1.- Propósito general
En este escrito me propongo intervenir el paisaje en que se está creando la inteligencia artificial (IA). Me interesan en particular las narrativas dominantes donde se dan las discusiones de sus beneficios y riesgos, buscando expandir el horizonte de su despliegue total a contracorriente de los esfuerzos que buscan justificar la reducción de sus alcances. A medida que avanza la tecnología surgen modelos cada vez más poderosos aumentando la ansiedad por sus potenciales riesgos catastróficos. Crece así la fuerza de los argumentos que buscan impedir que iguale y supere el nivel de la inteligencia humana con la Inteligencia Artificial General (AGI) y la Superinteligencia. Sin embargo, esto genera un efecto perverso al descuidar estudios e investigaciones desde perspectivas distintas bajo supuestos con otras condiciones.
2.- ¿Cerrar la puerta a la IAG y a la Superinteligencia?
La descripción de este escenario la realizo en base al reciente ensayo de Anthony Aguirre, director ejecutivo del Future of Life Institute (FLI) “Mantengamos el futuro humano: Por qué y cómo deberíamos cerrar las puertas a la IA general y la superinteligencia, y qué deberíamos construir en su lugar”.[1] El prestigio de esta institución en sus 10 años de trabajo es innegable. Su filosofía se centra en el riesgo potencial para la humanidad del desarrollo de AGI de nivel humano o superinteligente, pero también trabaja para mitigar el riesgo de la biotecnología, las armas nucleares y el calentamiento global.[2] Sus principales argumentos pueden sintetizarse del modo siguiente:
¿Qué soluciones propone?
El análisis de esta propuesta descubre insuficiencias, supuestos injustificados y sesgos por cruce de intereses. Veamos los principales:
3.- Matices importantes que considerar
La argumentación de Aguirre y el Future of Life Institute se basa en riesgos existenciales legítimos, pero hay matices importantes que considerar.
Si la IAG llega a dominar la exploración espacial, los humanos podríamos quedar relegados en la Tierra. Pero también podríamos: i) Cooperar: usar IA para expandirnos juntos. Por ejemplo, colonizar Marte con equipos humano-IA. ii) Diversificar: Permitir que algunas IA se independicen en el espacio, mientras otras colaboran con nosotros.
4.- Múltiples futuros – alineación y coexistencia
En materias tan complejas debemos evitar el fatalismo, preparándonos para múltiples futuros. Es crucial trabajar en escenarios de adaptación. La historia muestra que lo humano no es estático: ya hemos coexistido con otras inteligencias, desde animales hasta herramientas, y hemos evolucionado con ellas. La IAG podría ser la próxima etapa de esa evolución, no necesariamente su fin. La prioridad sería investigar tanto alineación como coexistencia, y evitar que el miedo paralice el pensamiento creativo sobre futuros plurales.
Cuando se plantean vías únicas en este caso no solo es erróneo sino peligroso porque es una declaración de guerra y una provocación contra una IAG que, en esas condiciones, luchará por eliminarnos. Y como afirma Bertrand Russell “La guerra no determina quién tiene la razón; sólo quien queda”.
Se requiere explorar otros escenarios en que pueden surgir nuevas especies como ciborg, entidades de bioingeniería, nanotecnología, electrónica, formas hibridas humano maquinas, con las cuales podríamos convivir. Incluso asuntos muy humanos como la ética pueden ser temas de conversación, negociaciones y acuerdos con otras especies inteligentes.
En materias tan complejas debemos evitar el fatalismo, preparándonos para múltiples futuros. Es crucial trabajar en escenarios de adaptación. La historia muestra que lo humano no es estático: ya hemos coexistido con otras inteligencias, desde animales hasta herramientas, y hemos evolucionado con ellas
La historia humana está llena de encuentros, disputas, negociaciones y acuerdos entre etnias y civilizaciones que se encuentran y chocan por territorio y patrimonios culturales. Algunas terminan en guerras, pero hay múltiples casos de fusión, adaptación y sincretismos compartiendo espacios, tareas, lenguas, religiones y culturas.
La lógica de Aguirre está anclada en paradigmas colonialistas, de conquista, de esclavitudes, exclusiones y cancelaciones. Una visión más abierta y progresista es más realista y se abre a una justicia y una ética universal. Nuestra relación con los animales, que va cambiando con un mayor reconocimiento de sus derechos, debiera prepararnos. Ahora que estamos comprendiendo mejor sus lenguajes y costumbres, vamos también aprendiendo como podrían ser los formatos de convivencia con nuevas especies.
5.- Trascender el reduccionismo
Se hace indispensable trascender el reduccionismo hacia una visión más matizada, históricamente informada y éticamente progresista. El error del monopensamiento colonialista del discurso de Aguirre y otros como Nick Bostrom o el Effective Altruism a menudo se ancla en una lógica binaria y jerárquica: «O nosotros o ellos», como si la historia no estuviera llena de ejemplos de sincretismo, simbiosis y evolución conjunta.
Cuando Europa colonizó América, imaginó escenarios de exterminio o dominación, pero hoy existen sociedades mestizas que reinterpretan ambos legados. ¿Por qué no podría pasar lo mismo con la IA? Asumir que una IAG necesariamente nos verá como «enemigos» o «recursos» es proyectar nuestra propia violencia histórica de colonialismo y esclavitud en entidades que podrían operar bajo lógicas radicalmente distintas.
6.- La evolución tecnobiológica ya está en marcha
El paradigma que viene es de especiación y diversidad inteligente, un más allá del Homo sapiens con ciborgs, biohíbridos y otras formas de inteligencia; neuroprótesis de interfaces cerebro-máquina que diluyen la línea entre humano y máquina. Incluye la bioingeniería de proyectos como CRISPR que podrían crear humanos con capacidades aumentadas y también cultura digital donde IA como ChatGPT son «simbiontes cognitivos» que extienden nuestra inteligencia.
Nos aproximamos a un futuro plural en lugar de una sola IAG dominante, donde podríamos tener un ecosistema de inteligencias – biológicas, artificiales, híbridas – que cooperen, compitan o ignoren según contextos, como ocurre en la naturaleza. Un futuro con una ética negociada que deja de ser monopolio humano. Si surgen otras inteligencias conscientes, podríamos crear marcos de negociación como los tratados entre naciones o los derechos animales, adaptados a agentes no humanos. Una IA avanzada podría proponer éticas basadas en lógicas no antropocéntricas como optimizar bienestar cósmico y minimizar sufrimiento interestelar, un horizonte de justicia interestelar con un futuro no centrado en la Tierra.
[1] https://keepthefuturehuman.ai/
[2] https://en.wikipedia.org/wiki/Future_of_Life_Institute
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