en otras comunas de la región metropolitana y enregiones los sueldos son menores.Saludos
Melinka Balbontín Fernández
Excelente !!!!!!!!!!! Comparto absolutamente esta denuncia. Yo tengo una sobrina Médico que trabaja en Atención primaria, no solo su jornada diaria, sino además cubre turnos extensísimos en un SAPU, con una vocación de servicio a toda prueba, a pesar de todo el déficit de recursos, que la hace impotente para resolver tantos problemas de salud de la población más necesitadas y de los Adultos Mayores.
Yo también le pregunto al Ministro Mañalich, si alguna vez ha atendido y experimentado la realidad del sistema de salud público; estoy segura que no. Esta es la justicia que quieren seguirnos entregando.
Herman Oporto
Si el estado subsidiario no cambia, nuestros usuarios del sistema seguira siendo meros consumidores por lo que las practicas actuales del Minsal estan en lo correcto y son idoneas para ellos, los politicos con conflictos de interes que quieren lucrar con asuntos que deberian ser DERECHOS para todos los chilenos. De que le sirve gastar tanto dinero en clinicas si nunca seran ayuda efectiva para mejorar la salud de la poblacion. Se sabe que el nivel primario es el clave para generar un cambio cultural orientado al cuidado de la salud y no el control de la morbilidad, lo que tanto le gusta a las clinicas y farmaceuticas, de las cuales ud es un fiel y cumplidor centinela. A su vez nuestro hospitales publicos sufren y mueren en vida, y si no fuese por nuestro heroicos colegas de la salud (funcionarios todos) este sistema se iria al tacho de la basura, es cosa de ver el hospital regional de concepcion, el mas mediatico actualmente. Si de verdad les preocupa la salud de la gente, gaste ese dinero en el sector publico, recuerde que la mayoria de los chilenos estamos en FONASA.
Ana Ramirez Barraza
No existe otra verdad Doctor Larraín. Ud. expresa totalmente lo que este país piensa: este es un gobierno infame, mafioso, mentiroso y usurpador( por no decir ladrón de frentón) ¡¡¡¡ Bravo Doc¡¡¡¡
Mauricio
Tiene razón, uno es profesional por que quiere tener un buen pasar, en el caso de los médicos es obvio la inversión en tiempo y conocimientos tiene que ser bien remunerada, ademas todos sabemos que la educación0 no es gratis si que con que cara pueden exigirles que deben trabajar gratis por gente mal agradecida y falta de respeto, en mi caso me enseñaron no hagas a otros lo que no quieres que te hagan a ti.
Cuando recién llego este gobierno lo primero que hizo fue recortar, y por eso creo lo que dice, otro medico me decía que tenia que hacer piruetas para lograr atender pacientes por que no tenia lo necesario, lamentándose por la salida del anterior gobierno.
Pero en fin así es no mas la derecha, por si aun no les queda claro, ya vamos ver con el cachito que se encontrara el próximo gobierno lamentablemente.
jacqueline
Cuantas voces reúne esta carta, lo que muchos pensamos y sentimos y que no podemos hacer escuchar, desde el auxiliar de servicio pasando por los técnicos de enfermería, enfermeras y médicos de toda índole….. Un gran aplauso para todos los que nos desvelamos por el sistema publico y la gente que necesita de él.
JCPalma
Estimado Alberto,
Gracias por tu columna. Haces un llamado tan fuerte y triste, como necesario, a nuestras autoridades: no le sigan mintiendo a la gente y preocúpense, de una vez, por los que más lo necesitan.
Tenemos un sistema público que es realmente indigno: mientras que en hospitales públicos hay que esperar horas por atención para un mero resfrío, en clínicas privadas se demoran diez minutos en atenderte de urgencia; en la Corporación de Asistencia Judicial puedes estar esperando meses para que te atiendan e ingresen tu demanda, mientras que un abogado particular al día siguiente está presentando escritos en Tribunales; nuestros liceos públicos forman alumnos de excelencia, que al salir al mundo laboral se dan cuenta no tenían competencias mínimas para sobrevivir al mercado, mientras que quienes egresan de colegios privados, por muy mediocres que sean, contarán con redes y herramientas suficientes para liderar y hacer suyo esos mismos mercados.
Comparto tu sentimiento de vergüenza por ver un Chile que se da satisfecho con cumplir con el mínimo, sumado a autoridades que buscan tapar el sol con un dedo. Más me indigna que no exista voluntad para hacer cambios estructurales a un sistema que grita por ayuda: ¡no podemos dejar que nos convenzan que sólo a través del ánimo de lucro se generan incentivos para prestar servicios de calidad y dignidad! Así como me avergüenza la actitud de Mañalich, me enorgullece profundamente el trabajo que tú, tus colegas, los mismos profesores de liceos a los que me referí, funcionarios del sistema público de justicia, y tantos otros, realizan cada día con los pocos recursos que tienen.
Gracias nuevamente por tu carta, por hacernos reflexionar sobre este triste y doloroso Chile que tantos cambios necesita, y, sobre todo, por el rol que cada uno de nosotros debe cumplir para transformarlo en un país de equidad y dignidad.
Hector Pasten Lara
Aprecio de verdad la valentía de los profesionales de cualquier area, que con conocimiento de causa, se atreven a decir la verdad y encarar a algunos farsantes que configuran su vivir diario engañando a los que menos tienen en este país mediocre.
Verónica Rodríguez Abeleida
Basta de engaños, sólo se niegan a ver la realidad porque a ellos les conviene mientras duren en los puestos, después el siguiente verá lo que hace con el problema Y así pasaremos los chilenos por todos los gobiernos de las ideas que sean, da lo mismo todos son iguales , que pena da verlos arriba creyendo que venden la pomá, mientras se llenan los bolsillos. Y siempre es igual de izquierda, de derecha ,de
medio centro , etc. Ya no existen las ideologías………… Sorry.-
Mónica Vargas Sandoval
Me siento absolutamente representada en mi sentir , por sus palabras Dr. Larraín, le felicito y admiro.
Fitok2
Soy usuario del sistema publico, como muchos de los que aquí escriben. No sé si he tenido muy mala suerte o vivo en un universo paralelo.
Dr. Larraín, concuerdo con que el sistema de salud en Chile es una vergüenza; pero los motivos por los cuales se encuentra en esa condición son, primero, una seguidilla de personas incompetentes que han estado a cargo de la cartera de Salud durante los últimos 30 años y no solo el Sr. Mañalich (pero que se incluye dentro de aquellos). Segundo, un plan Auge que no fue bien pensado y, mucho menos, implementado. La mayoría de sus colegas dejan mucho que desear como PROFESIONALES, son personas irresponsables e indolentes con las personas que acuden a ellos en busca de una solución a su afección.
Para que hablar de las enfermeras, administrativos y hasta el personal de aseo de las instituciones publicas. Su sueldo no es una maravilla, pero sí están bastante por sobre el promedio de ingresos de ese grupo de personas que acuden hasta las salas de espera a las 6 de la mañana para ser atendidos 4 horas después y siempre que los «amigos, familiares y otros» no hayan acaparado los números disponibles para el día.
Muchas de las faltas de insumos, que de por si son escasos, se genera porque aquellos pobres funcionarios (irresponsables, sinvergüenzas e incompetentes) se llevan la mayoría de ellos para surtir su botiquín de casa o para venderlos en ferias persas, o para cubrir sus camas en vez de cubrir a los enfermos en el caso de las frazadas que incluso tienen el estampado de los hospitales o servicios en los que «trabajan».
Doctor, lo invito a visitar el casino de su lugar de trabajo, haga el ejercicio de ver si los empleados comienzan sus funciones en la hora, porque por si no lo sabe, el horario de trabajo es para eso TRABAJAR… no para comentar el fin de semana, no para tomar café o té y mucho menos para ver televisión. Se inicia a una hora especifica y no media hora después por cambiarse de ropa o tomar desayuno. Si desea hacer aquello, debe llegar media hora antes del inicio del turno.
Es verdad que la salud debe ser un derecho pero debe ser entregada a las personas de una forma digna y por PROFESIONALES que realmente se comprometan, desde la cabeza de un ministerio hasta el ultimo trabajador que tiene contacto con una persona que llega a un SERVICIO PUBLICO en dolor, pena o angustia. Una persona que no encuentra consuelo o que ni siquiera entiende que le sucede y que hoy en día se encuentra con una muralla de seres que no pretende más que trabajar lo menos posible y ganar una mayor cantidad de dinero que su compañero de labores.
Juan carlos
Casino? donde trabajo con suerte hay un wc malo y un baño sin luz .
patricia cerda f
Toda la razon Dr Larrain, impotencia, vergüenza y rabia, por la actitud del ministro de salud, sin vocación de servicio,inhumana. En ese 80% de chilenos que pertenecen a Fonasa habemos tambien funcionarios y ex profecionales de salud,con nuestras familias,jubilados tambien y no somos ignorantes ni ciegos para reconocer sus verdaderas intenciones en contra de una salud publica digna para todos.