Cada vez es más frecuente que Wikileaks esté en la agenda noticiosa. Ahora, la filtración de 250.000 mensajes de la diplomacia de Estados Unidos con distintos niveles de seguridad, publicada de manera parcial simultáneamente por cinco grandes periódicos del mundo, ha generado un debate con múltiples aristas.
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enzo-abbagliati
Ciertamente, Jorge. Ese es el punto de mi reflexión: ¿cuán sustentable es la movilización ciudadana cuando depende de espacios que, ya sea controlados por el Estado o por empresas privadas, suslógicas de funcionamiento no pasan por entregar poder a las personas? En el mundo off line, yo puedo ir a la plaza pública y mientras no infrinja ninguna ley puedo, teóricamente, manifestarme contra o favor de lo que quiera. En el mundo on line, aún hay vacíos que hacen que la delimitación entre lo que puedo y no puedo hacer quede en manos de terceros sin mayor autoridad que el poder de facto que detentan.
En este sentido, que Julian Assange tenga que moverse por el mundo casi como un fugitivo, sin haber sido condenado (entiendo) por ningún crimen, es revelador.
jorge1812
Enzo, creo que tu distinción entre un mundo on line y off line no es correcta, y de hecho tu ejemplo de la Plaza Pública denota ese error.
Si me manifiesto en la plaza, no necesariamente ejerzo poder sino expresión, que de hecho puede ser acallada. Lo mismo ocurre con el mundo online.
De hecho, el que Assange tenga que moverse devela que el mundo off line es menos libre que el online.
¿Cuánto habría alcanzado a leer o repartir si sé hubiera parado en una plaza con sus archivos?
enzo-abbagliati
Jorge, yo no he dicho que pararme en una plaza pública a expresar puntos de vista sea ejercer poder. Usé el término «manifestarme». Pero tengo claro, por cierto, que la arbitrariedad en la aplicación de normas legales puede, incluso en sociedades democráticas, impedirme ejercer ese derecho de expresión. Basta ver lo que ocurre en la Plaza de la Constitución en Santiago cuando alguien sin generar alboroto alguno, saca un lienzo frente al Palacio de la Moneda.
Por otro lado, creo firmemente que sí existe una distinción entre el mundo on line y el off line, y que las legislaciones que aplican en el segundo no son, en muchos casos, aplicables al primero. Y sin embargo se hace, o hay una obstinado intento de hacerlo. ¿Cómo aplicar legislaciones propias del Estado-nación a un realidad donde desaparecen las fronteras? Precisamente, que Assange tenga que moverse así, puede interpretarse como una reacción del mundo analógico contra un activista que basa su poder de subversión en lo digital.
jorge1812
Interesante punto de vista, que se debería desarrollar porque en el fondo refleja una vieja conexión entre las grandes corporaciones y el Estado.
En ese sentido, creo que el poder ciudadano siempre ha dependido de tener espacios privados para enfrentarse al poder estatal corporativo.
Lo público no es sinónimo de estatal en ese sentido.