#Sociedad

Feliz Navidad 2024, próspero año y felicidad

Compartir

Feliz Navidad 2024, pronto estaremos todos saludándonos, abrazándonos y dando gracias por los regalos en homenaje al niño que nació en medio oriente, las casas se ventilan con aire nuevo de paz y amor, todos se preocupan que esa noche del 24 todo funcione perfecto, la cocina, los aperitivos, manteles navideños, decoraciones, el postre, algunos guardan los regalos y los sacan minutos antes, otros los dejan en el árbol de pascua, las mujeres de todas edades se arreglan muy bien, los hombres también hacen sus esfuerzos, hay familias que se juntan, otras que se ven después, en definitiva, rencores, tensiones, diferencias, discusiones, actitudes, celos, competencias, dolores, frustraciones, quedan en la puerta de calle, por unas horas esos adjetivos quedan relegados. Algunos expertos les llaman a estas fiestas de “resonancia afectiva” y en la mayoría de los casos los verbos más usados son gracias, alegría, cariño, gratitud, risas, recuerdos positivos y por supuesto amor.

Lamentablemente estos últimos años en Chile ha caído una nube negra, hay nimbos por todos lados, nuestras contradicciones vigentes, obviamente la política se lleva el primer lugar, la vida social es muy complicada, estamos todos confundidos, muchos corriendo, enojados, agresivos, en autos, motos, bicicletas, caminando, supermercados, oficinas, escuelas, universidades, hospitales. Indudablemente la delincuencia que ha aumentado mucho ha complicado nuestra vida cotidiana, exagerada por los medios de comunicación, más aún tensiona al país. Nuevas costumbres en vez de facilitarnos la vida, más enredados estamos y enojados, piensen por un momento, cuantos amigos/as en últimas semanas han visto molestos por distintos motivos y también pregúntense cuantos han visto reír últimamente. La risa y el humor reducen el estrés y las emociones negativas, mientras que a su vez aumentan nuestro bienestar subjetivo. Ya que mientras se producen las emociones positivas generamos más anticuerpos, más endorfinas y nos enfermamos menos.

El filósofo surcoreano Byung-Chul Han plantea una idea que en días de resonancia afectiva puede tomar aún más fuerza: “Quien fracasa en la sociedad neoliberal del rendimiento se hace a sí mismo responsable y se avergüenza, en lugar de poner en duda a la sociedad o al sistema. (…) Esta auto agresividad no convierte al explotado en revolucionario, sino en depresivo”,  y más aún incentivada por tantas noticias falsas que circulan muy rápidas por las RRSS, que mejor ejemplo la propaganda millonaria de las AFP “con mi plata no”, y “Yo quiero elegir”, cuantos millones se han gastado con nuestros ahorros para defender lo indefendible, y así estamos la reforma de las pensiones lleva más de 15 años en una discusión banal con reparto o sin reparto, y nadie discute que las FFAA y carabineros llevan el mismo tiempo que las AFP en el sistema de…reparto estatal y ahí no hay problemas, feliz navidad. Como dice Carlos Peña: el ser humano y sus vicisitudes, unas son por elección propia y riesgos (deportes, Hobbies,) y otras de nuestra naturaleza, la vejez, esta segunda indudablemente necesita la solidaridad de toda la tribu.

Entonces nuestra cultura y tradiciones nos llevan en estas fiestas, en que todos nos unimos, creyentes y no creyentes, por algunas horas, a cambiar de actitud, que bien, pero debería ser más permanentes, un mundo en que todos están enojados no nos hace bien, hace años que escribo, leo y comento la crisis de los partidos políticos (pp) en Chile, y sin ellos, no hay democracia. Es cosa de escucharlos en este parlamento (debe ser el peor de nuestra historia) como se tratan, como buscan las cámaras por cualquier motivo, mientras más destempladas son sus declaraciones mejor (modelo Trump), es impresionante y vergonzante escuchar a los republicanos parecen que odian todo el progreso logrado en Chile, que a pesar de tantas falsedades seguimos con los mejores indicadores de América Latina, en pobreza, PIB, educación, salud, inflación, IDH, etc., pero ellos se saludaran este 24 y desearan a sus hijos, familia y amigos, feliz navidad, pero odio para el resto de los Chilenos.

Cada vez más gente en la cansada Europa —y en los Estados Unidos, al parecer siempre jóvenes—dice la extraordinaria escritora Irene Vallejo, se declaran “antipolíticos” (igual en Chile). También podríamos proclamarnos anti-oxígeno, pero seguiríamos respirándolo. Política es todo, política somos nosotros: lo que compramos y nuestro modelo de consumo, las condiciones laborales que hay detrás de la ropa que vestimos, el colegio de los niños, encender o no la televisión, las causas que apoyamos, los sentimientos nacionalistas, la mentalidad cosmopolita. La palabra “idiota” se refería en origen a este debate. Así llamaban los griegos a los ciudadanos que se desentendían de los asuntos públicos, refugiándose en sus intereses privados. Para Aristóteles, un idiota es quien se queda en su casa y deja que gobiernen los bandidos. Definía al ser humano como “animal político” y la política como la capacidad de cooperar persiguiendo fines comunes. Afirmaba que construimos el Estado por dos vías principales, la educación y la constitución —es decir, las leyes que nos afectan a todos. Cuando vivimos juntos, participamos en política queramos o no, por acción o por omisión. Pero si abundan los idiotas, suben al poder quienes se las saben todas. Interesante tema nos plantea Irene, en las últimas elecciones en Chile aparecieron en masa los “independientes” de todo signo, tema a conversar con cola de mono, Feliz Navidad.

La propuesta no es renunciar al debate, a decir libremente lo que uno piensa, estamos en democracia, pero busquemos las palabras adecuadas, si podemos criticar y puede que no les guste este gobierno de jóvenes, está bien, pero debemos respetar el poder constituido con alta votación por el pueblo de Chile

Los tiempos que vivimos hemos ido tomando conciencia lentamente de la discriminación contra las mujeres, espero que en está navidad estemos atentos y organicemos nosotros la cena y la casa. Pequeños pasos, de largo camino aun por recorrer, se imaginan la navidad de los grandes grupos económicos, en sus palacetes, con todos los placeres del mundo y previamente obviamente fueron a misa, luego se abrazan entregando los regalos, entre hombre y mujeres, y estas últimas son las mismas que en sus empresas a igual puesto les pagan menos ( -22%), sus ISAPRES las discriminan, las pensiones por sus AFP también reciben pensiones menores, pero ahí están felices deseándose Feliz Navidad 2024.

Espero que entiendan esta columna, mi propuesta es bajemos los decibeles a tanto enojo y molestia con el otro, en Chile, la gente se siente incomoda por atenciones que uno hace, del amor al odio en segundos, momentos de felicidad pasada se cuestionan, está de moda el revisionismo, extraño por decir, entonces la propuesta no es renunciar al debate, a decir libremente lo que uno piensa, estamos en democracia, pero busquemos las palabras adecuadas, si podemos criticar y puede que no les guste este gobierno de jóvenes, está bien, pero debemos respetar el poder constituido con alta votación por el pueblo de Chile, ya tendremos elecciones antes de la próxima navidad del 25 y todos nos pronunciaremos por el mejor gobierno para este país, los invito esta noche buena a reflexionar sobre nuestros carácter, furias, rencores, apegos, hipersensibilidades, «Una de las reglas básicas del universo es que nada es perfecto. La perfección simplemente no existe… Sin imperfección, ni tú ni yo existiríamos». Stephen Hawking y por último “Si todo es imperfecto en este mundo imperfecto el amor es lo más perfecto de todo precisamente por su perfecta imperfección.” Gunnar Björnstrand.  Feliz Navidad 2024 y un excelente año 2025.

1
144

Los contenidos publicados en elquintopoder.cl son de exclusiva responsabilidad de sus respectivos autores.
Te invitamos a conocer nuestras Reglas de Comunidad

Comenta este artículo

Datos obligatorios*

1 Comentario

Hervi Lara

La Navidad nos trae a la conciencia que «todo pasa, sólo el Espíritu permanece». Y que para vivir con dignidad de personas, debemos actuar sobre la base de nuestra fe, confiando «contra toda esperanza» en la posibilidad de la construcción de un mundo verdaderamente humano para la inmensa humanidad.